María Dolores Benavente, economista, presidente del Consejo Directivo de la Academia Nacional de Economía e integrante del Consejo Editorial de Empresas & Negocios
Insiste en la necesidad de avanzar en reformas profundas y posibles para ubicar al país en una senda de crecimiento y desarrollo. En ese sentido, hace alusión a cambiar la mentalidad estatista de los uruguayos, mejorar la competitividad y la educación. A su vez, establece la necesidad de apertura de Uruguay al mundo más allá del bloque regional.
¿Cómo evalúa el papel del gobierno, en materia económica, desde su asunción hasta hoy?
En una situación tan compleja como la que está viviendo el mundo y nuestro país a partir de marzo de 2020, el gobierno actuó con razonable equilibrio entre preservar la salud de la población y mantener la economía en funcionamiento. Se priorizó también reducir el déficit fiscal, que ronda el 5% del PBI, y sostener a aquellas personas cuyo empleo se vio afectado por la epidemia.
Más allá de este balance desde marzo de 2020 hasta hoy, pensando en el mediano y largo plazo, es necesario avanzar en reformas profundas y posibles para ubicar al país en una senda de crecimiento y desarrollo en un marco de libertad. Me refiero a una reforma del Estado, con reducción del número de funcionarios públicos no reponiendo vacantes, reestructura y jerarquización del Estado “pensante” y cambio en el gobierno corporativo de las empresas públicas; a la apertura comercial para mejorar la competitividad del país y cambiar la mentalidad tan estatista de los uruguayos; a una reforma educativa que reduzca la actual inequidad y potencie las posibilidades de competitividad del país; y relaciones laborales colaborativas y no confrontativas.
¿Qué escenario se puede proyectar de cara al corto y mediano plazo y cuáles son los desafíos que tiene por delante el país en materia económica?
En lo que resta de la actual administración, se podrá llevar adelante algunas reformas, aunque los plazos son acotados, debido al tiempo que ha llevado y está llevando la epidemia y que el 2024 ya será un año electoral. Sin embargo, en un reciente seminario de la Academia Nacional de Economía, tres exministros de Economía -Ignacio de Posadas, Luis Mosca y Álvaro García- coincidieron en que en lo que resta del actual gobierno se podría avanzar en flexibilizar el Mercosur, lograr más acuerdos internacionales, avanzar en el TLC con China, solicitar formalmente el ingreso al TPP11, reformar la seguridad social, mejorar la infraestructura, promover la inversión privada y desarrollar la innovación.
Asimismo, señalaron la importancia de no perder de vista el mediano y largo plazo, donde los temas de innovación, cohesión social y educación cobran especial relevancia.
¿Qué amenazas ve en el horizonte para lograr los objetivos propuestos y, en contrapartida, cuáles son las fortalezas de nuestro país para afrontar un contexto global de turbulencias económicas, con impacto en el empleo y en la inflación?
Las amenazas se centran básicamente en un mundo en donde la pandemia aún no ha terminado, con su secuela de mortalidad, morbilidad, caída del Producto, del empleo, volatilidad financiera y creciente proteccionismo comercial.
Por otra parte, es un mundo aceleradamente cambiante, con alta velocidad en los cambios tecnológicos, y por tanto, en la innovación y en la formación de los nuevos cuadros de empleo.
Uruguay ha sorteado la pandemia de manera destacada y puede convertir esta amenaza global en una oportunidad.
También existe la amenaza de un contexto regional muy incierto y complejo.
Pero tal vez la mayor amenaza es interna, puesto que en dos temas clave no existen los adecuados consensos: reforma previsional y reforma del Estado.
Está en marcha un estudio de factibilidad de un eventual TLC entre China y Uruguay. ¿Cómo evalúa lo hecho hasta ahora y qué implicancias puede para la economía uruguaya un tratado de estas características?
Como veíamos, hay un consenso en la necesidad de apertura de Uruguay al mundo, con Mercosur y más allá del bloque. En Pharos, el centro de análisis y propuestas de la Academia, encomendamos a técnicos de la Universidad de la República y Universidad Católica un estudio respecto a la potencialidad de lograr acuerdos de libre comercio con países de Asia Pacífico y se apreció el impacto positivo en las exportaciones, el empleo y el producto. La selección de los países con quienes realizar este tipo de acuerdos, en todo caso es un tema que se puede resolver con una adecuada negociación, sin perder de vista que el futuro comercial de Uruguay necesariamente tendrá que tener una mayor integración al mundo.