La Reserva Federal de Estados Unidos resolvió, este miércoles, subir las tasas un 0,25%. Era altamente probable que habría un alza en lo que eran unas tasas próximas a cero pero pese a ello, algo fue distinto. Esta suba ha sido la primera y la única de este 2016 y es la segunda en una década definida por la recuperación de la crisis financiera de 2008 y su posterior estancamiento.
Por Joaquín Requena | @ReqJ
La decisión fue unánime entre los diez miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (en inglés FOMC). Esto se debió a que la realidad es más favorecedora, o al menos así lo explicó Janet Yellen, presidenta del ente monetario estadounidense, en conferencia de prensa del miércoles.
“A lo largo de este año, 2,25 millones de puestos de trabajo se han creado, el desempleo ha caído aún más y la inflación se ha acercado a nuestro objetivo de largo plazo que es el 2%”, dijo Yellen a propósito de la decisión de la Fed.
Tres saltos
Con el cambio político que ha significado la victoria de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, el 2017 depara tres subas más de las tasas por parte de la Fed, probablemente en el orden del 0,25%, totalizando un 0,75%.
En base a los dichos de Trump, Estados Unidos tendrá una política fiscal expansiva, con la que se buscará recortar la carga tributaria e invertir en infraestructura, es decir, medidas que requerirán fondos. Las subas de tasas, entonces, pueden estar usándose para atraer capitales que formarán un colchón de gasto para la nueva administración Republicana. Esto, en cierto grado, explica por qué era sumamente esperable una suba este año.
Otro de los efectos de esta medida es poner a circular más efectivo en Estados Unidos, para así generar presiones que lleven a la inflación por encima del actual 1,5%, meta que tiene propuesta la Fed para 2017.
En diálogo con CRÓNICAS, Santiago Rego, economista de la consultora CPA Ferrere, explicó que entre las repercusiones asociadas a este cambio en las tasas se encuentra el fortalecimiento del dólar, seguramente acompañando las tres subas del año siguiente.
En cuanto al lugar de Uruguay en un contexto global, Rego explicó que no se puede asegurar que este cambio repercutirá en el tipo de cambio real, ya que aún no se sabe cuán heterogénea será la suba a nivel internacional.
A nivel doméstico, Rego considera que la inflación puede verse más afectada por esta alza en las tasas, de manera que la moderación que se viene llevando a cabo estos últimos meses se revertirá parcialmente y el índice de precios se estabilizará alrededor del 9% para fines del año próximo.
El hombre de la bolsa
En el rubro financiero, la suba de tasas ha significado una rebaja en los precios de los bonos de países emergentes, ya que los títulos de deuda estadounidense se han vuelto más atractivos. De acuerdo con corredores de Bolsa consultados por CRÓNICAS, el bono americano soberano a 10 años (US10Y) cerró con un rendimiento de 2,57% el día de la suba.
En los mercados cambiarios el euro se depreció ante el dólar, al igual que la libra, que aún no ha repuntado su desplome histórico tras el resultado del referéndum que marcará la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El oro siguió rebajándose hasta alcanzar un nuevo mínimo este último semestre ante el cambio implementado por la Fed.
Desde la directiva del Banco Central americano esperan “que la economía se expanda a un ritmo moderado en los próximos años”. Si bien este es el nuevo contexto delimitado por la Fed, queda mucho por cambiar en esta época de nuevos rumbos.