Desde la aplicación de tecnología para optimizar las rutas de transporte, la incorporación de camiones eléctricos, la utilización de sistemas bimodales, hasta la reducción del uso del plástico en el empaquetado y el ahorro de combustible, son tan solo algunas de las estrategias que usan las grandes multinacionales radicadas en Uruguay para adaptar su cadena logística a una visión sostenible.
Desde su origen, situado en la época en la que el ser humano almacenaba alimentos en las cuevas con el propósito de tener insumos durante el invierno, y más aún hoy, en un mundo hiperconectado, la logística actúa como un eslabón fundamental en el comercio y la cadena de suministros de las personas alrededor del mundo.
Claro está que, a través de los milenios, esta actividad que funciona como un enlace entre la producción y los mercados que están separados por el tiempo y la distancia, ha sufrido transformaciones. La evolución del transporte, el incremento de las conexiones entre continentes y el avance de la tecnología son solo algunos de los cambios que han generado modificaciones a escala logística.
Ahora, y con la crisis que se generó en este ámbito durante la pandemia -y que dejó entrever la gran importancia de esta actividad- de alguna manera en segundo plano, hay otros lineamientos que preocupan y ocupan a importantes empresas radicadas en Uruguay.
Aplicar una visión sustentable a la logística se sitúa al día de hoy cómo un objetivo fundamental para Coca Cola Femsa, FNC, L’Oréal, Nestlé y Montes del Plata.
Acciones para una logística sustentable
A nivel mundial se visualiza una tendencia a ponderar los factores de sostenibilidad en el mundo corporativo y desde las empresas consultadas por Empresas & Negocios se valora positivamente este cambio de paradigma.
Específicamente en lo que refiere a la logística, los cambios orientados a la sostenibilidad generan importantes impactos, al ser una actividad de carácter global y que se relaciona estrechamente con todos los sistemas productivos.
A través de diferentes métodos, uno de los ejes de la transformación en materia logística consiste en disminuir las emisiones de CO2 -uno de los principales causantes del calentamiento global-.
Por ejemplo, en esta línea, L’Oréal contó que su principal socio de negocio, en lo que refiere al transporte, incorporará a la brevedad un camión 100% eléctrico.
“Con esto la idea es mejorar el desempeño en la región Metropolitana, donde se concentra el 80% del volumen de entrega. También estamos evaluando alternativas de transporte liviano eléctrico (bicicletas o monopatines) para la última milla en las zonas de alto congestionamiento de tránsito y hemos avanzado en pasar la flota corporativa a coches híbridos. Por último, en nuestras licitaciones de servicio, estamos ponderando de manera especial las propuestas verdes y de eficiencia en la motorización para designar a los ganadores”, afirmó Francisco Jaureguy, director de Operaciones de L’Oréal Uruguay.
A su vez, la compañía se enfoca en mejorar la eficiencia de las cargas, las frecuencias y optimizar las rutas a través de softwares para disminuir los kilómetros recorridos en las entregas y, de esa forma, impactar positivamente en la contribución a la huella de carbono.
Además de esto, en todas las actividades que se realizan en la central de distribución, se busca reducir la generación de residuos a través de la sustitución de materiales plásticos por papel, cartón u otras alternativas que tengan menor impacto en el medio ambiente.
“Es compromiso del grupo L’Oréal reducir un 50% las emisiones asociadas al transporte de productos en 2030, tomando como referencia lo emitido en 2016. Esto incluye la cadena logística entera, desde las fábricas a los clientes corporativos y consumidores finales, por lo cual también estamos trabajando con los agentes de cargas para buscar alternativas verdes en el transporte internacional. Además, para el 2025 todos nuestros sitios a nivel global serán carbono neutral”, adelantó el ejecutivo.
En Coca-Cola Femsa, el objetivo en esta materia es también reducir para el 2030 un 50% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en las operaciones a escala global.
“También nos propusimos reducir 20% las emisiones GEI de los bienes y servicios adquiridos, el transporte y la distribución, y alcanzar el 100% de abastecimiento de energía en nuestras operaciones a partir de fuentes renovables”, dijeron desde la empresa.
Al mismo tiempo, recientemente se inauguró un nuevo centro de distribución, diseñado con una tecnología que permite un ahorro energético de entre 70% y 80% respecto a la opción tradicional.
“En nuestra apuesta por una movilidad sostenible y con el propósito de adherir a los objetivos globales de integrar un 45% de vehículos eléctricos en nuestra flota y aumentar un 25% la eficiencia en el consumo de combustible, hemos implementado equipos móviles más eficientes que operan dentro del depósito y funcionan a energía eléctrica. Esto permitió reducir en un 80% la cantidad de vehículos utilizados, favoreciendo la disminución de la huella de carbono e impactando positivamente en el ambiente”, agregaron.
Asimismo, durante el 2021 Coca-Cola Femsa implementó la Plataforma de Distribución Digital 1.0, una innovación que permite identificar y corregir desviaciones en los patrones de ejecución con relación al plan de ruta a través de sistemas de telemetría vehicular instalados en las flotas de distribución.
Desde Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), otra de las empresas consultadas por Empresas&Negocios, aseguraron que, como parte de sus esfuerzos por llevar a cabo una operativa eficaz y sustentable, implementaron en 2020 “Foxtrot”, una herramienta tecnológica que evalúa y recomienda las rutas más eficientes para la flota de distribución, mejorando los tiempos de entrega, reduciendo a su vez los costos logísticos y las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Esta plataforma web se conecta mediante una aplicación que permite al personal a cargo de cada camión de reparto ver desde su celular en tiempo real la ruta más adecuada para realizar las diferentes entregas, optimizando los trayectos.
