Azucarlito se encuentra en plena actividad de elaboración de lo que se denomina azúcar líquido invertido, que explicó a CRÓNICAS el Directivo de la empresa Miguel Franchini “es un formato de azúcar que es muy interesante para ser utilizado como insumo industrial”.
Es así que entre el suministro al mercado doméstico con azúcar refinado de alta calidad y el industrial “encuentra que ha perdido competitividad en este último (azúcar industrial) en desmedro del azúcar importado que se trae de los países vecinos sin arancel”.
El entrevistado puntualizó entonces que “debemos enfrentar una pérdida de volumen anual de operación y de alguna manera debemos encontrarle la vuelta para seguir sosteniendo la actividad con destino a la industria. De lo contrario debemos cerrar la refinería y transformarla en importadora y envasadora de azúcar”.
Azucarera del Litoral S.A. (Azucarlito) fue fundada el 21 de mayo de 1943.
Es un ingenio azucarero instalado en Paysandú que inició sus actividades de producción de azúcar de remolacha en 1950 y mantuvo esta actividad hasta 1992, fecha en que se discontinuó el cultivo de la materia prima local.
El jarabe de maíz
El entrevistado considera el nuevo producto “como una forma de recuperar el mercado industrial que se ha perdido”, explicando que el mismo “es el resultado de la disolución de azúcar y de una hidrolisis que hace que se invierta parte de la sacarosa en glucosa y en fructosa”, agregando que “esos azúcares se mantienen estables bajo la forma líquida y endulzan más que los azúcares de sacarosa por lo que es muy importante, manteniéndose su vida útil por más de 6 meses y al ser líquido se dosifica con mucho más precisión y facilidad en condiciones asépticas para un proceso industrial de refrescos, dulces, lácteos o de panificación”.
Franchini puntualizó entonces que el destinatario “solamente debe tener un tanque de acopio”, para explicar que “nosotros se lo suministramos con un camión cisterna bombeándose, lo que permite manipular de mejor manera en los procesos alimenticios, con menos mano de obra, con menos problemas sanitarios y mayor precisión”, resaltando “la gran ventaja que representa para las plantas industriales grandes, muchas de las cuales ya se habían pasado al líquido”.
Fue cuando puntualizó que no obstante las mismas “estaban importando jarabe de fructosa de maíz que se llama jarabe de alta fructosa en volumen que ha crecido, llegando a las 10.000 toneladas anuales desde Argentina. Pero este jarabe a nivel mundial está siendo objeto de preocupación por parte de las autoridades de la salud, como la OMS, porque se ha detectado que es causante de obesidad y diabetes”.
Nueva línea de producción
Acotó el entrevistado que lo último mencionado “está generando una movida mundial por parte de las multinacionales de los alimentos encabezadas por Coca Cola con el fin de reducir la utilización de ese jarabe y volver al azúcar sacarosa. Por eso nuestro producto pasa a ser una solución a ese problema, lo que está generando una predisposición positiva de las empresas de alimentos del mercado para utilizar nuestro producto”.
“Por ello pasar del jarabe mencionado al Azúcar Líquido Invertido (ALI) de Azucarlito es muy sencillo desde el punto de vista logístico como acopio y dosificación del producto”.
¿Requiere variante importante en la infraestructura de la planta?
“Hay que hacer una línea nueva de producción, acoplada a la refinería. Pero la línea que procesa el azúcar líquido requiere equipamiento nuevo”.
“Nosotros tenemos encaminado un proyecto de producción de 70 toneladas por día que serían 3 camiones –tanques lo que implica una inversión de 3 millones de dólares”
¿En qué están ahora entonces?
“Estamos terminando de afinar una planta piloto que es más o menos la tercera parte de capacidad que va a tener la planta definitiva”, respondió precisando que “hoy podemos producir una cisterna por día que equivale a 24 toneladas y con esta planta estamos testeando el mercado y la respuesta de los clientes. A la vez, estamos afinando el proceso en sí mismo para lograr el producto de mayor calificación para los clientes”.
Franchini estableció que “hemos ensayado algunas variantes de producción para quedarnos con la más eficiente y de mejor calidad para el consumidor final”.
Trabajo de investigación
¿Cuánto hace que se trabaja en el emprendimiento?
“Hace un año que estamos trabajando en esto y hemos avanzado muchísimo”, porque “esta tecnología de producir azúcar líquido invertido no es muy generalizada, no está en la estantería, sino que es algo muy novedoso ya no solo a nivel local sino regional y mundial”.
Fue cuando el entrevistado recordó que “San Pablo que es capital mundial del azúcar tiene 3 plantas de este tipo y en Argentina no hay”, mencionando que “hay algunas en la India, en Alemania, por lo que no podemos hablar de una tecnología fácilmente disponible por lo que hay que trabajar en investigación”.
¿Por ejemplo?
“Nos estamos apoyando mucho en la UTEC en Paysandú y en el Centro Tecnológico de la Udelar en la Estación Mario Casinoni, donde hay una unidad dependiente de la Facultad de Química con laboratorios espectaculares y muy sofisticados que la empresa no podría incorporar”.
No faltó la alusión a lo que significa el apoyo recibido de la Agencia Nacional de Investigación (ANII).
Explicando el proceso a través del cual se llega al azúcar líquido invertido se refirió a lo que es la hidrolisis “a través de lo que parte al medio la molécula de sacarosa y se la transforma en glucosa y fructosa pasando la mezcla a ser algo estable”