En una larga conversación con CRÓNICAS, el ejecutivo realizó una revisión del negocio de Itaú en lo que va del 2022, y puso foco en las estrategias implementadas para crecer a nivel local. A su vez, hizo alusión al costo actual de la Caja Bancaria y el impacto que esto tiene en el encarecimiento del crédito. Destacó, además, el crecimiento de los negocios con los clientes no residentes que ha tenido el banco en los últimos tiempos.
Por Oscar Cestau | @OCestau
-¿Cómo evalúa la marcha del negocio del banco en lo que va del año?
-Uruguay está teniendo un año de empuje fuerte de la economía, con mucha actividad de las empresas, con fuertes inversiones, en particular desde los agronegocios, con un ciclo de commodities muy positivo. A su vez, del lado de las personas físicas, se nota un incremento del consumo, de volúmenes de crédito, del uso de tarjetas de crédito y débito, y un crecimiento de los servicios en general. En resumen, vemos una economía muy consistente y repuntando hacia una perspectiva de crecimiento también para 2023.
Dentro de este contexto, Itaú tuvo un papel importante, siendo un banco que creció mucho en cantidad de cuentas y nuevos clientes, saliendo con nuevos productos, especialmente con la Cuenta Pocket, y un incremento importante de la cartera de créditos.
Cuando miramos junio contra julio, hay un crecimiento de un 25% de la cartera de crédito del banco, y un incremento importante también en la base de depósitos del banco, lo que significa que la economía está creciendo, pero también que Itaú está consolidando su posición como el banco de preferencia de sus clientes. Estamos contentos porque creemos que eso es reflejo de una propuesta de valor de mucha centralidad en el cliente. Realmente entregar el mejor servicio, y poder generar lo que el cliente necesita, de la mejor manera, con el mejor cuidado, y a través de buenas experiencias para estos, nos despierta muchas expectativas.
-¿Cuáles son los puntos altos de esa propuesta de valor que el banco quiere ofrecer a sus clientes?
-Itaú considera que hay diferentes perfiles de clientes que, a su vez, tienen distintas necesidades. Entonces, queremos tener diversos modelos y propuestas de valor conforme a los perfiles de esos clientes. Por ejemplo, hoy tenemos una solución para los universitarios muy bien valorada, que es la Cuenta U25.
A su vez, ofrecemos una con una atención 100% digital, que se puede abrir por la app o por WhatsApp, que es la Cuenta Pocket. Esta es una cuenta sin costo de manutención y que brinda acceso a una amplia cantidad de productos. La defino como una solución digital completa para nuestros clientes.
Además, tenemos la Cuenta Pago de Sueldos y las Cuentas Full, ambos productos con múltiples beneficios. Creemos que a través de este paquete tan completo de opciones podemos encontrar las necesidades para cada tipo de cliente y cubrir todas sus expectativas. Esto nos da la chance de tornar nuestra operación más escalable, de que crezca la base de usuarios, y que estos, asimismo, puedan acceder a un servicio de mejor calidad.
Itaú está en un proceso de transformación muy profundo, con el objetivo de ser un banco cada vez más digital y poniendo foco en ofrecer la mejor experiencia posible para nuestros clientes. Estamos transformando el banco de adentro para afuera y cambiando nuestras áreas, invirtiendo en el entrenamiento de las personas, organizándonos de manera diferente por medio de comunidades, que es una manera moderna, muy tecnológica y ágil de que esa transformación sea constante y dinámica. Creemos que esta nueva forma de gestión va a facilitar que el banco siga en el liderazgo de la innovación, de la satisfacción de sus clientes, y que pueda continuar ofreciendo cada vez más la mejor experiencia para estos en Uruguay y la región.
-¿Cuáles son los niveles de morosidad que tiene el banco? ¿Hay datos que puedan causar algún tipo de preocupación?
-Hoy en Uruguay la morosidad está bajo control, pero mirando más allá, vemos preocupación en varios países. La inflación está reduciendo el poder adquisitivo de las personas, impactando en la capacidad de pago de los préstamos en general, y afectando la actividad de las empresas consecuentemente. Hay un punto de alerta no por la situación de Uruguay, pero sí por la situación de la región en relación a la inflación. En lo que respecta a Uruguay, seguimos en niveles estables de morosidad.
-Aumentan las colocaciones de no residentes, atraídos por lo que Uruguay ofrece en materia de seguridad jurídica y financiera. ¿Cree que se sostendrá este proceso?
-Tuvimos un precedente importante en la cantidad de clientes no residentes. Vimos un crecimiento sobre todo de personas con un buen nivel de formación y poder adquisitivo, que traen inversiones financieras y no financieras al país. Tuvimos un suceso importante en el lanzamiento de los fondos de inversión de Itaú, que hoy ofrece un portafolio bastante amplio de opciones a los clientes de nivel internacional, lo que nos generó un crecimiento bastante importante de base de under management.
A su vez, esto también representa un reflejo del crecimiento del portafolio de inversiones armado dentro de Uruguay a lo largo de los últimos 12 meses. Uruguay está teniendo un gran beneficio con el arribo de ciudadanos de diversos países que buscan un lugar seguro, estable, de buena calidad para vivir. Vienen los empresarios pero también sus familias, y empiezan a armar sus oficinas y negocios acá, lo que genera un ciclo positivo de capital financiero y humano que el país viene evidenciando.
