La Academia Nacional de Economía homenajeó al prestigioso intelectual y artista uruguayo, Ricardo Pascale, en un evento donde destacadas figuras elogiaron sus virtudes. Ricardo López Murphy, exministro argentino que trabajó junto a Pascale en el BCU se refirió a ese crítico momento de la historia; Margarita Roldós, se enfocó en su lado académico; y Carlos Steneri, en diversos planos de su personalidad. Desde el lado de las artes, el artista Marcos Maggi definió a Pascale en términos futbolísticos como un “centrojás”. Un mediocampista que se para en el centro de la cancha, relaciona la defensa y el ataque, cohesiona el ala e izquierda con la derecha, y es “un nexo que integra zonas blandas y duras, sectores diversos donde distribuye entusiasmo, fluidez y visión de cancha”.
Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl
“En la década del 60 Peñarol era una máquina que ganó tres copas Libertadores de América y dos copas del mundo. En esos años, Ricardo entrenó en Peñarol hasta que un jueves el director técnico del plantel principal le comunicó que se preparara para debutar el domingo en el Centenario porque el Tito Gonçalves estaba lesionado. Ricardo volvió a su casa y se lo contó a su padre con un entusiasmo más que justificado. La respuesta que recibió fue breve y sorpresiva. Su padre le dijo en voz baja, “no vas más”. Y agregó: “si te va bien en el futbol vas a dejar de estudiar”. Esa semana Ricardo dejó el fútbol y hasta el día de hoy sigue estudiando”.
Ese párrafo es parte de la carta escrita por Maggi para el homenaje a Pascale, y que fuera leída por la presidenta de la Academia Nacional de Economía, María Dolores Benavente. En la misiva, Maggi no ahorra elogios y define a Pascale de una forma muy particular.
“Siempre pensé que Ricardo era un lujo, un hombre importado del Renacimiento. Una personalidad multifacética capaz de ejercer a gran nivel actividades paralelas e irreconciliables: arte y matemática, economía y sicología, asesor internacional y cocinero, alumno y docente, presidencias del Banco Central, presidente de la Comisión de Bellas Artes y, al mismo tiempo, presidente del Institut Pasteur de Montevideo. De las crisis financieras a la pandemia, de Peñarol al Fondo Monetario, del taller de Nelson Ramos a instalar sus esculturas en forma permanente en lugares emblemáticos de Nueva York, Venecia o Berlín. Alguien podría confundir esta ductilidad de Pascale con la de Leonardo da Vinci o con la de un futbolista superdotado capaz de jugar en todos los puestos… de golero a puntero izquierdo. La realidad indica todo lo contrario: Ricardo solo jugó y juega de ‘centrojás’. Mediocampo que implica relacionar a la defensa con el ataque, cohesionar el equipo desde el ala izquierda al ala derecha. El número 5 es un nexo que integra zonas blandas y duras, sectores diversos donde distribuye entusiasmo, fluidez y visión de cancha”.
Coraje, valentía y seguridad
Esta metáfora de Pascale como un “centrojás” en la cancha se respalda también en los comentarios de los restantes oradores.
La primera presidencia del BCU de Pascale (1985-1990) se dio en la apertura democrática, un momento turbulento y de crisis de deuda pública en todos los países de Latinoamérica. Ricardo Lopez Murphy, exministro argentino y quien entonces fuera asesor del BCU, dijo que “en esas circunstancias me tocó acompañar a Pascale y pude disfrutar de su talento”.
Entre los temas que enfrentó, recordó “la crisis de deuda en el contexto de una década perdida para nuestros vecinos, donde toda la región estaba en una situación enormemente crítica”. Indicó que Pascale “tuvo un papel fundamental en la negociación de la deuda” con los organismos multilaterales, sabiendo que esa negociación era “necesaria e insuficiente”.
También debió afrontar una “crisis macroeconómica” generada por la elevada dependencia de Uruguay a sus dos vecinos, y lidiar con una crisis financiera interna.
“Era apasionante lo que había que hacer. Siempre recuerdo la serenidad de Ricardo… Habíamos pasado una mañana de noticias terribles e íbamos a almorzar a ver si podíamos hacer algo distinto porque todos los días parecía que se acababa el mundo”, recordó.
El exministro argentino destacó “su coraje, su valentía, su seguridad” y rememoró su preparación previa a las interpelaciones parlamentarias. “Ahí entendí que, en el fondo, la política en serio es un acto de docencia. Iba a enfrentar una interpelación y la preparación era como la de una inmensa clase”, indicó López Murphy.
Te mandan a la cancha
Margarita Roldós, profesora grado cinco y experta en finanzas, hizo foco en el rol docente de Pascale y en su influencia académica. “La enseñanza de las finanzas en Uruguay empezó con Ricardo”, sostuvo, explicando que transformó a Finanzas de Empresas en “mucho más que una asignatura”.
