El presidente de la Asociación de Free Shops del Chuy, Carlos Javier Calabuig, habló con CRÓNICAS sobre la actualidad del comercio en las fronteras y el rubro de los free shops en particular. Explicó que, debido a los bajos precios de los países vecinos, la situación económica de la frontera nacional “está complicada”. En ese sentido, analizó los principales problemas y las posibles soluciones.
“La situación actual es un poco diferente a otros momentos donde los inviernos son tranquilos, pero hay un ritmo de trabajo estable”, reconoció Calabuig. Determinó que la realidad es compleja, ya que con la diferencia cambiaria el uruguayo no recurre mucho a la frontera de su país. De esta manera, los rubros de hotelería, restoranes y clásicas compras de comestibles en los supermercados no están recibiendo grandes reservas o compras debido a que la gente está optando por irse a Argentina.
Agregó que, por ejemplo, Fray Bentos requiere algunos kilómetros menos que el Chuy para viajar desde Montevideo, por lo que la gente “ha desistido de esta zona”. Explicó que “eso hace que baje mucho la cantidad de gente y el volumen de consumo. Si bien el free shop no se alimenta directamente de eso, es una economía que se mueve internamente y genera otros beneficios”.
Respecto a las posibles soluciones para paliar las dificultades actuales, consideró que es una situación que momentáneamente no tiene solución. Sin embargo, entiende que es posible que haya una mejora durante la temporada: “Es verano, tenemos playa, no hace mucho calor, y por allá no hay tantos espejos de agua, entonces la gente se va a animar a venir para acá”. De todas formas, advirtió que se debe “esperar un poquito a ver cómo se desarrolla todo en ese aspecto”.
Mejoras hacia la temporada
El ejecutivo comentó ciertas mejoras que se busca aplicar para la temporada: “Lo que nosotros hacemos siempre en el inicio del verano o un poco antes, como ahora, es ponernos al día en lo que son tendencias y mercadería nueva para tenerlas en el free shop, para que el turista que visita la frontera tenga las últimas novedades”. Independientemente de que el movimiento sea menor actualmente, esta medida habitual no se dejó de aplicar.
Por otro lado, expresó que el sector del centro comercial actuó muy bien en la zona de frontera, organizando atractivos como ferias, por ejemplo, la del famoso Bauru, evento que se realizó el año pasado y que se volverá a celebrar en esta oportunidad.
Agregó que el público brasilero “se acopla a la movida del lado uruguayo y en conjunto con Brasil tratan de mejorar esa situación para traer gente”. No obstante, aclaró que no es posible realizar grandes mejoras cuando hay poco movimiento.
Hacia el futuro, aspira a que la temporada de verano sea positiva, dado que crecerá el volumen de visitantes, sobre todo, en comparación con los momentos “difíciles” que han atravesado tiempo atrás.
La competencia con el lado brasileño
El empresario fue consultado acerca de unas antiguas declaraciones a CRÓNICAS del vocero de la Asociación de Free Shops, Alejandro Couto, donde explicaba que, para subsanar la situación del sector, la única manera sería permitir que los uruguayos consumieran en los free shops. Sobre esta propuesta, comentó que el pedido efectivamente se hizo, pero que debido a malas circunstancias no se volvió a retomar.
A la vez, recordó que para efectuar estos planteos se necesita un equilibrio con el mercado interno, y “una forma positiva de conversar esa situación”. También se esperaba que se multiplicaran los comercios del lado brasileño. Así como en el vecino país tienen una cuota asegurada del lado uruguayo, también debería tenerla el Uruguay en el lado brasileño, argumentó. “Ese dinero queda del lado uruguayo, paga impuestos y genera mano de obra, pero como está muy lento el sistema brasileño, entonces ese testigo está demorando en aparecer, y nosotros estamos esperando que sea el momento correcto para levantar la mano y decir ‘presente’”, concluyó.
