El pasado martes el Banco Central del Uruguay (BCU) dio a conocer la Encuesta de Expectativas Económicas y de Inflación.
En el actual contexto, y ya con el dato del PIB del 2021 -crecimiento de 4,4%-, los analistas y agentes privados ajustaron sus expectativas al alza.
Según la mediana, la economía uruguaya crecerá 3,8% en 2022, superando por medio punto porcentual las estimaciones que se habían realizado en el mes de febrero (3,3%).
Esta estimación condice con el compromiso asumido por el presidente Luis Lacalle Pou de reducir el IASS y ajustar franjas más bajas de IRPF en 2023, el pasado 2 de marzo, frente a la Asamblea General.
Sin embargo, a la hora de estimar la inflación, los analistas proyectaron un panorama menos favorable que el establecido en el mes de febrero, cuando se estimaba que se ubicaría en 7,1% para el cierre de 2022.
Con una inflación de 0,87% en el mes de marzo, consideraron que el 2022 cerrará en 7,9% en mediana. Este número deja al indicador fuera del rango meta del gobierno y, en suma, no se prevé que se lo alcance durante los años de esta gestión.