En un evento organizado por PAGE (Partnership for Action on Green Economy) -o Asociación para la Acción en Economía Verde, en su traducción al español-, el Ministro de Ambiente, Adrián Peña; y el subsecretario de Industria, Energía y Minería (MIEM), Walter Verri, presentaron un plan de la construcción interministerial de una estrategia de economía circular. Peña agregó que desde su cartera interesa trabajar en pos de incentivos, como las compras del Estado o ayudas con determinadas certificaciones.
Por Ariana Vezoli | @ArianaVezoli
Inaugurando las exposiciones, el ministro Adrián Peña presentó el plan y agregó que desde el ministerio interesa trabajar en pos de incentivos, como las compras del Estado o ayudas con determinadas certificaciones, de forma tal de acceder a determinadas ventajas para aquellos que ingresen en el modelo.
A su turno, el subsecretario del MIEM, Walter Verri, agradeció la presencia de los representantes de diversas empresas del sector productivo privado que asistieron al evento.
«Darnos cuenta que esto lo debemos hacer entre los dos (refiriéndose a actores públicos y privados). El Estado puede generar las normas y marcar los rumbos, pero sin el sector privado no es posible llevarlo adelante. Tenemos la madurez suficiente como país, diseñemos ahora una estrategia nacional de economía circular. En esto no hay un ministerio único, todos tenemos nuestra parte», reflexionó Verri.
Cerrando la mesa de presentaciones, Manuel Albaladejo, representante de Onudi (Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial) destacó la importancia de la institucionalidad en un país y el logro que significa para la organización trabajar con varios ministerios en conjunto.
Además, explicó que la economía circular está cobrando muchísima importancia para entrar al mercado, más allá de su gran impacto en el cambio climático y que, Uruguay -en este sentido-, ha hecho grandes logros desde el punto de vista normativo y también con programas como los de ANDE (Agencia Nacional de Desarrollo).
«Uruguay se ha caracterizado por empezar a andar en la temática de economía circular sin hacer una declaración de intención anterior. Arranca con programas. Y ahora la estrategia nacional de economía circular se convierte en un hilo conductor, que quiere darle sentido y dirección a todos los esfuerzos que se tienen que hacer a nivel de país», indicó Albaladejo.
Según explicó el ejecutivo, Onudi ha sido un actor clave para incorporar al país en la economía circular a través del programa PAGE, el que irá acompañado de programas que ya están planteados en el MIEM y en Ambiente.
Propuestas concretas
La primera mesa de diálogo, «El camino recorrido, los obstáculos en el desarrollo y las oportunidades del futuro», estuvo dirigida por Federico Baráibar, consultor de PAGE en el Ministerio de Ambiente.
A su momento, hizo su aporte Julio Sosa, director del Departamento de Gestión Ambiental de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), quien explicó que desde el organismo se está intentando «convertir a los no conversos todavía», pero que de toda maneras existe una «masa crítica» de empresarios con los que se intenta trabajar en el interés y el acercamiento a la «economía verde», y que el tema no «se agote en el reciclaje» que, más allá de ser «muy bienvenido», pretenden ir más a fondo con propuestas concretas y prácticas.
En esta mesa de diálogo -además de Sosa-, estuvieron Anel Garmendia, directora de Cegru (Cámara de Empresas Gestoras de Residuos del Uruguay); Dioselinda Roa, directora de Comunidad de Sistema B UY; María Croci, directora ejecutiva en Deres (Red de empresas por el Desarrollo Sostenible); Paola Rapetti, directora ejecutiva de Pacto Global de ONU; y Marisa Cirilo, directora ejecutiva de Sempre.
Consultada sobre el tema, Cirilo se refirió a las herramientas que ha desarrollado para gestionar los residuos y entre estas destacó la reciente generación de una metodología de trabajo en conjunto con las empresas asociadas a Sempre, ya que había un planteo de la dificultad que representaba la transición a las prácticas de economía circular. Contó que desde el organismo trabajan con proyectos «chicos», y una vez definido si pueden ser sostenibles a largo plazo, se «tracciona» la ejecución del proyecto hasta movilizar los fondos.
Hace algunos años se logró una herramienta de reciclaje en conjunto con una ONG llamada «Data». Se trata de una aplicación llamada «¿Dónde reciclo?», que ubica geográficamente diferentes sistemas de gestión de residuos buscando la participación ciudadana en los procesos. En la misma, funciona un mecanismo que vincula a los clasificadores en sus hogares con las intendencias que poseen programas para la gestión de los residuos.
«Entendemos que en lo que hace a la gestión de residuos hay mucha información generada y varios sistemas de gestión andando en paralelo. Esperamos el año que viene llegar a nivel nacional con el mapeo de iniciativas y desarrollar un espacio específico para clasificadores”, manifestó la ejecutiva.
Cerrando la segunda ronda, Roa, directora de Comunidad de Sistema B UY, explicó que lo que no puede faltar en la estrategia de economía circular que se va a plantear son espacios y talleres donde se comparta información, metodologías y procesos.
«Hay que sacar la foto del lugar y empezar a generar una visión más holística y abierta. Hay que salir a la cancha y tener diálogos con la comunidad para que la misma se sienta integrada», dijo, refiriéndose al Interior del país, y llamó a las empresas a apropiarse de los espacios de intercambio
Sostenibilidad en el tiempo
En la tercera mesa de discusión se intercambiaron experiencias y ejemplos entre representantes de agencias, fundaciones y centros tecnológicos. En este sentido, estuvieron presentes Sebastián Ruiz, por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE); Ximena Camaño, por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), Gustavo Domínguez, por la fundación Latitud del LATU; Agustín Tassani, presidente del Centro Tecnológico del Plástico (CTplas); y Alejandro Carbajales, por el Centro Tecnológico del Agua (CTA).
Luego de presentar el funcionamiento del centro que integra, Tassani explicó que allí trabajan para fortalecer el proceso productivo repensando el proceso y el diseño de los productos y cambiando las tecnologías.
«Las políticas públicas nos ayudan a apalancar las transformaciones del sector para que la economía circular sea algo sostenible en el tiempo, pero más allá del esfuerzo para lograr un sello, lo que queremos es un cambio en la matriz productiva del sector», argumentó el representante de CTplas.
En la misma línea, Carbajales explicó que el centro se compone de varias empresas y agencias vinculadas a sus sectores productivos. Comentó que casi el 50% de sus proyectos -que tienen relación con la gestión del agua-, están vinculados también al sistema de economía circular.
«Los resultados no son inmediatos, requieren de una inversión. Aunque las empresas que están comprometidas con el medioambiente quieran recorrer ese camino, hace falta el apoyo. Sabemos que los últimos tiempos han sido un desafío que nos ha hecho a todos reducir fondos, pero es una necesidad fortalecer estos ámbitos de encuentro», concluyó el representante de CTA.