El año que comienza el próximo domingo tendrá un crecimiento moderado, en el orden del 1%, y Uruguay tendrá dificultades en el rubro exportador por falta de competitividad. Analistas consultados por CRÓNICAS, que ven como buena noticia la instalación de una tercera planta de celulosa, pero se mantienen cautos ante el rol que cumpliría en la economía.
Por Joaquín Requena| @ReqJ
Este 2016 marcó un rumbo diferente en la economía del país. Tuvo un comienzo poco alentador: la inflación a 12 meses de mayo alcanzó el 11%, el déficit fiscal llegó al 3,6% del PIB y el sector exportador que registró 14,8% menos exportaciones medidas en dólares durante los primeros cinco meses de 2016, con respecto a igual período del año pasado.
Sin embargo, la situación mejoró en la segunda mitad del año, aunque sigue mostrando datos negativos. La inflación retrocedió, pero sigue dentro del rango objetivo, y las exportaciones recortaron sus caídas y en noviembre mostraron un crecimiento interanual de 5,5%. Sin embargo, de observarse el monto acumulado por exportaciones de bienes se encuentra que en los primeros once meses de 2016, hubo una baja del 8% con respecto al año pasado.
Hacia afuera
En diálogo con CRÓNICAS, la economista Mercedes Comas de PWC, reconoció que se comenzó con preocupación el 2016, especialmente porque Uruguay ha pasado por “un shock muy importante en el sector externo”. La analista detalló que este shock se trató de que “a mediados de este año se estaban exportando 2.500 millones de dólares menos” que hace dos años. Pese a ello, el 2016 presentó un repunte a mitad de año que otorgó optimismo.
Comas destacó que hubo “una mejora de los precios de los principales productos de exportación de Uruguay” como la soja, los lácteos y la carne e incluso algunos mejoraron por primera vez en dos años.
En cuanto al tipo de cambio, la economista de PWC vio que la baja del valor del dólar en estos últimos seis meses dio tranquilidad a los consumidores para comprar bienes importados como electrodomésticos y vehículos.
Por su parte, el asesor económico, Jorge Caumont, rescató que no se llegara a recesión. No obstante, el economista consultado dijo que este año “14 de 19 ramas de la industria no han crecido” pero que sectores –como el tratamiento de celulosa– sí han crecido. Tal fue así que el Informe de Actividad Industrial al tercer trimestre de 2016 arrojó que la producción industrial (excluyendo refinerías) bajó 2,3% en los primeros nueve meses del año con respecto a su símil de 2015.
Problemas públicos
Antonio Elías, analista de la Red de Economistas de Izquierda, también fue consultado sobre este 2016. “Terminó mejor de lo que se esperaba” dijo el economista para englobar lo que a su parecer fue un año con muy bajo crecimiento con respecto a anteriores, pero que de todas maneras se evitó una recesión.
Elías consideró también que el gran problema del país es y ha sido la falta de reactivación económica. Con esto se refirió a que “el gobierno no intentó una política de reactivación por medio de la inversión pública” sino que este año hizo recortes en inversión pública para amortiguar el resultado fiscal. La respuesta del economista de la REDIU en cuanto al déficit fiscal radicó en el uso de políticas contracíclicas, es decir, medidas que favorezcan la actividad y no recorten el consumo como lo han hecho con la suba de tarifas.
Por su parte, Pablo Moya, de la consultora Oikos, destacó que con un crecimiento moderado, se evitó una recesión en lo que comenzó como un año poco favorable. En cuanto al manejo del déficit fiscal, consideró que se tiene que reducir el gasto público “para que sea sostenible en el tiempo” dado que Uruguay es “un país que está retomando una senda de crecimiento”.
Uno por ciento
En lo que refiere a perspectivas económicas para el año próximo, Antonio Elías afirmó que “el año que viene será como ahora”, es decir, que no habrá grandes indicios de crecimiento de manera que espera un crecimiento de 1% para el 2017.
Moya espera que para el 2017 la economía uruguaya se mantenga en los órdenes de este 2016 y crezca 1,6% en su PIB.
Según Caumont, el 2017 traerá “una economía de muddling through”, es decir que se estará arrastrando por el barro con un crecimiento moderado en un contexto adverso de exportaciones.
Para Mercedes Comas no es de esperar que en el 2017 haya “precios extraordinariamente altos” para productos de exportación, así como no prevé una recesión sino un crecimiento moderado alrededor del 1%. También para el año próximo se estará esperando el impacto de los cambios tributarios en el consumo, ya que esperan que algunos sectores cuenten con menos ingreso disponible.
Por el lado del gobierno, el ministro de Economía, Danilo Astori, espera que Uruguay crezca 1% en el año próximo y, según dijo en el programa “Claves Económicas”, se cuenta con un déficit fiscal “manejable” gracias a la situación financiera con la que se cuenta.
Cuidado el papelón
Otro de los hechos protagónicos que se avecina en el 2017 es la posibilidad de que se instale una tercera planta de celulosa en el país. Si bien casos análogos demostraron ser un impulso de crecimiento en la economía, algunos de los analistas consultados señalaron elementos a no descuidar. Jorge Caumont se detuvo en el motivo tras el interés por invertir: “¿vienen porque hay disponibilidad de materia prima o porque no pagan tributos?”
Antonio Elías por su parte no quedó conforme con que el gobierno se apoyara en Inversión Extranjera Directa porque, a su entender, se dejaban de lado las políticas de reactivación económica.
Pablo Moya vio como buena señal que pueda surgir una tercera planta de celulosa en el Uruguay, pero tampoco quiere que se adopte como estrategia el esperar que llegue una inversión extranjera “para salvar la brecha de déficit fiscal, el crecimiento de producto o los indicadores de empleo”.