“Para dar clases con Ricardo había que estar preparado siempre. Como él siempre dice, había que estar preparado para salir a la cancha. (…) Nos obligaba a estar muy preparados”, enfatizó.
Roldós destacó su profesionalismo, su exigencia y su rigurosidad, pero también su generosidad. Además, comentó que siempre planteó el desafío del conocimiento. “Siempre nos decía que desafiemos lo que estamos leyendo”.
“Lo vemos en sus libros y en sus propuestas para el país; esa actitud desde hace muchísimos años se mantiene intacta y la sigue transmitiendo a todos sus alumnos”, resumió.
Precisión de cirujano
“Es un placer participar de este homenaje a un querido amigo, a un académico, a un profesor, y a un artista. Una personalidad con tantas facetas”. Con esas palabras comenzó Carlos Steneri su homenaje a quien definió como un “pionero en la economía y las finanzas”, pero que traspasa esas áreas. “Es un persona que ha ido evolucionando, fue creciendo y traspasa la línea de las finanzas, pensando a futuro, pensando en los frenos que un país como Uruguay enfrenta para impedirle crecer a nivel de su potencial”, comentó Steneri en referencia al último libro escrito por Pascale, “Del Freno al Impulso”.
Al igual que López Murphy, Steneri se refirió a su trabajo en la esfera pública y aseguró que hay un símil entre la crisis del 2002 y la de aquellos años 1985-1990. “Quizás esa fue una crisis en cámara lenta, no fue condensada en un par de años, pero fue una crisis de enorme magnitud, donde el país estuvo al borde del colapso, lo que hubiese sido fatídico porque estábamos saliendo de un régimen militar”, comentó.
Steneri evaluó que el trabajo fue el de “ir resolviendo crisis simultáneas”, y destacó al equipo económico de la época liderado por Ricardo Zerbino como Ministro de Economía, y la “actitud casi quirúrgica” de actuar de manera incisiva pero en lo justo. “Sin decir demasiado pero hacer lo necesario. Poner cara de distraído cuando había que hacerlo y pegar la estocada cuando había que pegarla”, señaló.
“Soy un gran deudor de mucha gente”
Ricardo Pascale agradeció el reconocimiento de la Academia y se definió como “un gran deudor de mucha gente, de muchos amigos, maestros, de la facultad”. También dijo ser “un deudor de figuras como Enrique iglesias” –quien participó del evento- a quien calificó como “un maestro ejemplar” y “uno de los grandes uruguayos”.
Recordó su histórica academia, su tiempo fuera del país, y su actuación en el sector público, que insólitamente comenzó en la década del 60 durante un Gobierno del Partido Nacional, pese a su clara simpatía con el Partido Colorado.
Destacó el trabajo del equipo económico, capitaneado por Ricardo Zerbino en el Ministerio de Economía durante la apertura democrática. “Eran tantos los problemas, pero éramos tan amigos que estábamos muy unidos”, recordó Pascale. Destacó al entonces director de OPP, Ariel Davrieux, al presidente del Banco República, Federico Slinger, a Iglesias “que abría puertas, puertas y puertas”, y a un joven economista de esa época, Luis Mosca.
“El servicio público para mí fue uno de los orgullos más grandes que llevo y haber podido contribuir en lo que se podía. Estábamos todos juntos. Cada uno tenía una responsabilidad, pero era lindo escuchar las distintas opiniones”.
Por último, sostuvo que “la gran deuda es con mi familia, que arranca con mis abuelos y termina con mis nietos. Una familia muy sencilla, pero de un gran amor. Tuve una niñez y adolescencia muy feliz”. “Cuando en la vida tenés los momentos difíciles y tenés las sombras, a veces las podes capear si ese árbol fue muy bien planteado”, concluyó.
Premio Academia Nacional de Economía 2021
Luego del homenaje a Pascale, se entregaron los Premios de la Academia Nacional de Economía 2021, que galardonaron tres trabajos de jóvenes economistas, que se centraron en la temática “Inserción internacional en un mundo post pandemia: ¿Cómo vender y comprar bienes y servicios en condiciones óptimas para el país?”.
El primer premio fue para Mathías Loira por su trabajo “Inserción internacional tras una pandemia sin precedentes”; el segundo premio fue obtenido por Victoria Martini por su trabajo “Apertura comercial e innovación como motores de desarrollo de Uruguay”; y el tercer premio fue para Felipe Bravo, que presentó el estudio “La inserción en Uruguay y las posibilidades que ofrece el comercio de bienes y servicios para promover un debate más allá del Mercosur”.