El informe ‘Tendencias y oportunidades para la industria de Tecnologías de la Información de Uruguay’ fue presentado el pasado miércoles por la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) en la sala de actos del LATU. El principal dilema es la escasez de recursos humanos capacitados que acompañen los avances tecnológicos.
Por Luana María Rizzo | @LuanaMariaR
La Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) presentó el miércoles 15 los resultados del informe ‘Tendencias y oportunidades para la industria de Tecnologías de la Información de Uruguay’, en la sala de actos del LATU, con la participación de los ingenieros Miguel Brechner y Fernando Brum, autores del estudio, así como otras autoridades del sector. El mismo da cuenta de las tendencias de la industria a nivel global con el fin de dar visibilidad a las oportunidades de negocio en el ámbito local, además de interceder y sugerir maneras de mejorar problemáticas del sector, como el principal dilema que es la escasez de recursos humanos capacitados.
En el documento se describieron las áreas que presentan mayor potencial de desarrollo a mediano y largo plazo a nivel global, las cuales son el Internet de las cosas (IoT), blockchain, inteligencia artificial, ciberseguridad y realidad aumentada
Sobre esta realidad, y como una manera de resumir el informe en una frase, Fernando Brum, autor del estudio, planteó a CRÓNICAS la “imagen del semáforo”, donde explicó que desde el punto de vista del acceso a las tecnologías las empresas no presentan dificultades, ya que hay conocimiento y experiencia en casi todas las tendencias, por lo tanto “hay una luz verde”. En los modelos de negocios, debido a algunas empresas con modelos innovadores y que avanzan, y otras que van a sufrir presiones con la escasez de capital humano, ve “una luz amarilla”. Por último, con respecto a la gente que pueda trabajar en el área, observa “una luz roja”.
Adicionalmente, el estudio mostró un gran desfase entre los estudiantes matriculados y el bajo nivel de egreso, en especial en la Universidad de la República (Udelar). Este fenómeno es explicado en el informe por la situación actual del mercado laboral, el cual les permite incorporarse con buenos salarios aún en etapas tempranas de su formación. Para esta problemática los especialistas proponen emprender acciones desde el ámbito académico y presentan como clave el compromiso de las empresas, las cuales deben incentivar a sus trabajadores a finalizar sus estudios.
En referencia a la escasez de recursos humanos capacitados, Brum declaró a CRÓNICAS que “hay demandas de tecnología de la información a nivel de todo el mundo y también de Uruguay que son muy amplias y eso requiere mucha gente para llevarlas adelante”.
El informe mostró varias soluciones al problema de la escasez de recursos humanos capacitados. Por ejemplo, cómo seguir impulsando la descentralización de las carreras de tecnologías de la información, prioritariamente las carreras universitarias de grado y posgrado; potenciar el crecimiento de ingresos entre las mujeres mediante políticas focalizadas; y también la adopción de medidas desde los estadios tempranos de formación, con grandes bases de matemática, física y pensamiento computacional. “Jóvenes a Programar” y los programas de formación en programación de UTU y CUTI. Todas estas opciones fueron destacadas como herramientas que dan acceso a jóvenes de diferentes edades y formaciones a conocimientos de programación.
A pesar de estos esfuerzos, y del incremento del número de personas en condiciones de sumarse a las empresas del sector, el ensayo planteó que el crecimiento es insuficiente si se lo compara con las necesidades reales y la capacidad de crecimiento de las tecnologías de la información y la comunicación en el país.
Una de las oportunidades del avance del teletrabajo es que las empresas locales pueden utilizar la experiencia adquirida para reclutar en los países de la región e incorporar capital humano que no está disponible en Uruguay, establece el informe, pero esta implicaría la amenaza de que las empresas internacionales puedan contratar desarrolladores locales y se establezcan como competencia directa.
El informe planteó como necesidad estimular el estudio de ingeniería con campañas en centros educativos, repensando los cursos para que sean interactivos y colaborativos. Adicionalmente, implementar un sistema de acreditación para que cursos técnicos en la web de alta calidad sean reconocidos como estudios terciarios.
Fernando Brum explicó a CRÓNICAS que“ un punto bastante importante en el que se puede trabajar es el bachillerato tecnológico de la UTU”, buscando que tenga más cercanía con la industria, para que los estudiantes puedan conseguir trabajo rápidamente al egresar; junto a un mayor involucramiento de las empresas, indicando cuáles son sus necesidades.
La afirmación de que la cultura de la ingeniería y/o la computación es para nerds o para genios debe ser transformada en una cultura diferente, impulsada desde la escuela por los maestros, los padres y los docentes. La CUTI y las empresas miembro deberán ser actores claves en esta transformación cultural, remarca el informe.