SILVIA EMALDI, PRESIDENTA DE UTE
La presidenta de UTE explica el nuevo modelo de negocios que implementa la empresa, que tiene como fin esencial brindar un servicio público que sea un motor de desarrollo para el país.
¿Qué modelo de gestión debe seguir UTE para posicionarse como una empresa innovadora y de vanguardia en el sector energético?
Nuestro propósito es brindar un servicio público que mejore la calidad de vida y sea un motor de desarrollo para el país. Por eso sostenemos que el cliente es la razón de ser de nuestra empresa. UTE debe estar a la vanguardia en innovación y desarrollo para brindar un servicio público eficiente y al mejor costo posible.
Asimismo, asumimos el compromiso de generar condiciones para que vengan las empresas a invertir, porque además de la calidad del trabajo de nuestra gente y de un marco legal estable, el país ofrece energías limpias.
Cabe recordar que se ha logrado una primera transformación energética, alcanzando el 98% de producción eléctrica proveniente de fuentes renovables.
En este marco, UTE tiene definido un nuevo modelo de negocio sostenible con cinco ejes estratégicos: clientes, descarbonización, regulación, gobernanza corporativa, y personas y cultura.
Necesitamos dar un nuevo salto cualitativo en nuestra gestión, a través del trabajo en equipo y en red, incorporando las mejores prácticas; la mejora continua es parte de nuestro desvelo. El nuevo modelo de negocio tiene por objetivo instrumentar los cambios necesarios para consolidar una empresa que se preocupa por estar cada vez más cerca del cliente, de la sociedad en su conjunto, logrando que UTE esté internalizada en la gente y reconocida por el conjunto de servicios que brinda sin pausas durante todos los días del año.
El desafío de UTE es continuar mejorando su desempeño en las tres dimensiones del trilema energético que promueve el Consejo Mundial de la Energía: seguridad energética, equidad energética y sostenibilidad ambiental.
Seguridad energética
UTE contribuyó en la última década a la transformación de la matriz eléctrica, que permite disponer en Uruguay de un parque generador con un alto porcentaje de generación con fuentes renovables. Este fue un primer paso, contribuyendo a la descarbonización global.
Uruguay se ubica en el segundo lugar en el mundo, después de Dinamarca, en cuanto a la participación de las energías renovables no convencionales.
Para contribuir a la seguridad energética en este período pondremos foco en la mejora de las redes de trasmisión y distribución de energía eléctrica, que permita disponer de una calidad del servicio acorde a las necesidades de los desarrollos productivos en los distintos puntos del país.
Con el desarrollo del plan de mejora de las redes se busca, en primer lugar, fortalecer los sectores productivos, con mejoras en infraestructura eléctrica más robusta y confiable. A su vez, reactivar la inversión para incorporar mano de obra nacional y materiales que fomenten la industria nacional, lo que representa del orden del 75% de la inversión total. Además, mejorar la calidad de servicio eléctrico para atender las necesidades crecientes de confiabilidad de suministro, asociadas a las expectativas de eficiencia del sector productivo. Y en este contexto, también bajar costos, personal de mantenimiento y operación.
Nuestro gran desafío ahora es facilitar la segunda transformación energética a través de la descarbonización del transporte, mediante el uso de vehículos eléctricos y la incorporación de hidrógeno verde para sustituir al petróleo y sus derivados.
La promoción de la movilidad eléctrica en Uruguay es clave. Estamos instalando en las estaciones de Ancap y en acuerdo con las intendencias una red de recarga para los vehículos eléctricos que disponga un punto de carga cada 50 km. Asimismo, se han definido tarifas promocionales dentro del Plan Inteligente para facilitar la movilidad eléctrica, aprovechando la disponibilidad de las energías renovables, en particular en las horas de la noche donde tenemos más capacidad por la producción de los parques eólicos instalados.
La eficiencia energética juega un rol importante en la descarbonización. Según la EIA, de no haberse aplicado en el mundo medidas de eficiencia energética desde el año 2000, las emisiones de CO2 serían un 12% mayores a las registradas.
