El 62% de los encuestados mantuvo el nivel de felicidad previo a la pandemia, según una encuesta de opinión pública sobre los impactos de la pandemia de Covid-19 en Uruguay encargada por Naciones Unidas en Uruguay. El tema general se centró en la percepción de la población uruguaya y el impacto que tuvo la pandemia de covid-19 a dos años de su llegada al país.
Para Naciones Unidas, el seguimiento de la recuperación económica y social luego de la pandemia debe contemplar, además de los indicadores convencionales sobre la actividad económica y las mediciones generales, otras medidas que permitan evaluar la recuperación en los sectores más vulnerables, las secuelas en los aprendizajes de los niños, la salud mental y el bienestar integral de la población y la desigualdad basada en género.
Con este enfoque, el sistema de las Naciones Unidas en Uruguay encomendó la realización de una encuesta de opinión pública para medir percepciones sobre los principales impactos de la pandemia de Covid-19 en Uruguay a dos años de su llegada al país.
En los principales resultados del sondeo sobresale la situación económica, salud mental y educación.
Situación económica
En febrero de 2022, a dos años de la pandemia, un 37% de la población evalúa su situación socioeconómica como buena (3% como “muy buena” y 34% como “buena”), un 48% (la mayoría) considera que “no es buena ni mala” y, finalmente, un 14% la considera mala (11% como “mala” y 3% como “muy mala”).
Por otro lado, un 28% de la población considera que la situación económica de su hogar es peor (26% “peor” y 2% “mucho peor”) que en el “período previo a la pandemia”, en tanto un 55% (la mayoría) considera que es “igual” y un 17% considera que es “mejor” (15% “mejor” y 2% “mucho mejor”). De ese 28% que entiende que la pandemia deterioró la situación económica, casi la mitad (el 47%) considera que este deterioro fue debido a la pandemia.
La percepción del rol de la pandemia en el deterioro de la situación económica del hogar es mayor en personas de niveles educativos y socioeconómicos bajos: un 56% de ellas atribuye a la pandemia el deterioro económico de su hogar, comparado con un 32% de las personas de niveles educativos y socioeconómicos altos.
Un 12% de las personas entrevistadas declara haber estado en situación de inseguridad alimentaria leve o significativa durante el año 2021, comparado con 21% durante el 2020. Si bien esta mejora relativa de la seguridad alimentaria tuvo lugar en un contexto de reducción de las restricciones debidas a la pandemia, los resultados de la encuesta no permiten realizar esta atribución de manera certera.
Salud mental
La mayoría de las personas entrevistadas se declara igual de felices que antes de la pandemia (62%). Sin embargo, una proporción significativa declara ser menos feliz ahora que antes de la pandemia (30%), apuntando a un impacto negativo de la pandemia sobre la percepción general de felicidad de los uruguayos. La percepción de menor felicidad, comparada con el periodo previo a la pandemia, es más aguda en el grupo de adultos mayores (38% percibe ser menos feliz ahora que antes de la pandemia).
Los encuestados perciben que la pandemia tuvo un impacto negativo sobre la salud mental de los niños y adolescentes: un poco menos de la mitad de las personas entrevistadas (46%) declara haber detectado “en la etapa de suspensión de clases presenciales cambios importantes en la salud mental o el comportamiento de alguno de los menores del hogar”. Para una amplia mayoría (78%), estos problemas disminuyeron con el retorno a la presencialidad.
Educación
Un 60% de las personas con menores de edad a cargo manifestó que éstos “participaron de clases virtuales durante la etapa en la que las clases virtuales estuvieron suspendidas”, 18% “la mayoría de las veces”, 10% “algunas veces”, 5% “pocas veces” y, finalmente, 5% expresó que “nunca” lo hicieron. Por otro lado, el 79% de las personas encuestadas declaró que cuando los niños y adolescentes tienen clases virtuales aprenden “menos que cuando tienen clases presenciales”.