Cepal advierte que la pobreza extrema en América Latina está en su peor nivel en 27 años

Datos reflejan “la continuación de la crisis social”

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Pese a la recuperación registrada por la actividad económica en general, la indigencia en América Latina y el Caribe volvió a aumentar en 2021, y alcanzó su mayor nivel en 27 años, según un informe publicado ayer jueves por la Cepal. El organismo llama a “avanzar hacia sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes”.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó ayer jueves su informe anual Panorama Social de América Latina, donde se estima que el año pasado las personas en situación de pobreza extrema se incrementaron en cerca de cinco millones, alcanzando los 86 millones.

“Pese a la recuperación económica experimentada en 2021, los niveles relativos y absolutos estimados de pobreza y de pobreza extrema se han mantenido por encima de los registrados en 2019, lo que refleja la continuación de la crisis social”, advierte el informe de Cepal. Asimismo, sostiene que la crisis dejó en evidencia “la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios, caracterizados por bajos niveles de cotización a la protección social contributiva y muy baja cobertura de la protección social no contributiva”.

Panorama sombrío

El informe remarca que la región experimentó un notorio retroceso en su lucha contra la pobreza en 2020 por causa de la pandemia. Tanto la pobreza como la pobreza extrema aumentaron por sexto año consecutivo. En 2020 la pobreza extrema se elevó a niveles registrados 27 años atrás, mientras que la tasa de pobreza general se ubicó en un nivel similar al de finales de la década de 2000.

En 2021, si bien la economía registró un importante crecimiento, la tasa de pobreza extrema aumentó de 13,1% de la población en 2020 a 13,8%. Por su parte, la tasa de pobreza general habría registrado una leve mejora, pasando del 33% en 2020 al 32,1% en 2021. Ello implica bajar de 204 a 201 millones de pobres.

El informe también advierte por la constatación de un aumento de la desigualdad medida a través del índice de Gini, así como de la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios, y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez.

No obstante, Cepal también señala que la pobreza habría sido mayor en 2020 si los países de la región no hubiesen adoptado medidas, como por ejemplo las transferencias de ingresos de emergencia. La pobreza extrema habría sido alrededor de 1,8 puntos porcentuales más alta, y la pobreza general habría sido 2,9 puntos porcentuales más elevada, en promedio, en siete países.

Pese a ello se marca que las transferencias de emergencia se redujeron significativamente el año pasado. “La ‘recuperación’ económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población”, declaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, quien llamó a mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la crisis sanitaria esté controlada.

También se advierte por el impacto en la educación que provocó la pandemia. América Latina fue una de las regiones del mundo que tuvo más tiempo de interrupción de clases presenciales, con un promedio de cerca de 56 semanas de interrupción total o parcial, lo que genera brechas en el desarrollo de las habilidades cognitivas, la pérdida de oportunidades de aprendizaje y el riesgo de aumento del abandono escolar. Asimismo, esta situación genera una sobrecarga en las tareas de cuidado de las mujeres. En ese sentido, se enfatiza que “el retorno seguro a clases presenciales es urgente en 2022”.

“La región más vulnerable”

Cepal también subraya que sin un control de la crisis sanitaria, la recuperación de la economía no será sostenible y, en esa línea, comenta que América Latina es “la región más vulnerable del mundo ante el covid-19”. Hasta el momento es la región con mayor número de defunciones informadas, representando el 28,8% del total global, pese que representa solo el 8,4% de la población mundial.

Actualmente, un 62,3% de la población de América Latina tiene el esquema completo de vacunación, por lo que se hace un llamado a “incrementar los esfuerzos, de tal manera que a mediados de 2022 todos los países de la región hayan vacunado al 70% de su población”.

Para ello se deben fortalecer los programas de compra de vacunas y los mecanismos de cooperación y coordinación regional.


“Transitar hacia una sociedad del cuidado”

En una región con serias dificultades en sus sistemas de salud, que quedaron en evidencia tras la pandemia, la Cepal hace un llamado a los gobiernos para generar una restructuración que implique avanzar hacia una cobertura universal, con atención oportuna y de calidad para toda la población, y que el Estado actúe como garante del derecho a la salud.

En la misma línea, el informe aborda la propuesta de “transitar hacia una sociedad del cuidado, que supone reconocer que los cuidados son una necesidad universal y a la vez expresan diversidades estructurales como el ciclo de la vida, las condiciones físicas, las condiciones socioeconómicas y de ingresos, así como también las diferencias territoriales. La universalidad, la coordinación interinstitucional e intersectorial, la corresponsabilidad y la sostenibilidad financiera constituyen pilares fundamentales de las políticas integrales de cuidados que precisa la región, concluye el documento.