El principal desafío que enfrentan hoy las zonas francas del país se relaciona directamente con el trabajo a distancia y las regulaciones en esta materia. “Es algo que no sabemos si va a ser concedido por el decreto, creemos que no por lo que nos han dicho”, manifestó en diálogo con CRÓNICAS Diego Licio, quien preside la cámara que nuclea a este sector. Si la regulación no permite esta modalidad de trabajo, adelantó, “algunas empresas no van a tener gente para trabajar”.
Un reciente informe de Ceres da cuenta de un buen momento en el rubro de las zonas francas. Este estudio indica que esta herramienta emplea a 15.000 trabajadores directos y 14.000 indirectos, con salarios que prácticamente duplican los promedios de los nacionales. Asimismo, las zonas francas aportan 5,6% del PBI y representan el 32% de las exportaciones del Uruguay.
Sin embargo, este sector experimenta hoy otro desafío, que se relaciona directamente con la modalidad de trabajo. Tras la pandemia, el llamado home office o teletrabajo se expandió en Uruguay -así como en otras naciones alrededor del mundo-, lo que hizo pertinente una regulación sobre el tema, no exenta de polémicas.
En este ámbito, uno de los rubros que experimenta una mayor dificultad en la materia es el relacionado con las zonas francas, ya que las regulaciones al respecto obligan a realizar la actividad en la propia zona, lo que hace que estas no queden alcanzadas por la normativa general.
Según indicó Licio, presidente de la Cámara de Zonas Francas, la ley de teletrabajo para este rubro no permite la actividad para los funcionarios fabriles, ni para las actividades logísticas, pero si existe hoy en día personal administrativo, comercial y de servicios que realiza sus labores en esta modalidad.
“La gente se acostumbró a teletrabajar y ahora no sabemos cómo se va a terminar reglamentando, es algo que no sabemos si va a ser concedido por el decreto; por lo que nos han dicho creemos que no”, señaló el ejecutivo.
En este escenario, adelantó que si bien hay muchas empresas a las que esta modalidad no les afecta demasiado, “hay otras que si no tienen la posibilidad de teletrabajar, se les va a ir mucha gente”.
En otros temas
Por otro lado, Licio fue crítico con la creencia social de que las zonas francas tienen una exoneración de impuestos que otras organizaciones no tienen. “La realidad es que la mayoría de las empresas que están en zona franca no se instalarían en Uruguay si no existiera esta herramienta. Entonces, no es que están exonerando a gente que de otro modo estaría pagando impuestos, lo estás haciendo con empresas que si le sacás la exoneración se van de Uruguay”, aseveró.
En este sentido, también añadió que la ventaja de esta herramienta es que hace más competitivo al país. “La zona franca compensa, parcialmente, con exoneraciones tributarias, lo caro que es Uruguay”, aseguró.