En medio de una puja entre “halcones” (quienes quieren una política más restrictiva) y “palomas” (quienes buscan mantener los estímulos), el Banco Central Europeo (BCE) anunció ayer jueves que comenzará a reducir las compras semanales de deuda de emergencia para hacer frente a la pandemia. La decisión se debe principalmente al aumento registrado por la inflación, que si bien la entidad entiende es un fenómeno “temporal”, también advierte que puede ser más persistente si continúan los problemas de las cadenas de suministros y los salarios crecen más de lo previsto.
El BCE decidió ayer jueves comenzar a reducir en el cuarto trimestre el ritmo de las compras semanales de deuda de emergencia para hacer frente a la pandemia respecto a los trimestres anteriores porque han mejorado las condiciones de financiación.
En un comunicado publicado tras la reunión, donde no específica a cuánto ascenderá esa reducción del Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés), la entidad explica que la decisión se tomó en base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación. “El Consejo de Gobierno considera que se pueden mantener unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras» de deuda de emergencia para hacer frente a la pandemia «ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores», agrega el comunicado.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó ayer jueves que la recuperación económica está en marcha y que el PIB de la zona euro alcanzará a final de año los niveles de prepandemia. El BCE ha revisado sus previsiones con una mejora de cuatro décimas para el PIB de la zona euro hasta el 5%, aunque rebaja ligeramente las perspectivas para 2022. Pese a incrementar las expectativas de inflación, la entidad sigue pensando que se trata de un fenómeno «temporal». No obstante, Lagarde asegura que puede ser más persistente si perduran los problemas de las cadenas de suministros y los salarios crecen más de lo previsto.
Halcones vs palomas
Si bien no se brindaron cifras sobre el recorte a realizar, se estima que el PEPP regresará a los valores de compras netas que se registraban en el tercer trimestre de 2020 (entre 60.000 y 70.000 millones de euros). Ahora mismo, el BCE está adquiriendo unos 80.000 millones de euros en bonos al mes bajo el PEPP y otros 20.000 millones de euros mensuales con el APP, que es el programa de compras convencional (el PEPP nació como un programa de emergencia para mitigar el impacto del covid-19 en la economía).
Por otro lado, el BCE mantuvo el precio del dinero en mínimos históricos. La tasa de interés principal (se cobra a los bancos en las subastas semanales) se mantuvo en el 0%, mientras que la tasa sobre la facilidad de depósito (el que se cobra a los bancos por guardar su dinero en el BCE) está en el -0,5% y la facilidad de crédito (el que se cobra a los bancos que necesitan liquidez urgente del BCE) en el 0,25%.
En su última reunión de julio, el BCE incorporó los cambios realizados en su estrategia de política monetaria y aseguró que mantendría las tasas de interés incluso aunque los precios superaran su objetivo del 2%, al considerar que dichos incrementos son temporales.
Sin embargo, la inflación ha seguido avanzando. El IPC armonizado ha alcanzado el 3% interanual en la zona euro, mientras que en países como Alemania se aproxima al 4%. Esto ha desencadenado una batalla entre los denominados “halcones” (quienes quieren una política monetaria más restrictiva) y “palomas” (los que buscan extender los estímulos y mantener tasas bajas).
Los halcones son los miembros del Consejo de Gobierno que se concentran en los países del centro y norte de Europa (Alemania, Austria, Países Bajos, los bálticos, entre otros), cuyas economías suelen ser acreedoras netas y se benefician de unos tipos de interés más altos. Los últimos datos de inflación y la vigorosidad de la recuperación económica han dado motivos a estos banqueros centrales para defender con mayor vehemencia su postura política.
Las bolsas mundiales, cuyos principales índices han alcanzado máximos históricos en las últimas semanas, llevan ya dos jornadas de pérdidas anticipando la relajación de las compras de deuda pública y corporativa por parte del BCE.