>>La decisión se tomó tras una reunión entre el Directorio del Banco Central del Uruguay (BCU) y el Comité de Política Monetaria (Copom), y fue luego comunicada en una conferencia de prensa. La medida sienta -en parte- sus raíces en el último número de inflación conocido: 9,38%. El indicador los condujo a direccionar sobre este el foco de su trabajo para dar una señal “clara”.
Por Ariana Vezoli | @ArianaVezoli
La conferencia estuvo encabezada por Diego Labat, presidente del Directorio del BCU, acompañado de Washington Ribeiro, vicepresidente del mismo organismo.
Según se desarrolló, la medida de aumentar las tasas de interés en 125 puntos sienta sus raíces en el último número que se conoció de inflación, cuando alcanzó el 9,38%.
A partir de los datos brindados por el Directorio, se entiende que el proceso se inició en agosto de 2021, con una actividad económica en recuperación, de a pequeñas subas. Al entender que este indicador ya se encontraba consolidado, y al acelerarse el contexto internacional, decidieron acoplar el proceso interno.
En tanto, la medida apunta a enlentecer el proceso inflacionario por el que se atraviesa, aunque consideraron “difícil” ir a “contracorriente del mundo”, pero mantienen la “guía hacia adelante”.
Días atrás se revelaron los datos de la encuesta de expectativas para la inflación que realiza el organismo, en la que los analistas siguen situando la inflación por fuera del rango meta que ha establecido el gobierno.
Sumado a esto, se mencionó que aún existe incertidumbre acerca del impacto del conflicto bélico y su duración en la economía nacional.
«Luego de dos años complejos por la pandemia, teníamos ciertos radares de incertidumbre pero ahora se han agregado otros elementos, como eje central el conflicto entre Rusia y Ucrania que ha llevado a una aceleración de precios a nivel mundial, entre otros, que se han ido trasladando total o parcialmente a Uruguay. Ante ese escenario entendimos que la señal de política monetaria tenía que reforzarse en una suba de la tasa de interés», desglosó Labat.
Además, se anunció que la próxima reunión será en mayo, y probablemente el signo de acción de medidas continúe por el mismo camino.
“Entendemos que hay un grado de incertidumbre en el contexto internacional, por lo que no tendría sentido anunciar la cuantía, pero sí el signo”, reafirmó el jerarca.
Al ser consultado, el presidente del directorio del BCU afirmó que no se verá una afectación en la actividad económica, que consideró “está consolidada” desde principios de 2022. A lo que Ribeiro agregó que “la política monetaria no debería ser responsable de un menor dinamismo de la actividad económica”.
Además, confirmó que el proceso de desdolarización que pretende implementar este gobierno ha sido retrasado por este tipo de sucesos inflacionarios y que es “muy difícil” llevar a cabo acciones en esa dirección en este momento.