Los servicios no tradicionales, generadores de exportaciones y empleos de calidad, han cobrado importancia en el mundo y en nuestro país.
Por Dario Andrioli (*)
En general, los servicios tradicionales exportados son turismo y transporte, y por oposición están las exportaciones de un conjunto de servicios no tradicionales, los cuales como consecuencia de la globalización han crecido en Uruguay en las últimas tres décadas. Los servicios no tradicionales, que se denominan servicios globales (o también “servicios modernos”), comprenden:
- Servicios corporativos: profesionales y de apoyo a empresas del exterior (outsourcing).
- Software, tecnología de la información y comunicación, industria que se ha consolidado en Uruguay y ha captado inversores del exterior.
- Los servicios financieros.
- Servicios de investigación y desarrollo.
- Los denominados servicios creativos, que incluyen diseño, ingeniería, arquitectura e industria audiovisual.
Gran parte de estos servicios se prestan desde zonas francas ubicadas en Montevideo, donde se encuentran cuatro zonas francas especializadas en servicios.
Impacto económico: exportaciones y empleo calificado
De acuerdo a informes de Uruguay XXI, el promedio anual de las exportaciones de estos servicios es del orden de US$ 2.000 millones, representando 15% de las exportaciones totales de bienes y servicios y la mitad de las exportaciones de servicios de nuestro país.
Si lo comparamos con los valores exportados de los principales bienes, supera a los ingresos por exportaciones de productos relevantes como carne bovina, celulosa y soja.
Por su parte, si lo analizamos en el tiempo, a inicios de la década del 90 representaban sólo 2% de los valores exportados y hoy participa con el 15% de las exportaciones, determinando cambios en la estructura exportadora.
Los servicios globales son principalmente exportados a Estados Unidos, Europa y Mercosur, siendo también otros destinos Asia y resto de América. El destino varía con el tipo de servicio no tradicional exportado, por ejemplo a Estados Unidos es principalmente tecnología de la información, a Brasil y Argentina servicios de apoyo y a Asia servicios profesionales.
Para la exportación de estos servicios modernos en general competimos con otros países de América Latina como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y México.
Respecto a la generación de empleos, la exportación de servicios no tradicionales ocupan en forma directa más de 20.000 personas en puestos calificados, trabajando tanto en zona franca como fuera de ella.
Es un sector que se destaca por su valor agregado intensivo en trabajo y conocimiento, ya que requiere de profesionales y de dominio de varios idiomas. Los servicios modernos representan un 3% del Producto bruto interno, de acuerdo a estudios de Cepal.
Resiliencia e innovación de los servicios globales
Nuestras exportaciones totales bajaron con la crisis por covid-19, en particular cayeron las exportaciones de bienes y el turismo tuvo una temporada casi nula. En contrapartida, en esta emergencia los servicios no tradicionales presentaron flexibilidad y capacidad de adaptación.
Si bien la pandemia les planteó desafíos, según el informe de Uruguay XXI los servicios globales son uno de los sectores con mayor adaptación a la crisis sanitaria y económica.
Uno de los sectores que en el año 2020 con la pandemia se desarrolló fue el de la producción audiovisual. Incluso para 2021 tiene potencial de varios proyectos en curso y una estimación de duplicar su exportación, superando los US$ 40 millones.
Por sus características, los servicios globales se prestan a distancia y han podido adoptar el teletrabajo para su personal, si bien tienen el desafío relacionado a la seguridad de la información.
Además de la capacidad de adaptación, los servicios modernos son, en general, más innovadores, de acuerdo a encuestas realizadas por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación.
¿Requieren de incentivos para su desarrollo?
Considerando su relevancia, Cepal recomienda políticas específicas para desarrollar los servicios globales. En este sentido, Uruguay cuenta con entidades públicas y privadas, así como con diferentes incentivos para impulsar su desarrollo y competir en mejores condiciones.
Como expresamos, una buena parte de los servicios globales tienen como centro de operación a las zonas francas y en consecuencia utilizan los beneficios fiscales de este régimen.
Además, existen incentivos impositivos específicos para varios servicios no tradicionales. Por ejemplo, Tecnología de la información cuenta con exoneración fiscal para la exportación de programas informáticos y servicios relacionados, los centros de atención a distancia tienen beneficios impositivos y los call centers exoneración de IVA para sus exportaciones de servicios. Recientemente se implementó un Programa Audiovisual por el cual se devolverá un porcentaje del gasto de las producciones, que varía según el tamaño del proyecto aprobado y con topes máximos.
Los servicios no tradicionales son prestados desde Montevideo y su área metropolitana, por lo que sería de interés promover su descentralización. En este sentido, existen también beneficios tributarios para los servicios globales que se instalen fuera de Montevideo (a más de 80 kilómetros) y que generen puestos de trabajos calificados. Además, fue aprobada la construcción de una zona franca audiovisual en Punta del Este, que se espera comience a operar este año.
Si bien se pueden presentar desafíos, los servicios globales tienen oportunidad de crecimiento, por lo que es clave el rol de las instituciones vinculadas, en particular de Uruguay XXI. Esta agencia tiene como uno de sus cometidos estratégicos contribuir a la internacionalización y competitividad de las empresas uruguayas y cuenta con un programa específico para incrementar la inversión extranjera, las exportaciones y el empleo de los servicios no tradicionales.
En consecuencia, el actual contexto de crisis encuentra a los servicios no tradicionales con potencial exportador. Contribuirán a la diversificación de la oferta exportable, ya que nuestro país está bien posicionado por infraestructura tecnológica y calidad de formación del personal.
(*) Darío Andrioli, director de Carle & Andrioli Contadores Públicos, firma miembro independiente de GGI Global Alliance.
Abril 2021