La Universidad ORT pasó a funcionar casi al 100% de manera online a una semana de la llegada de la pandemia del covid-19 a Uruguay. Ahora, en el contexto del segundo semestre de 2021, y pensando en la educación del futuro, el vicerrector Julio Fernández dijo a CRÓNICAS que hay factores de la virtualidad que llegaron para quedarse en la nueva normalidad presencial. Por ejemplo, la grabación de clases y que “en casi todos los cursos los docentes desarrollaron nuevas ideas, materiales y enfoques para sus cursos, que sin duda se van a seguir utilizando porque han resultado efectivos”, puntualizó.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
– A un año y medio de la pandemia, ¿cómo diría que su universidad vivió esta situación tan particular? ¿Cómo se adaptó?
– Intentamos estar a la altura del desafío y de las expectativas de nuestros estudiantes. Nos ayudó mucho el trabajo que veníamos desarrollando desde hace más de 20 años para la docencia por medios electrónicos, creando plataformas técnicas y equipos humanos de apoyo, formando a los docentes y estableciendo una sólida infraestructura tecnológica. Una semana después de la pandemia ya estábamos funcionando con la totalidad de los cursos en línea, a excepción de algunos laboratorios que requerían presencia física, que fueron realizados más adelante a medida que se autorizó la actividad. No se perdió ni una hora de ninguna actividad.
Hay que destacar el esfuerzo y el apoyo del plantel docente y de los equipos técnicos, que realizaron un esfuerzo impresionante, especialmente en el primer semestre de 2020; y de los propios estudiantes, que comprendieron y se adaptaron también.
– ¿Hay gente que quedó por fuera de la universidad debido a la llegada de la pandemia?
– Las encuestas que realizamos, y las tasas de continuación, sugieren que no hubo estudiantes excluidos por la pandemia. La universidad creó y usó un fondo de apoyo para los alumnos que enfrentaron dificultades económicas imprevistas. Nuestros estudiantes tenían acceso, en su gran mayoría, a medios de conexión y equipo suficiente para poder aprovechar la modalidad online. Incluso hubo alumnos que prefirieron el modo online por motivos de trabajo y para evitar el tiempo de traslado, por vivir en el Interior o por otras necesidades personales.
– Por otro lado, ¿cómo se ha comportado la matrícula estudiantil? En 2019, 2020 y lo que va del 2021.
– La matrícula en 2020 y 2021 continuó con un ritmo de crecimiento similar al de años anteriores. No notamos efectos significativos de la pandemia.
– Como comentaba, gran parte del trabajo de la Universidad ORT, incluidas las clases, pasó a ser online. ¿Qué aspectos de la virtualidad cree que podrían implementarse dentro de la nueva normalidad?
– Efectivamente, casi todo lo que hacíamos tuvo que pasar a modo online en muy poco tiempo. Creo que muchas cosas de las que incorporamos, o aprendimos, van a seguir siendo utilizadas, por ejemplo, la grabación de clases. Por otra parte, en casi todos los cursos los docentes desarrollaron nuevas ideas, materiales y enfoques para sus cursos, que sin duda se van a seguir usando —cualquiera sea la modalidad— porque han resultado efectivos. El esfuerzo muy importante que se realizó en la capacitación docente va a continuar siendo útil en el futuro.
– Este semestre inició con clases presenciales. ¿Qué desafío presenta la vuelta a las aulas?
– El desafío es armonizar la actividad presencial, que es la base, con los componentes online que hemos usado masivamente y que resultaron efectivos. Queremos mantener todo lo que ha sido comprobado como efectivo, y hay que conciliar con la actividad presencial tradicional.
– ¿Exigirán que los alumnos estén vacunados?
– No estamos exigiendo vacunación, pero exhortamos a los estudiantes a que se vacunen.
– ¿Se está trabajando para llevar a la universidad al Interior del país?
– No tenemos planes para establecernos fuera de nuestra sede actual, pero las nuevas modalidades sin duda ampliarán el alcance de la universidad. Muchos de nuestros estudiantes son del Interior, y han aprovechado la modalidad online.
– Por otro lado, ¿cree que el covid-19 tendrá un impacto fuerte en lo que son los programas de intercambio estudiantil de la universidad?
– El impacto en la movilidad internacional fue muy fuerte por las restricciones migratorias y la reducción drástica del transporte aéreo. Tuvimos estudiantes varados en el exterior varios meses a principio de 2020. Actualmente se está retomando el intercambio estudiantil internacional, con una gran demanda que se acumuló a causa de las restricciones migratorias, sanitarias y de transporte del último año y medio. Como todo el planeta fue afectado, las universidades socias de nuestros programas también experimentaron problemas similares; y todos se han adaptado a la situación.
Esperamos que en los próximos meses se retorne gradualmente a las cifras históricas de intercambio, a medida que se normalice la situación mundial precisamente en cuanto a lo migratorio, sanitario y de transporte.
– A modo de síntesis, ¿cómo se perfila la educación del futuro en la ORT? Tanto el semestre que viene como en 2022 y adelante, ya pensando en una etapa postpandemia.
– La educación en ORT, previo, durante y postpandemia, sostuvo los mismos objetivos y valores. En primer lugar, nuestro compromiso con los estudiantes para asegurar la continuidad de sus estudios, más allá de las circunstancias, se mantuvo, se mantiene y se mantendrá intacto. La pandemia simplemente le dio mayor visibilidad a este compromiso que se vive día a día en nuestra universidad.
Como mencionaba antes, el covid-19 nos puso a prueba, requirió de una rápida adaptación a los cambios por parte de toda la comunidad. Estos dos años lectivos de pandemia nos dejan muchos aprendizajes, a todos, gran parte de los cuales quedarán incorporados en el futuro postpandemia. A modo de ejemplo, la incorporación de nuevas herramientas y tecnología aplicadas a las aulas, nuevas modalidades y dinámicas de clase.