Uruguay: hub logístico

Columna > Logística

Por Juan Azcurra (*)

Más allá de la definición o la autodenominación que un país haga sobre su identidad productiva o sobre ventajas competitivas, existen  elementos objetivos que lo posicionan, o no, en un determinado lugar.

En este sentido, hay aspectos claves y estructurales que diferencian a un país, para hacerlo más atractivo y competitivo. Nos referimos a fortalezas, como ser la infraestructura, un sistema político confiable, calidad de vida, clima de negocios, estímulos fiscales, y la oferta de capital humano, como algunos de los elementos más relevantes. 

Tomando como eje temático la función de Uruguay como centro de distribución regional y país de transbordo de mercadería, es que vamos a compartir de forma breve, algunas ventajas e información a nivel de infraestructura y regímenes legales, que posicionan a Uruguay como hub regional.

Infraestructura 

El concepto “infraestructura” atraviesa transversalmente varios sectores de actividad, como ser telecomunicaciones, energía, educación, salud, vivienda, transporte, puertos, etc; todos ellos estratégicos y, de alguna forma, vinculados. En este caso vamos a centrarnos en los relacionados a la actividad logística, transporte y comercio internacional.

¿Qué es la infraestructura logística?

De acuerdo al libro Guía Logística, del Banco Interamericano de Desarrollo, la infraestructura logística es “el conjunto de terminales, instalaciones y obras especializadas que facilitan los movimientos de carga en combinaciones intermodales, posibilitando el vínculo entre los centros de acopio, producción y consumo”. 

¿Por qué es importante?

La infraestructura es un factor determinante en el desarrollo y las posibilidades de crecimiento económico de un país. Impacta directamente en los costos logísticos, en la capacidad de producción, y la competitividad, entre otras cosas. Muchas veces la infraestructura puede tener un peso tan importante en la competitividad e internacionalización de productos similar o mayor a los costos de combustible, mano de obra, o los precios internacionales de los commodities. 

La posibilidad de transportar la carga por carreteras adecuadas, que no se generen esperas en terminales y puertos, o que exista espacio disponible y adecuado para el almacenamiento de carga, impacta directamente en los costos de todos los involucrados en la cadena de suministro. 

Un ejemplo de esto son las diferentes realidades en infraestructura entre regiones. Los costos logísticos en América Latina y el Caribe, rondan el 18% y 35% del valor final de los productos, mientras que en los países OCDE un 8%.

La situación de Uruguay

La inversión y nuevos proyectos de infraestructura en Uruguay (portuaria, vial y férrea) durante los últimos años han sido de gran importancia para que Uruguay logre un posicionamiento único en la región. 

Uruguay es el tercer país en América del Sur en cuanto a la calidad de sus carreteras, según “The Global Competitiveness Report 2016, World Economic Forum”. Adicionalmente, cuenta con la red vial más densa de todos los países de Latinoamérica -aproximadamente 8.776km y 7.977km pavimentados-, según los últimos datos del Observatorio Nacional de Infraestructura, Transporte y Logística. 

Por otra parte, a mediados de 2023 quedará culminada la nueva via férrea que unirá la nueva planta de UPM al puerto de Montevideo. 

En relación al movimiento de carga, recientemente se firmó el contrato de transporte ferroviario más importante de Uruguay y uno de los más destacados de América Latina. Para esta operación se estará incorporando equipamiento y tecnología de primer mundo, gestionado por empresas que aportan experiencia y conocimiento al sector. La carga por eje se incrementará en la nueva infraestructura, lo que permite el transporte de más carga al mismo tiempo. Se transportarán 2.3 millones de toneladas de celulosa y los insumos correspondientes para su producción.

A nivel de puertos, se están desarrollando varios proyectos que apuntan a la especialización, ampliación de infraestructura, y aumento de calados. Estos avances en infraestructura hacen un puerto más eficiente y seguro, captando navieras, y a barcos con mayor capacidad de carga. También le brinda a los exportadores de graneles la posibilidad de lograr mayor rentabilidad por embarque, e incluso captar nuevos negocios. Pasar de un calado de 12 a 13 metros, o un máximo de 14 metros, significa un avance enorme a nivel de volumen de carga y desde el punto de vista estratégico. Convierte a Montevideo en un puerto imbatible en el Río de La Plata y la región. A modo ilustrativo, un metro más de calado puede significar (dependiendo el buque y el producto) 4.500 toneladas más de carga; si eso lo multiplicamos por el valor FOB de los diferentes granos, vamos a tener una referencia del valor adicional por embarque. Es un círculo virtuoso: eficiencia, especialización, mejores tecnologías, menos impacto medioambiental, más rentabilidad, más oportunidades.

Regímenes legales

Uruguay ofrece posibilidades como centro de distribución regional que ningún otro país ofrece. Existen posibilidades para todo tipo de mercadería y para cualquier modalidad de transporte (aérea, marítima, terrestre). A través de los regímenes de Puerto Libre, Aeropuerto Libre y Zona Franca, la mercadería ingresa, permanece y egresa del país sin aranceles e impuestos (entre otros beneficios). En nuestro país se encuentra el único Aeropuerto Libre y Puerto Libre de la costa atlántica de América del Sur.

Las facilidades a nivel fiscal y de movimiento de mercadería han motivado que empresas multinacionales de primer nivel se instalen en nuestras zonas francas, para agregar valor a sus productos, mantener un stock regional, o brindar servicios profesionales. 

En el caso de Puerto Libre, actualmente se realizan transbordos vía marítima o terrestre a terceros países. Aproximadamente el 50% de los contenedores que se mueven en el puerto de Montevideo, son en tránsito o transbordo. En el caso de Nueva Palmira, uno de los principales puertos de la hidrovía Paraná-Paraguay, su aporte como puerto de entrada y salida de productos argentinos, paraguayos y bolivianos, también es de suma importancia regional. Permite la salida de soja, mineral de hierro, arroz, maíz, etc., y la entrada de fertilizantes, clinker, carbón, cemento, etc. En el caso de Nueva Palmira, también aproximadamente el 45% de la caga movilizada fue en su función de hub.

Concluyendo, en base a todo lo mencionado anteriormente, y en línea con el propósito de la columna, podemos afirmar que somos un país con una cultura logística y de servicio cada vez más consolidada. Hablo de cultura logística porque, sumado a la historia, a la infraestructura, y a la visión de largo plazo a nivel político, actualmente la academia ha incorporado carreras de grado y posgrado de excelente nivel en materia logística.  

Personalmente, si bien todavía quedan muchas cosas por hacer, creo que las proyecciones en la industria logística, y de Uruguay como hub, son de más crecimiento y oportunidades.

(*) Gerente Comercial de CHR Group. Christophersen S.A.