En sostenibilidad ambiental, también estamos trabajando con la Dirección Nacional de Energía del MIEM para desarrollar un sistema nacional de Certificación de Energías Renovables. Consiste en una metodología que permita certificar el porcentaje de energías renovables que usan nuestros clientes conectados a la red, que permitirá que las empresas instaladas en Uruguay puedan certificar que sus productos y servicios se brindan utilizando energías renovables y por tanto contribuyen a la estrategia de carbono neutral.
¿Por dónde cree que irán las futuras revoluciones en el sector?
En el marco de la segunda transformación energética, además de impulsar la movilidad eléctrica, estamos explorando la posibilidad de producir hidrógeno verde en Uruguay, que es aquel que para su producción utiliza energías renovables, que hoy están disponibles en el país.
Disponer de una matriz energética de generación más limpia, nos permite posicionarnos mejor para el desafío de descarbonización mundial, y que Uruguay ocupe un lugar destacado junto a países con un alto grado de desarrollo.
La generación de energía eléctrica en base a fuentes de origen renovable hace atractivo a Uruguay para este tipo de proyectos, junto a una ley de promoción de inversiones, seguridad jurídica, un marco legal estable y calificación crediticia con grado inversor.
En este momento estamos enfocados al suministro de energía eléctrica para abastecer una planta piloto de hidrógeno verde en Uruguay, para su uso en transporte de carga pesada con camiones que lo utilicen.
Es una experiencia piloto y un primer paso en ese sentido donde participamos en un grupo interinstitucional que lidera el MIEM y en el cual participamos con Ancap, el MEF y el Ministerio de Ambiente.
UTE aporta su experiencia en el sector eléctrico, buscando los momentos con mejores disponibilidades de energías renovables con mejores precios para este proyecto piloto de hidrógeno verde.
El hidrógeno verde se visualiza como una buena oportunidad para América Latina tanto para su uso local como para convertirse en un commodity para exportar. En particular, varios países de Europa se muestran interesados en explorar esta posibilidad que les ofrece nuestro país.
Chile y Uruguay son los dos países de la región donde se están dando los primeros pasos en el camino de posicionarse como referentes en la materia.
UTE está analizando cómo se están posicionando las mayores empresas eléctricas en el mundo. Por un lado, ven que la electrificación juega un rol cada vez más importante como parte de la estrategia para luchar contra el cambio climático, pero visualizan al hidrógeno verde como un gran aliado para descarbonizar sectores como la industria química, o algunos sectores industriales que consumen más electricidad (acero, cemento), aviación y transporte marítimo. El hidrógeno verde será un elemento fundamental para acelerar la transición energética y generar también importantes ventajas socioeconómicas y ambientales.
“Uno de los objetivos clave de nuestra gestión será reducir las tarifas de nuestros clientes y ya lo estamos haciendo: más de 150 mil clientes que tienen las tarifas inteligentes lograron una reducción de sus tarifas del orden del 15%”.
¿Cuáles son los diferentes planes y objetivos que pretende llevar adelante durante su gestión al frente de UTE?
En el marco de mejorar la equidad energética UTE estará llevando adelante varias iniciativas. Una es el Plan Uruguay 100% Eléctrico que permitirá que dispongan de energía los hogares y establecimientos rurales que en el Interior del país todavía no cuentan con el acceso a la misma. También destacó el Bono Social de la energía eléctrica, cuyo objetivo es brindar acceso seguro y regularizado a las personas que se encuentran en situación vulnerable. Además, está muy activo el Plan Inteligente que, a través de las tarifas doble horario y triple horario, permite una reducción significativa del monto que pagan mensualmente los clientes residenciales.
A su vez, el plan Uruguay 100% Eléctrico, busca llevar a los hogares y establecimientos productivos del país la energía para el desarrollo de sus actividades, sea por la extensión de las redes tradicionales o por la incorporación de kits fotovoltaicos.
En el segundo semestre del año comenzarán a llegar los paneles solares que serán parte del kit fotovoltaico que se estará instalando a las 2000 familias en zonas rurales que aún no cuentan con energía eléctrica. El objetivo es llegar a fines del 2024 con el 100% de los clientes que cuenten con el servicio.
