El presidente de la CIU reafirmó la posición de la cámara sobre un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China y la necesidad de comenzar una reforma en seguridad social. “Uruguay tiene que mirar hacia afuera para buscar trabajo para los uruguayos”, cuestionó el representante. Además, evidenció el perjuicio que sufrirá la producción nacional por la rebaja arancelaria unilateral que hizo Brasil.
Los representantes de las principales cámaras empresariales del país fueron los protagonistas ayer jueves de una nueva edición de los tradicionales almuerzos de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). Los presidentes de la CIU, Alfredo Antía; de la Cámara de la Construcción (CCU), Diego O’Neill; y la Asociación Rural (ARU), Gonzalo Valdés; y la asesora económica de la Cámara de Comercio y Servicios (CCSU), Ana Laura Fernández, fueron los disertantes del evento, del que también participaron la ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Irene Moreira; el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, el presidente, el vicepresidente y el secretario de ADM, Jorge Abuchalja, Roberto Brezzo y Enrique Giner, respectivamente.
En su oratoria, el presidente de la CIU se posicionó totalmente a favor de un TLC con China. “Es una propuesta que está reafirmada en los hechos. La CIU hizo el estudio más profundo y detallado que refleja factibilidad de un TLC con China. Puede llamar la atención que no tengamos una mirada proteccionista, pero entendimos que acá hay una oportunidad para el país y para muchos sectores y también, dentro de la negociación, la posibilidad de hacerlo con la inteligencia suficiente”, alentó.
Además, destacó que en “otros aspectos de la competitividad” los mercados energéticos resultan clave para el desarrollo del país. “Venimos de un historial de precios discrecional, pensando en la caja de precios del Estado y no en la competitividad de las empresas”, reclamó.
Por esta línea, planteó que se deberían ampliar los acuerdos que hace UTE por fuera del tarifario normal con las empresas industriales intensivas en consumo de electricidad del país.
En otro momento de su oratoria hizo énfasis en la importancia de reformar la seguridad social. «El documento de diagnóstico, lamentablemente, expresa que hay un agujero; no un asunto menor que se pueda resolver con medias tintas», apuntó el ejecutivo.
Además, resaltó la presión fiscal como traba y que no permite atraer inversión.
“Mirar hacia afuera»
De acuerdo al representante de los industriales uruguayos, nuestro país debe mirar hacia afuera para buscar trabajo para los uruguayos. “Como cámara venimos ayudando a la internacionalización de las empresas, fortaleciendo sus capacidades”, remarcó.
«Argentina, entre las licencias que impone y el manejo de las divisas maneja cuándo y qué entra. Brasil acaba de aprobar una rebaja arancelaria per sé, mirando para un costado de los compromisos del Tratado de Asunción, que va a afectar US$ 777 millones de exportación de Uruguay del 2021, y que van a sufrir una pérdida en su poder de competitividad. Entonces ¿qué hace Uruguay? ¿Se queda quieto? Uruguay tiene que mirar hacia afuera», reflexionó.
Además de Antía, los representantes de la CCSU, de ARU y de la CCU, repasaron varios aspectos de la actualidad y los números actuales del país, reiterando la importancia de la apertura al mundo, la producción agroindustrial como motor y la necesidad de controlar los niveles de inflación para potenciar la industria local.
Creo en ti
Al ser consultados por la tendencia a la baja que ha mostrado el dólar en la plaza financiera local, Antia explicó que ello se debe a los elevados ingresos de divisas generado por el arribo de grandes inversiones -como la de UPM2- y también por los altos niveles de exportaciones. Este combo genera una presión a la baja sobre el tipo de cambio.
Sin embargo, el titular de la CIU depositó su confianza para solucionar esta situación en la ministra de Economía, Azucena Arbeleche. “Confío en ella”, reafirmó.
Mientras que el presidente de la ARU optó por no profundizar en el tema, O’Neill dictaminó que son cuestiones que van de la mano con la alta inflación internacional.
No obstante, Ana Laura Fernández, de la CCSU, recordó que este tipo de fluctuaciones se mezclan con el rol de la política monetaria y que el desafío consiste más bien en acompasar esta última a la política salarial y fiscal, y que a su vez estas no perjudiquen la competitividad internacional.