“En los próximos meses vamos a contar con flota eléctrica para poder distribuir nuestros productos. Como parte de nuestro compromiso en la reducción de CO2, nos pusimos como horizonte renovar la flota con vehículos eléctricos que se traducen en impactos positivos directos. La flota no solo implica camiones de reparto, sino también autoelevadores para nuestras operaciones de depósito”, dijo Agustín Ginel, director de Logística de FNC.
Por su parte, desdeMontes del Plata explicaron a Empresas & Negocios que utilizan un sistema de transporte bimodal único en el país para abastecer la planta industrial, que consiste en combinar el transporte terrestre con el transporte fluvial, por el cual se mueven 4,5 millones de toneladas de madera por año.
Aproximadamente el 50% de la madera necesaria para abastecer la planta se traslada por medio de cuatro barcazas que zarpan desde la Terminal Logística M’Bopicuá, en Fray Bentos, y llegan directamente a la terminal portuaria en Punta Pereira. En este sentido, cada barcaza tiene una capacidad de 5.000 toneladas, equivalente a la carga de 170 camiones.
En tanto, el traslado de la madera por vía terrestre se realiza con aproximadamente 190 camiones de 12 empresas contratadas, los cuales son monitoreados constantemente por la Central de Transporte de Montes del Plata y los vehículos son de clase Euro 51 en su mayoría, lo que ayuda a minimizar la huella de carbono.
“La logística es clave para Montes del Plata porque necesitamos abastecer nuestro complejo industrial, ubicado próximo a Conchillas, en Colonia, y exportar la celulosa a Europa y Asia”, aseguró Diego Wolheim, gerente general de la compañía, quien además puso énfasis en los logros que se han obtenido hasta el momento.
“Solamente el sistema bimodal ahorró en 2021 aproximadamente 24 millones de kilómetros de camión en rutas y caminos, con el consiguiente beneficio para el ambiente, la infraestructura y la seguridad vial. En términos de emisiones de gases de efecto invernadero, el sistema de barcazas evita más de 15.000 toneladas de CO2 al año”, destacó.
En otro orden, Ariel José Dick, gerente de Sustentabilidad, Seguridad y Salud en Supply Chain Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay, señaló que la compañía impulsa dos tipos de acciones: de eficiencia en logística y de logísticas sustentables, que se basan, a su vez, en tres ejes. Por un lado, se evitan ineficiencias, ya sea en el llenado de bodegas o en viajes innecesarios; por otro lado, se apuesta al cambio de los modelos logísticos -por ejemplo, con un modelo de logístico multimodal- y, por último, se mejoran las emisiones de CO2 a través de la transición de combustibles en los vehículos de distribución.
“Modificar los modelos logísticos implica una búsqueda continua de eficiencias, de manera de incrementar el nivel de servicio, logrando satisfacer las expectativas que los clientes y consumidores tienen sobre los productos y servicios requeridos, todo mejorando los costos operativos, maximizando la seguridad del transporte y su sustentabilidad”, dijo el directivo en la ocasión.
Adicionalmente, la empresa se enfoca en la búsqueda de proveedores que ofrezcan opciones de movilidad sustentable, con indicadores robustos y monitoreo de resultados. En este sentido, a través de proveedores, se incluirán cuatro camiones eléctricos a la flota de distribución, que operarán en el área metropolitana en el segundo semestre de 2022.
Los desafíos de Uruguay en la materia
Estar a la vanguardia en estos temas implica también enfrentarse a ciertos retos, ya que implica hacer partícipe a toda la cadena de valor.
En este sentido, uno de los principales desafíos que identifican desde el sector empresarial en el camino hacia la sostenibilidad tiene que ver con el rol de los proveedores y colaboradores y cómo contagiarlos en esta transformación. La reducida oferta de alternativas sostenibles en el mercado en comparación con la de otros países y lograr que existan ofertas en masa crítica suficiente en el mercado para que los proveedores puedan llevar a cabo esta transición a opciones más limpias y sustentables no es tarea fácil.
Por otra parte, existen ciertos obstáculos de carácter estructural.
Por ejemplo, en lo que tiene que ver con los vehículos eléctricos, desde el sector industrial identifican que el principal desafío es la autonomía y las distancias a recorrer con cada carga.
En este escenario, el papel del Estado y las reglas claras, así como una estrategia de mantenimiento y escalabilidad apropiada para la infraestructura necesaria y el debido acceso a tecnologías, financiamiento y generación de capacidades son fundamentales.
En los últimos meses el gobierno informó que se prevé el desarrollo de una planta piloto de hidrógeno verde, lo que significa una fuente alternativa para descarbonizar el transporte de carga.
Para las empresas consultadas, esto puede actuar como un fuerte impulsor de la sustentabilidad en materia logística para el futuro.
A su vez, resaltan, desde las autoridades nacionales se promueve, mediante exoneraciones fiscales, las inversiones en transportes verdes, lo que actúa como un factor dinamizador en la oferta. También UTE está trabajando en la implementación de corredores de transporte verde con disponibilidad de unidades de carga de baterías para mejorar la autonomía de las flotas.
Pero estas opciones, estimaron, no deben hacer perder de vista medidas más simples de eficiencia en el transporte, como por ejemplo, el maximizar el llenado de las bodegas de las unidades de transporte, aprovechar la “logística inversa” y opciones de escalabilidad (mayor volumen/peso por viaje), acciones que se encuentran al alcance de todos.