Además del marco legal, un resultado adverso en el referéndum puede cambiarle la cancha al gobierno, obligándolo a enfocarse en nuevos temas y ajustar su plan de gobernanza, según evaluaron expertos en diálogo con CRÓNICAS. Asimismo, de triunfar, la línea que apoya el Sí cobraría más fuerza en ámbitos de negociación, como los Consejos de Salarios.
Este domingo se decidirá la continuidad o no de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). A esta altura, casi se podría decir que es un enfrentamiento entre oficialismo y oposición, casi como una elección de medio término, aunque pueda tener sus excepciones.
El resultado de esta elección puede –en caso de ser adverso- obligar al gobierno a modificar su hoja de ruta, o –de ser favorable- reafirmar el camino por el que venía transitando.
Para evaluar los impactos que puede tener el referéndum contra la LUC, CRÓNICAS consultó a Gabriela Mordecki, directora del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República (FCEA), y a Pablo Moya, socio de Oikos – Consultora Económico Financiera.
Respecto al impacto económico en indicadores de corto plazo, los economistas coincidieron en que este tipo de comicios no tendrá grandes consecuencias sobre ellos. Sin embargo, reconocieron que, de ganar la opción del SÍ, puede modificar la “agenda de reformas” del Gobierno al cambiar el orden de las prioridades o asuntos más urgentes a atender.
“Lo primero que se me viene a la mente, es la discusión sobre la paramétrica del precio de los combustibles. Creo que en la actual coyuntura de precios tan volátiles y al alza, también recae en la discrecionalidad del Poder Ejecutivo poder hacer los ajustes cuando entienda conveniente”, analizó Moya.
Herramientas y reglas
Más allá de que esta ley por sí sola no puede solucionar los problemas de un país, desde el gobierno se ha manifestado en repetidas oportunidades que la LUC –junto a otros cambios-, los ha dotado de herramientas legales para proceder de la forma que consideran pertinente en el intento de encaminar los números del país hacia sus objetivos.
En este sentido, Mordecki consideró que, en caso de que salga victoriosa la opción que deroga parte de la LUC, habría que discutir una “nueva” regla fiscal. Esto tomaría probablemente algunos meses y, por ende, podrían verse cambios a mediano o largo plazo, cuando se modifique el proceder del gobierno.
“Lo mismo en lo que tiene que ver con el precio de los combustibles. La LUC indica mirar la Paridad de Precios de Importación (PPI), y es algo que el gobierno podría hacer. La Ursea seguirá enviando su informe, si el gobierno lo pide. Se deberá estudiar en el mediano plazo alguna otra regla”, explicó la economista.
Por la misma línea, Moya opinó que de derogarse los artículos en cuestión se podría dar una discusión “más a fondo” sobre el gasto público, por ejemplo.
“Volvemos al inicio, y eso puede impactar en las metas de reducir el déficit fiscal. Después, en el ámbito inflacionario, sacando las consideraciones sobre los combustibles que pasan por decisiones de gestión gubernamental más que por la LUC, no tendría impacto”, desarrolló el socio de Oikos.
Consultado por las metas fiscales que ha planteado el gobierno, Moya entiende que, si gana el SÍ, algunos cambios que el gobierno tenía pensado implementar para “una eficiencia de la gestión”, no se podrían verificar.
“En consecuencia, no afectaría en una mejora en el déficit fiscal. Uno se planifica metas en función de cómo evolucionan ciertas políticas y acciones”, reafirmó el ejecutivo.
Según el relato de los entrevistados, el momento de alta volatilidad en los precios internacionales, alentados por la incertidumbre de la guerra, nos afecta ya que somos un país “tomador de precios”, en palabras de Mordecki.
“Esto que sucede en Uruguay es una práctica democrática que fortalece los mecanismos que tenemos internamente para resolver problemas políticos. Muestra una democracia firme y sólida. Cualquiera sea el resultado, se va a aceptar y eso fortalece a Uruguay”, pronosticó la especialista.
Fortaleza sindical
El Pit-Cnt fue el gran promotor del referéndum. Cuando el Frente Amplio negociaba con el oficialismo algunos artículos y aún no había definido su posición para ir contra la normativa, la central sindical encabezó la recolección de firmas. En ese sentido, según los expertos, de triunfar el Sí, el sector sindical podría ganar fuerza a la hora de sentarse a negociar en los Consejos de Salarios y otros ámbitos.
“Es hipotético, no es algo que tenga que ver directamente con los artículos que se están discutiendo, me parece más una cuestión política”, reflexionó Mordecki.
Por su parte, consultado respecto a si esta elección puede afectar el clima de inversiones, Moya valoró que desde afuera puede ser tomado como una buena señal para los inversores. “La valoración que se hace sobre esta consulta es más sobre un propio ejercicio de la política directa que una pulseada entre oposición y gobierno”, dictaminó.