Tal como se viene desarrollando la electrificación convencional, en la que UTE aporta sin cargo una porción importante de la inversión, para el Plan de Electrificación a través de paneles solares se pretende mantener la misma pauta y se está trabajando en coordinación con OPP que generalmente también contribuye con fondos para la expansión de la electrificación rural.
UTE se encargaría, a través de empresas contratadas para ese fin, de hacer la instalación del kit fotovoltaico y de la red de baja tensión interna a la vivienda, la que incluye cinco puestas de iluminación con lámparas eficientes, cinco tomas y una heladera eficiente.
Este servicio permite la instalación de electrodomésticos como en cualquier vivienda urbana, con los cuidados relativos a la no conexión de equipamiento de calefacción, cocción o termotanques.
Se está evaluando la opción de que los propios beneficiarios realicen su aporte mensual (a modo de los clientes normales de UTE) pero en el entendido de que los montos mensuales deben guardar una relación con los pagados por los consumidores residenciales convencionales, para usos eléctricos similares.
Uruguay está trabajando arduamente para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El “ODS7 Energía asequible y no contaminante” tiene como finalidad “garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos” y uno de los desafíos planteados consiste en “avanzar en facilitar el acceso regular y seguro a la energía eléctrica en los hogares más vulnerables”.
Si bien UTE aplica descuentos comerciales a los beneficiarios del Programa Tarjeta Uruguay Social del Mides y a clientes involucrados en el Plan de Inclusión Social de UTE, sin embargo, existe un gran número de hogares en situación de vulnerabilidad que no acceden a la energía eléctrica en forma regular, segura o a un costo accesible de acuerdo con su situación socioeconómica. Por ese motivo, UTE está trabajando en la instrumentación de un Bono Social de Energía Eléctrica que permita incorporar una importante bonificación, a las facturas de los hogares más vulnerables identificados en los diferentes programas Mides.
Del análisis realizado sobre datos aportados por el Mides surge que existen unos 280.000 beneficiarios de sus programas, que integran hogares en situación de vulnerabilidad socioeconómica, de los cuáles solamente el 12% reciben descuentos comerciales de UTE a través de los instrumentos vigentes.
El Bono Social permitirá el acceso regular, seguro y a un costo accesible, a la energía eléctrica en los hogares más vulnerables, en línea con los diferentes programas de protección definidos por el Mides.
Su aplicación será progresiva, comenzando por los hogares más vulnerables que son beneficiarios de programas Mides, para luego incorporar otros colectivos.
Se establecerán diferentes niveles de bonificación atendiendo la situación de vulnerabilidad y la cantidad de integrantes del hogar. Estas bonificaciones se instrumentarán como un descuento a aplicar sobre los diferentes conceptos de la factura hasta un tope de consumo.
La entrada en vigencia del Bono Social será una vez aprobado el próximo pliego tarifario, previsto en el mes de enero. La cantidad de beneficiarios dependerá de los criterios que se definan; estimamos que inicialmente serán de al menos unos 100.000 beneficiarios.
Paralelamente, UTE estará impulsando un plan de reducción de pérdidas que permitirá financiar el bono social y a su vez contribuir a la baja de las tarifas.
Uno de los objetivos clave de nuestra gestión será reducir las tarifas de nuestros clientes y ya lo estamos haciendo: más de 150 mil clientes que tienen las tarifas inteligentes lograron una reducción de sus tarifas del orden del 15%.
El Plan Inteligente estará vigente hasta fines del 2021, con la garantía de ahorro seguro, o sea que si durante el primer año que se pasó a las tarifas inteligentes hubiera pagado menos con la tarifa anterior, UTE le devuelve la diferencia.
Con estas tarifas, el cliente accede a una tarifa más económica 24 horas sábado, domingo y feriados, y 20 horas del día de lunes a viernes, que puede elegir entre las 22 a 18 horas del día siguiente, 23 a 19 horas o 24 a 20 horas.