-¿En el banco se refleja esa situación?
-Directamente tuvimos un crecimiento bastante importante de los negocios con los clientes no residentes.
-Las estadísticas del BCU también comienzan a reflejar un aumento del crédito al sector privado no financiero. ¿Qué expectativas hay desde Itaú al respecto?
-Tenemos un crecimiento importante de la demanda de crédito de las empresas del sector privado financiero, un reflejo de las inversiones que los empresarios están haciendo en el país, parte por los incentivos que se ofrecen y parte por el momento positivo que genera la demanda externa por commodities. Se están dando inversiones en campos, en tierras agrícolas, en sistemas de riego. Y en la industria, con expansiones de fábricas. Todo eso viene de la mano del crecimiento de las inversiones privadas en Uruguay, que son posibles por el financiamiento privado que los bancos están ofreciendo, Itaú en especial, y que van a fomentar el crecimiento del país durante 2022, y creemos que también a lo largo de 2023. Estas inversiones generan un efecto multiplicador muy positivo en la economía. Vemos que el gobierno está haciendo muy bien las cosas a la hora de fomentar un ambiente favorable a la inversión privada y, por tanto, al crecimiento económico y del país como un todo.
-El BCU nuevamente aumentó la Tasa de Política Monetaria. Ahora se ubica en 10.25%. Y se anticipa que la suba continuaría hasta 11.75% a fin de año. Ello impacta en el mercado cambiario fortaleciendo al peso uruguayo, como el propio BCU ha reconocido. ¿No se temen consecuencias bancarias en el crédito?
-No tenemos una percepción de que la tasa de interés tenga un impacto muy representativo en la demanda de crédito en el país. Para las personas físicas, en parte, y para las personas jurídicas, menos, porque son más formadoras de créditos en dólares que en pesos. Este es un momento de suba de las tasas de interés en todo el mundo, en particular en la región. Consideramos que la suba de tasa es necesaria para mantener las expectativas de inflación bajo control.
-¿Y el impacto?
-Creemos que el impacto en la demanda de créditos será bajo. El principal motivo es porque la tasa real de interés, o sea, la tasa de interés descontada la inflación, sigue a niveles bastante bajos.
-Para aumentar la participación de los depósitos en pesos, ¿deberían incrementarse los estímulos, disminuyendo aún más los encajes a los depósitos en moneda nacional?
-Creo que hay medidas para fomentar el crédito; y fomentar el crédito en pesos y controlar la inflación, que son factores importantes. Pero la principal medida para fomentar el crédito sería reducir los costos asociados al mismo, en especial los costos laborales de la industria, que hoy tiene las peores ineficiencias de toda la región. Al mismo tiempo, la pesificación de la economía puede hacer que crezcan los créditos y los depósitos en pesos, pero esto depende de una serie de medidas macroeconómicas del gobierno. Desde mi visión, es súper importante que el país empiece a traer a la mesa cuáles son las medidas necesarias para que se fomente el crecimiento del crédito. Creemos que la mejora de los procesos, la reducción de los costos de burocracia relacionados a los procesos de crédito y garantía, entre otras medidas, pueden facilitar mucho el crecimiento del crédito, el fortalecimiento de la inversión y del consumo en el país.
-El banco ha estado muy activo tomando posición accionaria en algunas empresas de fintech. ¿Qué evaluación hace?
-Itaú tiene la misión de crecer en diferentes negocios donde no está presente hoy y en nichos de clientes en los que muestra escasa o nula participación. El banco sigue evaluando oportunidades de inversión en estos nuevos negocios, ya sea invirtiendo de manera orgánica en su crecimiento, o también evaluando de forma inorgánica la adquisición de empresas en la región. Es una agenda constante del banco y que hace parte de la estrategia de crecimiento acelerado que Itaú tiene en toda la América Latina. Cuando miramos las inversiones hechas de modo general estamos bastante contentos con el camino estratégico elegido y con las perspectivas de las inversiones realizadas.
“El costo actual de la Caja Bancaria ya es altísimo y tiene un gran impacto en el costo del crédito”
-La Caja Bancaria hace agua y la conflictividad que deriva del tema empieza a amenazar el negocio de las instituciones. ¿Pueden los bancos soportar algún gravamen adicional en tanto se procesa su incorporación al régimen general?
-La Caja Bancaria necesita enfrentar un tema esencial: los beneficios ofrecidos. Los actuales beneficios y sus condiciones no son compatibles con la generación de recursos de la Caja y con el cambio de la edad y la expectativa de vida de las personas. Es más, varios países ya enfrentaron la misma situación. El costo actual de la Caja Bancaria ya es altísimo y tiene un gran impacto en el costo del crédito y en la sociedad como un todo. Por tanto, creemos que la salida para enfrentar el problema que atraviesa sí o sí va pasar por una revisión de los beneficios ofrecidos para que la misma sea sostenible, lo que es imprescindible para el país de manera general, no solo para la Caja.
