La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) celebró el Día de la Industria y festejó el 124° aniversario de su fundación realizando un balance de la situación que atraviesa el sector en diversos aspectos y presentando sus expectativas sobre el futuro de la actividad.
La celebración, realizada en el Club de los Industriales, contó con la asistencia del presidente Luis Lacalle Pou; el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado; el prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés; los ministros de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, y de Defensa Nacional, Javier García; la directora nacional de Industrias, Susana Pecoy; el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), Sergio Abreu; y el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gonzalo Valdés, entre otras autoridades.
“Unos 167.000 uruguayos en forma directa están incluidos en la lista de quienes mantienen la llama viva de la industria uruguaya, que es el sector que tiene menos informalidad en el país, paga salarios que están un 16% por encima de la media de la economía y tiene los mejores estándares a nivel regulatorio y en seguridad laboral, entre otros aspectos”, sostuvo Alfredo Antía, presidente de CIU, quien fue el orador principal del encuentro.
Por otra parte, comentó que la gremial trabaja “fuertemente en la internacionalización de la industria uruguaya, no solo de las grandes sino de las más pequeñas” y que “cuando hay condiciones de competitividad, el destino es distinto”.
Sobre la actividad industrial, sostuvo que se encuentra un 10% por encima a la época prepandemia. “Estamos en un momento bisagra. Este segundo semestre nos empieza a mostrar algunos resultados interanuales negativos y no podemos estar ajenos a algunas realidades del mundo que nos golpean. Se empiezan a notar nubarrones recesivos. La inflación que golpea al mundo está afectando a nuestro país y la suba de tasas genera un movimiento a nivel de los precios que impacta en nuestras exportaciones y los términos de intercambio”, apuntó.
En esa línea agregó que el dólar “no acompaña el movimiento, como sí lo hace en los países con los que competimos. Cuando el atraso cambiario se instala, se afectan los márgenes y lo mismo sucede con las expectativas de inversión y se prenden luces amarillas en el tablero”, auguró.
En su alocución, Antía felicitó la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo al Parlamento para modificar la negociación colectiva, observando que “es la primera vez, desde 2009, que Uruguay hace algo propositivo” en la materia.
“Nos queda un punto pendiente: los ajustes por encima de los mínimos, corresponde que los discutan las partes. Entendemos que la relación bipartita es un mecanismo justo para definir, entre sindicatos y empresas, cuál debe ser el salario en las condiciones que allí se establezcan”, indicó al respecto. Además, instó a la aplicación de «descuelgues automáticos” porque “hoy los descuelgues son una quimera, un imposible y terminan llevando a las empresas a la informalidad”.
Para finalizar, Antía propuso generar un clima de mayor encuentro en Uruguay. “El país tiene seguridad jurídica, estabilidad económica y política. Tenemos también la paz social, que tanto hay que cuidar. A partir de esos cimientos necesitamos los cambios que nos merecemos para dar a las próximas generaciones las mejores condiciones de empleo, que es la forma de vivir con dignidad”, culminó.
Luego fue el turno del ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, quien señaló que a lo largo de la historia, la cámara “ha sido un aliado clave para el desarrollo productivo, económico, tecnológico y social. Un país sin una industria que capitalice su producción primaria, que agregue trabajo, valor, conocimiento, talento y atienda la necesidad de su gente no puede conseguir niveles de desarrollo que garanticen la prosperidad de su pueblo”.
Por otra parte, aseguró que los industriales uruguayos “han demostrado una gran capacidad de adaptación en momentos difíciles que les han tocado vivir, incluida la reciente pandemia y coyuntura posterior”.
Paganini añadió que la industria atraviesa “un proceso de transformación radical, donde cada vez más los sectores manufactureros están sustentados en la tecnología y la innovación, con una preocupación especial por la sustentabilidad y el fomento del emprendedurismo”.
Para finalizar, el ministro se refirió a la necesidad de apuntar a la flexibilización para posicionar al país a nivel internacional. “El camino es avanzar en una mayor apertura, que nos permita posicionarnos en nuevos mercados y mejorar las condiciones de acceso en los ya existentes”, concluyó.