Entendiendo que el país necesita “quebrar la inercia de la política comercial” y avanzar hacia una mayor apertura, la Academia Nacional de Economía (Acadeco) instó a través de un comunicado, a que Uruguay presente su postulación al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (Cptpp). Se argumenta que es “un acuerdo de última generación”, con “los más altos estándares” de integración, y que “está vigente y con condiciones conocidas en los más de 30 capítulos que lo conforman”.
Acadeco señala que Uruguay debe proceder “de inmediato a presentar la Solicitud de Admisión ante Nueva Zelanda, país depositario del Acuerdo”, para de esa forma presentar su postulación formal al CPTPP.
“El momento es ahora, ya que en este aspecto, tanto desde el punto de vista local como regional, el paso del tiempo juega en contra de los intereses del país”, sostienen.
El comunicado destaca que Uruguay necesita de forma “impostergable”, y así lo ha manifestado el presidente Luis Lacalle Pou, avanzar en su apertura comercial y mejorar su inserción internacional. Para ello, se requiere de “disponer de un abanico de países con quienes negociar con reglas claras y conocidas”.
El Cptpp fue suscripto por Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam y tiene como objetivos la promoción de la integración económica, el establecimiento de marcos legales predecibles para la facilitación del comercio y la promoción del crecimiento sostenible, entre otros.
“Es un acuerdo de última generación, que alcanza los más altos estándares en materia de integración existentes en el mundo”, defiende Acadeco.
No te cierres
En el comunicado se argumenta que un país pequeño como Uruguay, con un mercado interno de sólo tres millones y medio de habitantes, debe abrirse al mundo.
Haciendo un poco de historia, recuerda que en el siglo XIX y e inicios del XX, el país era comercialmente abierto y contaba con un nivel de vida similar al de los países desarrollados. Además, contaba con “una clase dirigente de avanzada: tenía hacedores y pensadores”.
Sin embargo, desde 1930 en adelante “el país se fue cerrando y fue perdiendo esa dinámica y esa mentalidad eminentemente emprendedora”. También se recuerda que más recientemente Uruguay tuvo la oportunidad de firmar un Tratado de Libre Comercio con EEUU en 2006, pero la “dejó pasar”, y que en 2015 las autoridades declinaron continuar en la mesa de negociaciones del Acuerdo sobre Comercio de Servicios (TISA).
En ese sentido, Acadeco entiende necesario “quebrar la inercia de la política comercial” dejando de lado la dependencia a la agenda de integración del Mercosur (que solo ha concretado cuatro acuerdos comerciales fuera de América Latina en 30 años) y del intento de buscar acuerdos bilaterales “donde las contrapartes no tienen demasiado interés en el mercado uruguayo y por tanto, realizan pocas concesiones”. De acuerdo a la Academia, ambos posicionamientos han demostrado ser “una política de pobres resultados”.
Acadeco defiende que “el Cptpp es un acuerdo que está vigente y con condiciones conocidas en los más de 30 capítulos que lo conforman”, por lo que Uruguay accedería a las concesiones que los miembros acordaron y podría aprovecharse de las condiciones pactadas en materia de restricciones no arancelarias, como son las normas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, entre otras.
También se aclara que la existencia de empresas estatales uruguayas no es un obstáculo, ya que muchos de los países integrantes del acuerdo tienen situaciones similares.
Acadeco también destaca que más allá del impacto económico que implica la rebaja arancelaria directa, existen “otros beneficios estratégicos, como la modernización del marco normativo nacional”. Asimismo, “hay beneficios no calculados por la posterior incorporación de nuevos miembros (Reino Unido y Corea del Sur ya se han postulado)”.