POR ANDREA ROTH, PRESIDENTA DE LA UNIÓN DE EXPORTADORES
Desde la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) felicitamos a CRÓNICAS por sus cuatro décadas informando y analizando la realidad. Fueron tiempos de cambios relevantes tanto para Uruguay como para el mundo. Hoy cuesta pensar cómo era la vida de aquel entonces sin celular o internet, sin la posibilidad de hacer una reunión virtual de trabajo o elaborar colaborativamente documentos en línea.
En materia económica y comercial faltaban todavía 10 años para ver nacer al Mercosur, aunque Uruguay tenía acuerdos con Argentina y Brasil. La matriz productiva y exportadora se repartía entre carne y productos alimenticios de origen agropecuario, cuero, lana y textiles. Estos últimos llegaban casi a un tercio del total exportado.
El Mercosur, a partir de 1991, potenció el comercio intrarregional pero luego se estancó y no logró satisfacer las expectativas de ser una plataforma de inserción internacional. La dependencia exportadora hacia la región -de principios de los 2000- fue dando paso a una nueva composición de destinos, además del incremento de la exportación en total. Hoy Uruguay llega a más de 170 países en todos los continentes, con una fuerte incidencia de China, que representaba menos del 5% antes del 2005 y avanzó en los últimos años hasta acercarse a un tercio de la exportación total.
En el transcurso de estas décadas el sector textil quedó reducido a su mínima expresión, mientras que aparecieron nuevos productos de exportación que se ubicaron en los primeros lugares del ranking, como ser la soja y la celulosa. A su vez, el país pasó a exportar energía eléctrica a partir de un importante impulso hacia las energías renovables.
Las exportaciones de servicios pasaron a ocupar un lugar relevante en el comercio exterior, con una mayor diversificación de la oferta, que va desde turismo receptivo hasta software, pasando por servicios profesionales, audiovisuales y videojuegos.
Estas transformaciones de la matriz productiva y exportadora se dieron, en buena medida, a partir de la creación de regímenes especiales, como ser las zonas francas, ley de inversiones, puerto y aeropuerto libres y un decidido impulso a la atracción de inversiones por parte de los gobiernos de todos los signos políticos.
La UEU fue acompañando todas esas etapas y se propone ser partícipe activo de los cambios necesarios de cara a las próximas décadas. En ese sentido, la pregunta que se plantea es ¿qué se necesita hacer hoy para crear las condiciones que permitan un mayor crecimiento en las próximas décadas? El mundo se transforma a una velocidad vertiginosa, y tenemos la obligación de adelantarnos al futuro para poder definir los pasos más inteligentes a seguir hoy.
En ese sentido, vemos cada vez de forma más nítida como gobiernos, organismos y organizaciones de todo el mundo se plantean cómo será el planeta postpandemia. Todo apunta a que será un mundo más sustentable, en el que la tecnología jugará un rol fundamental para poder replantear la forma de producir, consumir y moverse.
Se hace necesario lograr los equilibrios que permitan un desarrollo económico con un mayor cuidado por el planeta. Que se promuevan nuevas formas de diseñar bienes y servicios, de generar valor y empleo, sin comprometer los recursos naturales y manejando estándares de ética e inclusión, que permitan un mejor desarrollo de las sociedades en las que las empresas están insertas.
Desde la UEU tenemos dos agendas de trabajo y nuevas unidades para acompañar estos procesos. En la agenda de corto plazo mantenemos vigentes los planteos que venimos realizando en los últimos años tanto a autoridades como a los privados involucrados. Entre esos planteos se destaca la necesidad de mejoras en la inserción internacional del país y de reducción de costos logísticos y de producción.
Al mismo tiempo, la UEU tiene la mirada puesta en el mediano y largo plazo y considera que es necesaria la elaboración de una Estrategia Nacional de Exportaciones, que represente una guía para que cada uno, desde su lugar, trabaje para un objetivo común. Para ello se conformó un grupo de trabajo de exportadores para generar insumos y contribuir en el armado de esa hoja de ruta.
Además, la UEU creó tres nuevas unidades en la institución con el objetivo de ayudar a las empresas a transitar las transformaciones que el nuevo contexto requiere: Exportación Verde, Género y Pyme.
Exportación Verde se plantea ser un instrumento de apoyo a los exportadores en informarse y adaptar sus productos o procesos con el objetivo de reducir emisiones, ser más eficientes en el uso de los recursos naturales y reducir desperdicios, entre otros aspectos.
La unidad de Género ofrece apoyo a las empresas en implementar una mirada distinta e inclusiva en la organización, al tiempo que ayuda a empresarias y emprendedoras en la internacionalización de sus empresas.
La unidad Pyme, con la iniciativa Pymealmundo, ofrece junto a ANII, ANDE, BROU y Uruguay XXI, un acompañamiento a través de mentores a las empresas más pequeñas -que generalmente tienen menores posibilidades de supervivencia- en su salida y mantenimiento en los mercados internacionales.
La UEU se propuso hace 54 años ser un referente para el sector exportador, ser el interlocutor para plantear necesidades de las empresas y promover los cambios que se requieren para el desarrollo de la exportación y del país. Estamos satisfechos con el camino recorrido, pero todavía falta mucho por recorrer. La UEU continuará trabajando con el firme objetivo de transformar a Uruguay en un país más exportador.