Mientras que Argentina “está en una tormenta perfecta”, Brasil atraviesa un deterioro fiscal significativo que limita su capacidad de aplicar políticas expansivas. Por esta razón, la región constituye la principal fuente de riesgos externos para Uruguay, según evaluaron en diálogo con CRÓNICAS los economistas Pablo Moya, de Oikos; y Giuliano Cantisani, de CPA Ferrere. Al analizar el contexto global, destacaron el crecimiento de China y EEUU –apoyado en el plan de estímulos de Biden-, pero advierten por la lenta recuperación de Europa.
En su último informe de política monetaria, el Banco Central (BCU) analizaba el contexto internacional, donde advertía por una reactivación desigual entre regiones y sectores, y que es liderada por China y Estados Unidos (EEUU). Además, el documento analizaba los principales riesgos que desde el exterior, pueden afectar a la economía local (ver recuadro).
En este contexto, CRÓNICAS consultó a Cantisani y a Moya para ahondar en el escenario internacional y cómo este puede repercutir sobre Uruguay.
Argentina
El país gobernado por Alberto Fernández “está en una tormenta perfecta”, opinó Pablo Moya. A entender del economista de Oikos, ese país se encuentra en “franca recesión”, con problemas de deuda externa y con un tema de gobernabilidad complejo por las internas dentro del propio gobierno. Se generó una desconfianza en los agentes económicos para invertir en dicha nación, en un momento en que es crucial “no solo para salir, sino para mantenerse y no caer”.
Por su parte, Giuliano Cantisani, de CPA Ferrere, afirmó que el recrudecimiento de la situación sanitaria pone en riesgo la recuperación económica. Además, advirtió que la resolución de los desequilibrios macroeconómicos continúa postergándose, al menos hasta después de las elecciones legislativas previstas para este año.
Brasil
En cuanto al gigante sudamericano, las perspectivas de crecimiento continúan corrigiéndose a la baja, analizó el experto de CPA; hoy, la expectativa es de un alza en torno al 3% para 2021. A esto se le suma que el significativo deterioro fiscal limita la capacidad de mantener políticas expansivas y, a su vez, desató una salida de capitales promoviendo una mayor depreciación del real.
No obstante, Brasil “siempre se ha caracterizado por tener, dentro de sus problemáticas, algunas condiciones estructurales que determinan ciertas fortalezas”, apuntó Moya.
El vecino más grande se caracteriza por tener una economía “relativamente cerrada”, indicó el economista de Oikos, por lo que esto le permite que los influjos negativos del resto del mundo no le afecten en mayor medida. Le generan, también, un crecimiento interno “importante” en nivel de actividad, agregó.
Dicho esto, Cantisani acotó que tanto Argentina como Brasil han retrocedido más de una década en materia de PIB per cápita. “Si bien el escenario internacional todavía es benigno para ambas economías, las fragilidades internas condicionan su recuperación”, sostuvo.
EEUU
La semana pasada se cumplieron los primeros 100 días del mandatario Joe Biden al frente de la potencia norteamericana, y en ese marco se anunció una ampliación de su plan de estímulos con inversiones que podrían llegar a los US$ 4 billones (ver CRÓNICAS del 30 de abril).
Cantisani interpreta que los estímulos fiscales implementados por la administración de Biden “han brindado un mayor impulso a la economía estadounidense, que se recupera más rápidamente de lo previsto anteriormente”.
Así, tanto él como Moya alertaron sobre la magnitud del paquete fiscal y sus posibles consecuencias; principalmente, la posibilidad de que lleve a un sobrecalentamiento de la economía, lo que despertaría mayores presiones inflacionarias. No obstante, Cantisani apagó los fuegos y aclaró que “por el momento el aumento de la inflación se percibe como transitario tanto por los mercados como por la Reserva Federal”. Moya agregó que el paquete de estímulos aplicado a la economía estadounidense “son buenas noticias” para los países emergentes ya que significa un “exceso de liquidez en el mercado norteamericano”, que es captado por aquellos emergentes que están bien calificados por los inversores.
China
El gigante asiático se destacó por haber crecido un 2,3% en 2020, y un 18,3% en el primer trimestre del 2021 en comparación con el mismo período del año previo.
Según las estimaciones de Cantisani, para este año se prevé un alza de más de 8%, liderando la recuperación a nivel global. Moya no arrojó una proyección concreta, pero sí concordó en que China “parece que está en el camino de salida en el muy corto plazo”.
Europa
La realidad del viejo continente no es tan positiva, ya que sufrió una caída de 0,6% del PIB en el primer trimestre del año.
La recuperación, observó Cantisani, ha sido lenta, ya que los constantes rebrotes y retrasos en la vacunación complican la salida de la crisis. A esto se le suma que, como analizó Moya, Europa no es una región homogénea: hay distintas situaciones particulares (…) Yo creo que en esas distintas realidades de Europa está gran parte del problema de por qué no toda la zona se puede abrir, porque los planes que se han implementado son muy distintos”. Por eso, el experto de Oikos consideró que “va a demorar” en verse cifras de crecimiento para la región.
El impacto en casa
El informe del BCU reconoce cinco principales riesgos a nivel de economía internacional: EEUU, Europa, China, la región y geopolítico (que incluye el impacto del covid-19 sobre la economía global).
Los dos últimos están situados en niveles de alerta amarilla/naranja; los otros tres, en una categoría de riesgo menor.
De esta manera, para Cantisani, el escenario de bajas tasas de interés sostenido en los próximos años implica un “entorno financiero internacional más benigno”. Por otro lado, las mayores perspectivas de recuperación -y en particular la mayor demanda por parte de China-, junto con la relativa debilidad del dólar, han implicado un importante aumento del precio de los commodities, lo cual también es una buena noticia para el sector exportador, expresó el economista de CPA.
Asimismo, en su opinión, la principal preocupación para Uruguay llega por el lado de Argentina y Brasil, que “no son fuente de buenas noticias”.
Por su parte, Moya apuntó que Uruguay podría beneficiarse del exceso de liquidez, lo que genera acceso a capitales a los que Uruguay puede llegar a muy baja tasa. “Sería deseable que ese beneficio sea destinado a inversión y no financiar el gasto corriente, porque de lo contrario caemos siempre en la misma trampa, lo que genera un atraso cambiario, que es otro de los problemas que puede generar el influjo de capitales”, advirtió. Así, el experto de Oikos concluyó que, una vez alcanzada la inmunidad del rebaño, se espera que el país retome una senda de crecimiento.