Mucho se dice que la única constante de la vida es el cambio. Y así es, vivimos en un entorno cambiante por los avances tecnológicos, pero también impredecible a nivel micro y macro. Por eso las empresas deben estar preparadas para afrontar el cambio, adaptarse y evolucionar.
Un panorama poco flexible
Se dice fácil, pero la realidad es que la capacidad de las empresas para cambiar y transformarse se ve frenada por la burocracia, por la rigidez en los procesos y la poca apertura a la innovación. Otras piedras en el camino del cambio también son la falta de preparación y especialización en la fuerza de trabajo, las cuales limitan las posibilidades de los empleados para buscar nuevas soluciones o alternativas e ir avanzando con el entorno.
Sin embargo, gran parte de la responsabilidad en la falta de adaptabilidad al cambio también recae en los altos mandos o mandos medios de las empresas, pues carecen de un ‘Comité de Seguimiento’ que lleve un monitoreo de inicio a fin de los cambios que se viven. Esto da como resultado cambios que no se permean en todos los niveles de la organización y generan mucha incertidumbre, inseguridad e inestabilidad.
Cambio = incertidumbre
Está en la naturaleza humana el rechazo al cambio por la incertidumbre que genera enfrentarse a lo desconocido y salir de la zona de confort de todo aquello que ya se domina y se conoce. Es por eso por lo que la metodología por la que están optando muchos países es la ‘Gestión de Cambio’, la cual va muy orientada a la canalización del cambio con los colaboradores.
¿Qué es la Gestión de Cambio?
La Gestión de Cambio, también conocida como Change Management en inglés, se refiere a la implementación de un proceso y un conjunto de herramientas dentro de la organización para poder manejar el cambio desde el punto de vista más humano, no solo procurando la capacidad de adaptar los procesos o sistemas, sino también la comunicación, manejo y seguimiento del cambio con el capital humano.
Beneficios del Change Management
Vivir una cultura organizacional que promueva y procure la Gestión de Cambio brinda muchos beneficios a las empresas. A continuación mencionaremos algunos de ellos:
- Optimización de resultados.
- Aumento de la productividad.
- Mayor competitividad frente a los competidores.
- Mejora en los resultados financieros, laborales y organizacionales.
- Disminución de la rotación de personal.
- Alcanzar el People Dependent ROI.
Trabajar en la Gestión de Cambio permite a las organizaciones a mediano y largo plazo poder atravesar situaciones de incertidumbre y transformación de forma más ágil, rápida y eficaz.
El papel de la innovación
Una de las mejores maneras de afrontar los cambios y las transformaciones es promover una cultura de innovación. Una cultura innovadora permite abrir la mente a nuevas posibilidades, a nuevos caminos, a nuevas soluciones. Además, abre la puerta a la flexibilidad de probar cosas antes imaginadas. A su vez, permite a la organización y a sus departamentos adaptarse, crear nuevos procesos, implementar nuevos sistemas, salir de la zona de confort y seguir avanzando con el entorno.
Una cultura de innovación favorece también la competitividad de la empresa frente a la competencia y fortalece el sentido de pertenencia y la percepción de valía de los colaboradores. ¿Por qué? Porque hay una mayor apertura a escuchar, evaluar y adoptar nuevas propuestas e ideas, lo cual a su vez motiva a los empleados a estar en una constante búsqueda por seguir aportando, mejorando e innovando.
Entonces, podemos concluir que la mejor manera de preparar a tu empresa para el cambio es adoptar una cultura organizacional que priorice y promueva la Gestión del Cambio y también la innovación. Ambos son dos pilares fundamentales para seguir en la jugada a pesar de las circunstancias del entorno.
Fuente: Celia Lara