“Necesitamos cambiar las estadísticas” en la educación, sostuvo el titular del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), quien recibió a CRÓNICAS para una entrevista sobre la reforma educativa, la actualidad de las capacitaciones y los resultados del último año. Además, manifestó preocupación por quienes no terminan la educación secundaria y habló de las propuestas para personas con capacidades diferentes.
Por Antonella Aguinaga | @antoaguinaga15
-¿Cómo es el panorama actual de las capacitaciones?
-Este año el instituto va a lograr el récord de personas inscriptas a cursos. Esto es porque llevamos 60.659 inscriptos y el máximo histórico fue en 2017 con 67.312. Es decir, estamos un 10% debajo del máximo y estos son datos de setiembre. De todas maneras, ese no es el número que más nos importa, porque hemos notado que un gran porcentaje de gente se inscribe y por distintas razones no termina. El objetivo para este año es llegar a 40.000 personas que terminen los cursos.
-¿Qué balance hace de este año?
-Creo que todos los uruguayos rescatamos el haber vuelto a la presencialidad y eso para el Inefop representó la posibilidad de ofrecer formaciones presenciales como no lo hacía desde 2019 en todo el país. Nos habíamos fijado metas para cada uno de los departamentos en función de la población económicamente activa y las estamos logrando. Esto implica una inclinación de la capacitación al interior que es novedosa para el instituto.
-En marzo de este año, indicó en una entrevista con CRÓNICAS que uno de los objetivos era la transformación digital del organismo. ¿Qué se ha logrado al respecto?
-Tenemos varios desafíos porque debemos transformarnos digitalmente mientras ayudamos a la gente y a las empresas a hacerlo. Quizás lo más evidente es que aun pudiendo tener clases presenciales, más de la mitad de la propuesta formativa del instituto es a distancia. Lo bueno de eso es que la gente lo acepta y las personas en el interior del país reconocen lo positivo de la formación remota, que para ellas significa una propuesta mucho más rica que si solo nos restringimos a cursos presenciales.
Una parte importante de la transformación digital de los servicios es que ya son visibles. Un hito fue la publicación de oportunidades laborales en la web; hoy, la primera aproximación al instituto se hace a través de esa página donde está toda la oferta. Otro hito es el acuerdo con Coursera, que nos permite ofrecer más de 8.000 cursos y notamos que cada vez más no solo se inscriben, sino que los hacen. Las empresas las están empezando a reconocer para capacitar a sus empleados.
-¿Con qué programas cuentan en el ámbito digital?
-Tenemos el programa con Microsoft llamado Habilidades Digitales para la Empleabilidad. Empezamos en el 2020 y ya son más de 15.000 las personas que han pasado por dicho plan.
Además, este año empezamos un programa que se llama Despegue Digital, que intenta trabajar en las competencias más básicas para interactuar en ese mundo. Fue implementado en varios proyectos y estamos teniendo mucho éxito. Estamos haciendo la licitación para llevar el programa al interior del país, que tiene la característica de ser presencial.
Por otra parte, estamos lanzando un programa de entrenamientos intensivos que se llama UruguayBootcamp, que acreditará junto con la industria qué propuestas formativas llegan a un estándar mínimo. Es un formato que tiene éxito en el mundo para solucionar el problema de escasez de programadores. Las propuestas aprobadas por Inefop y un grupo de líderes digitales, van a poder presentar candidatos para recibir becas que serán otorgadas en cuanto a la condición socioeconómica de las personas. Estamos trabajando en eso y en la segunda mitad del mes que viene va a quedar la propuesta pública.
-La virtualidad hizo que se ampliaran las posibilidades para el público en cuanto a los inscriptos en el interior del país. ¿Cuál es el porcentaje?
-Aproximadamente, el 45% del total de inscriptos.
-Otra de las cosas que señaló en la entrevista mencionada fue que Inefop capacita a más mujeres que hombres. ¿Cómo ve esto reflejado en el mercado laboral?
-Dos tercios de las personas que capacitamos son mujeres y ese porcentaje aumenta si consideramos la formación virtual. Si les damos oportunidad a las personas de capacitarse desde casa, aumenta el porcentaje de mujeres, lo cual es explicable porque una de las restricciones que tienen muchas de ellas tiene que ver con las tareas de cuidado. En formación en línea, alrededor del 70% son mujeres.
-Con respecto a la reforma educativa, ¿considera que las transformaciones que se plantean cambiarán las estadísticas y el panorama laboral?
-Necesitamos cambiar las estadísticas, que nos muestran una situación que se ha deteriorado durante décadas y las mejoras son bajísimas. No es admisible una transformación educativa que no impacte en el mediano plazo en las estadísticas. Los números que tenemos que revertir primero son los de abandono de secundaria. Una gran parte de la población vulnerable que atiende el Inefop son aquellos que abandonaron la educación secundaria en los últimos 20 años. Necesariamente una reforma tiene que alterar los números; no lo va a hacer de un año para el otro, es un proceso lento.
Los dos extremos en el nivel de formación
-¿Cuáles son los cursos y sectores que más se eligen?
-Eso depende del nivel de formación de las personas. Uruguay tiene dos extremos, uno es el de programadores y el otro es de las personas con pocos años de educación formal que pueden aspirar a un número limitado de capacitaciones. Hoy, para cualquier actividad, piden ciclo básico. Para este nivel más desafiante tenemos la formación de auxiliar de servicio, multioficios de construcción y estética; son capacitaciones altamente demandadas porque la gente las visualiza como de rápida inserción laboral. En el otro extremo, la programación, el machine learning, la ingeniería de datos. En un nivel medio, el comercio digital y cursos de administración son los que más vendemos.
Herramientas para un abordaje diferente
-¿Qué propuestas hay para personas con capacidades diferentes?
-Estamos en este momento con un llamado a un proyecto de formación profesional dirigido específicamente a personas con discapacidad. Es un ámbito desafiante porque el espectro es muy amplio y el tipo de discapacidad implica un abordaje distinto. Por eso decidimos una convocatoria abierta que no solamente son capacitaciones, porque otro de los desafíos es lo que las empresas tienen que contemplar: en muchos casos, el diseño físico y la inserción sociolaboral de la persona. Hay que sensibilizar y darles las herramientas a las empresas.