La visión de Cutcsa es ser una empresa de referencia permanente en el servicio de transporte colectivo, impulsando cambios que permitan brindar un servicio público de calidad, de personas para personas y donde el cliente sea lo primero. Es decir, brindar a la población soluciones de transporte modernas, seguras, confiables y eficientes.
En ese marco es que la compañía de transporte toma sus decisiones de desarrollo. Uno de los pilares de los últimos tiempos ha sido el alineamiento con políticas locales e internacionales vinculadas a la matriz energética. Es así que, en 2016, la empresa incorporó su primer bus 100% eléctrico, el que fue testeado en condiciones reales para decidir apostar o no por ese tipo de movilidad.
Desde junio de 2020 están operativos 20 buses eléctricos BYD en las líneas CE1, DE1 y E14 y se tiene infraestructura de carga para 100 buses eléctricos previendo futuras incorporaciones adicionales de estos vehículos a la flota.
A su vez, Cutcsa posee la flota con menor antigüedad promedio de la historia, con poco más de siete años. En el 2021 llegaron a completar un proceso en el que sustituyeron todas las unidades. El último modelo incorporado fue considerado como la más grande renovación tecnológica y de confort en la historia del transporte metropolitano.
Esta renovación constó de 232 unidades Low Entry incorporados al servicio entre 2019 y 2021. Cuentan con aire acondicionado, puertos de carga USB, son de piso bajo y poseen una rampa en su puerta central para facilitar el ascenso de personas en sillas de rueda. Otra particularidad de estas unidades es que incorporan un motor que cumple con la norma europea Euro V, generando menos emisiones contaminantes al ambiente.
Según Juan Salgado, presidente de la compañía, se continuará trabajando para que la flota se mueva con energía limpia, en su inmensa mayoría con ómnibus eléctricos y, en breve, a dar los primeros pasos en el estudio de la factibilidad y viabilidad de ómnibus de hidrógeno”, adelantó el pasado 30 de julio a CRÓNICAS en una entrevista por los 40 años del semanario.
La empresa está elaborando una serie de compromisos que van en línea con el país y que han surgido de cara al COP26 de este año y el anterior en 2015. Seis años atrás, la meta era llegar a 2025 con 15 ómnibus eléctricos en Uruguay. Cutcsa hoy ya tiene 20, hay 30 ómnibus eléctricos funcionando, por lo que se superó el número.
“Nosotros queremos ir un poco más allá. El directorio está elaborando un compromiso que se entregará en enero a las autoridades tanto del MIEM como a la Intendencia de Montevideo, donde se plantea llegar a que la próxima renovación de flota sea el 100% de ómnibus eléctricos”, comentó a Empresas & Negocios.
Indicó que el transporte colectivo en el país cuenta con una flota de las más modernas de toda la historia, por lo tanto, entiende, se está en condiciones para, en forma gradual, una renovación, por ejemplo para que en el 2040 el 100% de la flota sea eléctrica.
A su vez, Salgado afirmó que es posible que en 2025 todas las unidades sean accesibles.
Cuidados ante el covid-19
Con la llegada de la pandemia a Uruguay, Cutcsa comenzó a incluir en sus flotas alcohol en gel, tapabocas para personal y clientes, ventanillas abiertas para la adecuada ventilación y sanitización de unidades y locales en forma permanente. Estas medidas, que aumentaron los costos en tiempos de caída de ingresos, fueron entendidas como absolutamente necesarias en este contexto.
“La salida de esta crisis solo es posible por el trabajo mancomunado de los transportistas, las autoridades competentes y la sociedad, focalizados en mantener la movilidad cuidando la salud de todos”, comentó Salgado.
En esa línea es que la empresa comenzó, en setiembre, una campaña de vacunación en conjunto con el Ministerio de Salud Pública denominada “empresa a empresa”, que implicó la instalación de vacunatorios dentro de la planta José Añón.
En ese momento, Salgado dijo que con esta iniciativa la empresa de transporte buscó “mantener la coherencia” con lo que se definió desde marzo de 2020. En octubre finalizó el programa por el que se vacunaron más de 1.000 personas.
Desafíos del próximo año
El entrevistado explicó que el desafío que tiene el transporte en general es lograr que respeten a quien realiza una actividad legal, a quienes pagan los impuestos y acuerdan, recurrentemente, salarios con los funcionarios. “El gobierno lo tiene que valorar como algo totalmente positivo. Uno de los desafíos es la lucha frontal contra los ilegales”, dijo.
El otro gran desafío es sortear la crisis económica que dejó la crisis sanitaria. “Algunas empresas no facturaron durante grandes períodos y acumularon un fuerte endeudamiento, entonces hay que salir de esta situación”, aseguró.
El tercer desafío tiene que ver con proyectarse a futuro, ya que los cambios corren cada vez con más velocidad, muchos de ellos vinculados a la tecnología, en mejorar todos los sistemas e ir dando pasos firmes hacia el cambio de matriz energética.
Conectividad
En materia tecnológica y de conectividad, el presidente de Cutcsa explicó que ya hace 14 años que está funcionando la boletera electrónica pero las cosas siguen avanzando. “Estamos viendo la posibilidad de hacer una renovación de todas las máquinas de boletos y estamos trabajando con los proveedores más importantes, también, para mejorar la comunicación entre las unidades y los centros de control.
En ese sentido se están colocando más cámaras en las unidades, un promedio de seis en cada una, tanto para seguridad en el tránsito como en materia de robos dentro del ómnibus. “El avance tecnológico es fundamental, así como incorporar no solamente audio, sino imágenes de esas cámaras en forma online con la central”, dijo Salgado.