Raúl Barañano, fundador de Barañano y Asociados y director del Centro de Seguridad y Salud Ocupacional
Es médico especialista en Salud Ocupacional y máster en Ciencias, Toxicología y Medicina del Trabajo. A su vez, es fundador de la empresa Barañano y Asociados, que cuenta con un Centro de Seguridad y Salud Ocupacional (Csyso). La institución se dedica a lograr una transformación en la cultura de las empresas, orientada a una mejora en las condiciones y ambientes de trabajo, así como en el bienestar y la salud de colaboradores internos y externos.
-¿Cómo se encuentra Uruguay en materia de normativa en seguridad y salud laboral?
-El país ha evolucionado muy favorablemente desde hace más de 35 años. Desde el primer gobierno de Julio María Sanguinetti y con el exministro (de Trabajo) Hugo Fernández Faingold, se sentaron las bases de la nueva normativa en salud laboral, ratificando convenios internacionales del trabajo y la aprobación de decretos reglamentarios. Tenemos en la actualidad una situación que fue puesta en stand by por la pandemia, pero que ha hecho incorporar en los ámbitos de las empresas una cultura de gestión de la seguridad y salud ocupacional que demuestra interés de todos los interlocutores sociales.
Es cierto que aún queda camino por recorrer, pero vemos un horizonte más claro y optimista. Quedarían muchos aspectos, entre ellos, por ejemplo, cierta actualización de normativa, de decretos más técnicos que podrían dejar de ser decretos y transformarse en ordenanzas, tanto del Ministerio de Trabajo como del Ministerio de Salud Pública; con ello se facilitaría su actualización permanente.
-¿Cuál es la importancia a nivel empresarial de invertir en sistemas de prevención de accidentes y enfermedades en el lugar de trabajo?
-Está todo dicho cuando se habla de que prevenir es ahorrar; eso se da en todos los ámbitos de la vida y es un concepto principal en la seguridad y salud ocupacional.
Hoy las organizaciones y su gente tienen claro que el mayor patrimonio no es material, sino humano. Cada vez se valora a la persona en su ámbito y su quehacer y cada vez tiene costos mayores su capacitación permanente.
Eso lo ha entendido no solamente el ámbito empresarial, sino también el trabajador que se apega a las normas establecidas de prevención en salud laboral. Queda pendiente lo que podríamos denominar el beneficio económico de contraer un seguro y, en virtud de llevar adelante programas de salud ocupacional, eso redunda en disminución de pólizas por parte del ente asegurador, tal cual fuera un seguro automotor.
-¿Cómo fue el comportamiento de las empresas en general en el cumplimiento de los protocolos por la pandemia?
-Fue excelente. El comportamiento de la sociedad en su conjunto fue muy bueno y eso se traduce a nivel de las organizaciones, donde se propiciaron acciones preventivas y de mejora que colaboraron en crear ambientes de trabajo seguros y saludables.
-¿Cuáles son los mayores desafíos para Csyso en cuanto a promoción de salud laboral?
-Existen diversos desafíos, pero el primero es -y de acuerdo con nuestras políticas- propiciar ámbitos de diálogo que permitan establecer acciones a través de medidas de mejora en la vida laboral del trabajador y que estas sean acompañadas por la dirección de las organizaciones.
-¿Cuáles son las claves para promover el trabajo seguro y saludable?
-Una comunicación honesta y fiable para los dos interlocutores sociales de la organización. Lograr la colaboración del trabajador a través de su convencimiento y de la dirección para que comprenda que todos los aspectos de un ambiente saludable transforman a la empresa en una organización saludable sanitariamente y sustentable económicamente.
-Aparte del papel de la empresa en este tema, ¿considera que se requiere un cambio cultural en los trabajadores para comprender la relevancia de esta prevención?
-La sociedad ha avanzado en muchos aspectos, la pandemia fue un golpe duro y nos enseñó que las medidas de prevención son básicas. Esas medidas de prevención, las acciones de mejora de los ambientes y condiciones de trabajo requieren cambios conductuales de todos, de la sociedad en su conjunto. Vamos por buen camino.
-¿Qué responsabilidades tienen los empleadores en lo que refiere a las garantías de ofrecer un trabajo seguro y saludable? ¿Y los trabajadores?
-Debemos entender que la responsabilidad básica es del empleador, quien genera un riesgo, pero también existen las responsabilidades compartibles. Estas son aquellas que deben asumir los trabajadores luego de que son informados, capacitados y se les provee de medidas preventivas dirigidas a eliminar o minimizar los agentes de riesgo laboral.
-¿A qué principales riesgos se enfrentan los trabajadores en el ámbito laboral? ¿Cómo impactan en este sentido las nuevas tecnologías?
-No existe actividad laboral sin riesgo. Desde que nacemos asumimos riesgos, pero ello no impide ni inhabilita a llevar una vida saludable. Entonces, en cualquier ámbito, sea cual fuere, existen riesgos que podemos sobrellevar, partiendo de la premisa de su conocimiento. Los enfrentamos. Antes podrían ser muy importantes aquellos que afectaban al organismo; hoy subsisten, pero se suman aquellos que se incorporaron por las nuevas tecnologías de la información, donde aún tenemos un debe, al igual que los países desarrollados.
La prevención en seguridad y salud ocupacional es una premisa de gestión en las organizaciones y redunda en el bienestar de las personas y de la empresa, pero requiere de una gestión eficiente por parte de todos los involucrados, igual que cualquier otra acción o programa que desarrolla la empresa y que lo tiene incorporado en su quehacer diario.