La Fed (Reserva Federal de los Estados Unidos) decidió el miércoles elevar en 75 puntos básicos su tasa de interés de referencia, en un intento por poner freno a la inflación más alta de los últimos 40 años. El Banco de Inglaterra, por su parte, subió las tasas en 0,75 puntos hasta el 3%, el mayor incremento desde 1989.
Con este nuevo incremento, el indicador pasa a ubicarse dentro de un rango de entre 3,75% y 4%, en un contexto en el que la Fed ya anticipó que podría continuar con la aplicación de ajustes hasta que la inflación vuelva al 2% anual.
De esta forma, la Fed elevó su tasa de referencia en 75 puntos básicos por cuarta vez consecutiva, mientras que desde marzo hasta la fecha los ajustes suman seis, con un incremento acumulado de 375 puntos básicos.
En un comunicado, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), compuesto por los presidentes de bancos centrales de los Estados miembros, anticipó que los aumentos continuos en el rango meta serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para regresar la inflación a 2% en el tiempo.
Expresó, además, que al determinar el ritmo de los aumentos futuros en el rango objetivo, «el FOMC tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los rezagos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera».
Según este organismo, la guerra de Rusia contra Ucrania está causando un impacto muy importante a nivel humano y económico. “La guerra y los eventos relacionados están creando una presión alcista adicional sobre la inflación y están pesando sobre la actividad económica mundial. El FOMC está muy atento a los riesgos de inflación», añadió en un comunicado. El presidente de la FED, Jerome Powell, presidente de la Fed, en una rueda de prensa, afirmó que aún hay mucho camino por recorrer. “Los datos recibidos desde nuestra última reunión sugieren que los directores podrían tener que subir las tasas más de lo que pensaban anteriormente». Powell remarcó que «sería muy prematuro pensar en detener las alzas de tasas para dar tiempo a ver qué tan bien están funcionando”, dado que la presiones inflacionarias siguen siendo demasiado altas.
A la vez, Powell deslizó la idea de que puede llegar un momento para frenar el ritmo de subida de tipos. “Ese momento se acerca, y puede llegar tan pronto como la próxima reunión o la siguiente. No se ha tomado ninguna decisión», remarcó.
Respecto de la situación económica, el organismo describió que los indicadores recientes apuntan a un crecimiento moderado del gasto y la producción.
La inflación en EEUU fue del 8,2% interanual en setiembre, por debajo del 8,3% de agosto pero una décima más que el 8,1% esperado por el mercado. Por su parte, el IPC núcleo -que excluye los precios de alimentos y energía- fue de 6,2% respecto a setiembre de 2021.
Banco de Inglaterra en el mismo camino
El Banco de Inglaterra aplicó ayer jueves su mayor aumento de las tasas de interés en tres décadas en un intento por controlar una alta tasa inflacionaria agravada por la guerra en Ucrania y las políticas económicas implementadas en su momento por la exprimera ministra Liz Truss, uniéndose así a medidas similares aplicadas por bancos centrales de todo el mundo, intentando combatir una inflación que está erosionando los niveles de vida y desacelerando el crecimiento de sus economías.
El banco central británico incrementó su tasa referencial en tres cuartos de punto para ubicarla en 3%, luego de que la inflación al consumidor final regresó en setiembre a niveles no vistos en 40 años.