Transporte carretero de pasajeros no podrá alcanzar el nivel previo a la pandemia

Transporte de pasajeros

Tomás Gagliardi, Walter Sosa, Pablo Labandera y Carlos Flores.

Autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) participaron de un encuentro con Walter Sosa, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Transporte Carretero por Autobús (Anetra) y Tomás Gagliardi, asesor de Grupo 12, dos destacadas agremiaciones de transporte de autobuses del Uruguay. Estos actores coincidieron en la importancia del rol social que cumple la actividad de traslado de pasajeros a nivel país.

Pablo Labandera, director Nacional de Transporte, y Carlos Flores, director general de Transporte por Carretera, ambos ejecutivos pertenecientes al MTOP, observaron y destacaron el acatamiento al estricto cumplimiento de las medidas encomendadas por el gobierno a las empresas de transporte y su alineación a favor de las necesidades planteadas por usuarios y el gobierno frente a los peligros de contagio causados por el covid-19.

Como evaluación y diagnóstico de la situación conjunta, los representantes gremiales destacan la merma en el uso del transporte colectivo a partir de la llegada, precisamente, de la pandemia.

Sosa comenzó la presentación con una afirmación significativa: «La situación sanitaria nos ha llevado a un punto que no será recuperable llegar al 100% de la actividad que teníamos prepandemia… Estamos convencidos que el nuevo 100% va a ser este, el que estamos transitando ahora», remarcó. 

Gagliardi comentó acerca de los principales motivos que afectan directamente al transporte y que, como consecuencia, provoca que los usuarios tomen otras elecciones en lugar de preferirlos. En ese sentido, se refirió a  nuevas predisposiciones de movilidad, teletrabajo y el nuevo sesgo de los pasajeros en materia de seguridad sanitaria.

Desde otro ángulo, Labandera analizó a los usuarios, sus requerimientos y necesidades e indicó que existe un nuevo perfil del cliente a nivel del servicio de transporte público, más exigente y con un cambio cultural relacionado a la movilidad.

“Se ha generado un temor infundado acerca de que los vehículos de transporte público podrían ser una fuente de contaminación del covid, y empíricamente se ha demostrado que no es así”, puntualizó.

Monitoreo artesanal y errores 

Desde la Dirección de Transporte monitorean e intentan dar respuesta a las demandas de los usuarios y, al unísono, mantener un equilibrio en la reconfiguración de las empresas sin perder de vista la rentabilidad de las mismas.

Por otro lado, como gobierno se plantearon metas alineadas a las empresas de transporte de pasajeros procurando preservar las compañías, su rentabilidad y conservar las fuentes laborales directas.

Labandera aseguró que “el costo de aprendizaje durante la pandemia fue muy alto, porque atrás de números hay colectivos de personas”. Asimismo, reconoció que cometió errores en la toma racional de algunas decisiones que, a raíz de la experiencia y del transcurrir de tiempo, comprendió que implicaba “un cambio de vida de la gente”.

Su autocrítica surge a raíz de las transformaciones en el estilo de vida de las personas a las que se les modifica o suprime una línea o tramo de un recorrido del transporte público.

Gagliardi observó la autocrítica de Labandera como una «gentileza» y destacó que debe ser reconocida de muy buena manera dadas las nuevas condiciones a las que se enfrentó el Ministerio a causa de la pandemia. «No había experiencia a nivel de la administración de circunstancias similares», apuntó el jerarca de Transporte Nacional. 

Estadística

Durante 2019 la cantidad de kilómetros recorridos fue de 98.852.862 y de 20.772.806 pasajeros transportados. Para 2021, año que se toma como referencia de reactivación económica tras la denominada “libertad responsable” y las cuarentenas, las cifras decayeron considerablemente siendo 67.879.445 los kilómetros recorridos en el año, y 11.476.308 los pasajeros transportados. 

A partir de la aparición del covid-19 en nuestro país, el uso del transporte público cayó estrepitosamente alrededor de un 80%. Labandera explicó que ese núcleo duro del 20% que quedó usándolo estuvo compuesto por personal de servicio, salud y seguridad -policías, bomberos, enfermeros y auxiliares de servicio-, que no tenían  otro medio que el transporte público para trasladarse. 

Por su parte, Flores sostuvo que hay una multiplicidad de virtudes que tiene el transporte público que hay que destacar y promover. Al mismo tiempo, expuso la cifra de los servicios que circulan actualmente: 79,4% en líneas interdepartamentales y en el área metropolitana un 88,21%.

Por otro lado, desde 2006 las empresas de ómnibus están subsidiadas, y según Sosa, «es un mecanismo que mantiene el precio del boleto». Las autoridades y los representantes gremiales aseguraron que más del 60% del costo del boleto se traslada al pago de salarios de los trabajadores.

Desde otra óptica, destacan que no se manifestaron despidos por covid debido a las herramientas de seguro de paro y seguro de paro parcial. Asimismo, se manifestaron renuncias de conductores de ómnibus cuyo nuevo futuro laboral se enmarca ante el surgimiento de la obra de UPM en Durazno.