La Cepal sostuvo que hay un fuerte deterioro del comercio de América Latina, que se contraerá por cuarto año consecutivo, y advirtió por la caída en la importación de bienes de capital e intermedios, que dificultarán la capacidad productiva de la región.
En la presentación del “Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe”, la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, describió que el objetivo fundamental del trabajo es el de “entender las actuales tensiones de la globalización” y ver “cómo está la región frente a estos acontecimientos globales”.
Bárcena reconoció que “estamos en un momento muy crítico” donde la globalización está comenzando a ser “cuestionada”. Ello se debe a “tensiones” generadas por: un bajo dinamismo de la economía, un elevado desempleo en Europa, el estancamiento de los salarios –fundamentalmente en la clase media del mundo desarrollado-, mayor desigualdad, crecientes flujos migratorios, intensa competencia industrial de Asia, y los “impactos disruptivos de la revolución digital”.
Esta situación está generando que en muchos países haya un aumento de los partidos nacionalistas, de la oposición a los acuerdos comerciales multilaterales y resistencia a la inmigración.
Asimismo, Bárcena advirtió que la inversión no ha logrado recuperarse en los países desarrollados luego de la fuerte contracción generada durante la crisis global, y que “se han desgastado las políticas monetarias y fiscales”. Aseguró que la política fiscal restrictiva que ha aplicado el mundo desarrollado para ajustar sus cuentas “ha impedido que haya una acción conjunta para dinamizar la economía”.
A ello se le suman “los persistentes desbalances en la cuenta corriente”, donde algunos países –como Alemania, Japón, Corea del Sur, China- siguen teniendo saldos superavitarios, que “han castigado mucho a las economías deficitarias, entre ellas las nuestras”. A su vez, las economías deficitarias ven agravado su endeudamiento, generando en algunos casos “problemas graves”.
En este escenario, la transición por la que atraviesa China para pasar de un modelo sustentado en sus exportaciones a otro basado en su consumo doméstico, no ha logrado reducir la brecha entre inversión y consumo en ese país. Bárcena advirtió además que en ese proceso China está “sustituyendo sus importaciones”, sobre todo las de aquellas manufacturas de contenido tecnológico medio y alto.
Un problema serio
En lo que refiere al comercio internacional de la región, la Cepal destaca que las exportaciones han caído en su participación en el comercio mundial de bienes y servicios entre el 2000 y el 2015, a contraposición de lo que sucedió con Asia, que crece en todos los rubros, fundamentalmente a impulso de China.
En ese sentido, Bárcena advirtió que “el panorama comercial de la región no es muy auspicioso” y estimó que el 2016 cerrará con una contracción de las exportaciones del 5% mientras que las importaciones lo harán un 9%, completando así cuatro años de contracción del comercio. De todas formas, pensando en los próximos años el organismo espera que el comercio regional crezca un 3% anual. “Ojalá así sea”, señaló.
Si bien el mayor retroceso de las importaciones implica una mejora del saldo comercial de la región, Bárcena advirtió que la mayor caída se verifica en las compras de bienes de capital e insumos intermedios, lo que puede incidir negativamente en la producción, ya que la región no produce estos bienes por sí misma. “Esto es un problema muy serio”, alertó.
La funcionaria de la Cepal, agregó que además de caer el comercio “con todos nuestros principales socios”, “el comercio intrarregional es el que más cae”. “Esto es algo complejo porque en un contexto de menor comercio global, una opción sería comerciar más a nuestro interior, pero eso no se está dando”, sostuvo.
Bárcena también dijo que el escenario político internacional plantea “nuevas incertidumbres” particularmente en lo que refiere a la regulación del comercio mundial. Al respecto, evaluó que una alternativa para la región en este contexto es la de “mirar más a una apertura comercial intrarregional”. “Sin duda ante la incertidumbre actual hay que avanzar más en la integración regional: impulsar la convergencia entre los mecanismos regionales de integración, avanzar hacia un mercado único digital, implementar un programa regional infraestructura, desarrollar cadenas productivas regionales y acelerar la agenda de facilitación de comercio”, concluyó.