La decisión tomada por el gobierno uruguayo de anunciar a sus socios en el bloque regional que iniciará conversaciones para buscar negociaciones por fuera del Mercosur fue “un instrumento para ejercer presión” y un camino “muy transparente”. Así afirmaron, en diálogo con CRÓNICAS, Nicolás Albertoni y Gonzalo Oleggini, expertos en análisis internacional. Posibles mercados podrían ser Corea del Sur o Canadá, pero el más seguro es China, según Oleggini. Sin embargo, Albertoni insistió en que “para aceitar la estrategia, empecemos por mercados intermedios”.
Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Argentina. Brasil. Paraguay. Uruguay. Desde hace 30 años, las cuatro naciones vivían en armonía, pero todo cambió cuando la necesidad de flexibilizar atacó. Después de varias idas y vueltas, lastres y propuestas, Uruguay encontró una nueva respuesta: anunció a los países del Mercosur que iniciará conversaciones con “terceros” para “negociar acuerdos comerciales”, durante una reunión de ministros de Economía y Relaciones Exteriores de los países integrantes.
Si bien esto parecería sonar como que Uruguay puso un pie afuera del bloque regional, para los analistas internacionales consultados por CRÓNICAS la situación está lejos de ser así. Para Nicolás Albertoni, Doctor en Política y Relaciones Internacionales, lo que Uruguay hizo fue “seguir insistiendo que no se quiere dar un portazo y justamente seguir en el bloque, pero sabiendo que se necesitan las libertades que el gobierno viene insistiendo hace tiempo”. Por su parte, Gonzalo Oleggini, investigador en negocios internacionales, precisó que esta jugada de Uruguay fue “un instrumento para ejercer presión”.
En este sentido, este último subrayó que hay una diferencia entre negociar y tener el acuerdo. “Los tratados a negociar algunas veces llevan meses o años, entonces creo que lo que no quiere hacer Uruguay es, dentro de un año, conseguir algo y después negociar los tratados para dentro de dos años más, y así sucesivamente”, enfatizó. Para Albertoni, la lógica detrás de la iniciativa uruguaya es una “de cansancio”, ya que el país le manifestó a sus socios que “ya nada les sirve” (de las propuestas previas que había realizado), por lo que se irá a empezar conversaciones.
“Me pareció muy transparente de parte del gobierno uruguayo seguir insistiendo en ese sentido”, evaluó el experto.
Asimismo, ambos coincidieron en que Uruguay quedó en un punto medio entre flexibilización y pasar a ser un miembro asociado del Mercosur. Sin embargo, no afinaron detalles en cuanto a qué significa exactamente para Uruguay. En opinión de Oleggini es, justamente, un “paso intermedio” que puede llevar a buscar negociaciones extrabloque, mientras que para Albertoni significó “casi que un principio de transparencia” de comunicarle a los socios la intención de negociar con otros.
De esta manera, los dos expertos concordaron otra vez en que el anuncio previo al cambio de mando (de Argentina a Brasil) fue estratégico. “Suponemos que Brasil apoya, (pero) también le estamos exigiendo presión a Brasil, que termine de confirmarnos ese apoyo”, consideró Oleggini.
Posibilidades
Consultados al respecto, los analistas visualizaron qué mercados serían ideales para Uruguay en su incipiente búsqueda de aliados extrabloque.
Corea del Sur “se muestra muy activo” para cerrar un acuerdo, indicó Albertoni. Dicho esto, el experto aclaró que, “dado que el tema todavía necesita tomar forma”, los grandes mercados internacionales podrían no ser el camino adecuado para Uruguay en este momento. “Para aceitar la estrategia y lo que puede pasar con esto, empecemos por mercados intermedios, que mañana los costos no sean mayores por empezar con grandes mercados y después es difícil realizar un acuerdo”, enfatizó.
Mientras tanto, para Oleggini hay un claro socio: China. Es “el primero con el que Uruguay va a negociar un acuerdo”, aseguró, y agregó que ya se puede ir avanzando en la materia. En segunda instancia aparecen Corea del Sur y Canadá —países con los que el Mercosur ya tiene diálogo abierto— y también Estados Unidos y el Reino Unido.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de la Unión de Exportadores (UEU), Teresa Aishemberg, reforzó que los tres principales mercados internacionales que podrían moverle la aguja son las dos potencias y el viejo continente. En diálogo con CRÓNICAS (ver recuadro), lamentó que con Europa se haya “trancado” el acuerdo entre ambos bloques regionales y añadió que Uruguay podría “avanzar en entrar con aranceles menores a la Unión Europea, algo que se hace de forma progresiva”.
De esta manera, los tres actores aseveraron que el escenario internacional para Uruguay podría ser favorable. “El país es pequeño pero tiene una situación geográfica interesante; no por pequeño no podemos generar acuerdos con otros países grandes”, insistió Aishemberg, pero Albertoni fue más bien cauto. En su opinión, todavía se trata de un escenario hipotético y en realidad es “más bien conversar con otros países y plantear su postura sobre algunas negociaciones” que “no necesariamente” implica cerrar acuerdos. “Puede tratarse de inversiones», enfatizó.
Exportadores
Aishemberg manifestó el apoyo desde la gremial exportadora a la propuesta del gobierno. “Lo estamos sugiriendo hace mucho tiempo para mejorar nuestra competitividad y el empleo en Uruguay y en el Mercosur”, puntualizó, e hizo hincapié en que lo que el país necesita es “más y mejor Mercosur” porque “está imperfecto”.
En su opinión, lo que Uruguay necesita es avanzar en entrar en mercados donde otros ya lo hacen con aranceles más bajos. “Para eso necesitamos esa flexibilización que tanto pregona el presidente de la República que también nosotros hemos sugerido durante mucho tiempo porque es una necesidad de los exportadores: ser más competitivos”, redobló la ejecutiva.
En este sentido, remarcó que alrededor del 20% de las empresas uruguayas exportan al bloque regional. Según detalló, “hay un porcentaje importante que no pueden exportar fuera de la región pero hay otros que sí y compiten con el mundo en inferioridad de condiciones”.
Por último, aseveró que el Mercosur debería convertirse en lo que se logró en Europa: “que uno pasa de un país al otro y no se entera”. A su entender, “tiene que haber toda una organización, temas de tributos y de aduanas para que sea una unión aduanera perfecta”.
