Julio Lestido, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU)
En 2022 se dio un crecimiento en el sector agroindustrial en general, mientras que los rubros que atraviesan una recuperación, como los hoteles y restaurantes, vieron su desarrollo dificultado por el encarecimiento de la economía local. Desde la CCSU se considera fundamental avanzar hacía un funcionamiento más eficiente de las empresas, así como del sector público, identificando y trabajando en aquellas regulaciones, normativas, certificaciones, habilitaciones y permisos que generan perjuicios en términos de tiempos, costos y rentabilidad.
¿Qué balance hace del 2022, en un contexto que estuvo enmarcado por la incertidumbre internacional, la desaceleración y los vaivenes económicos?
En primer lugar es preciso destacar que la economía uruguaya cerrará el presente año, nuevamente, bajo un escenario de crecimiento el cual estimamos esté en el orden del 5.5% de crecimiento del PIB interanual. Sin embargo, destacamos que casi las tres cuartas partes de dicho crecimiento es resultado de un efecto rebote, desde períodos donde la economía se vio fuertemente afectada por la pandemia. A nivel de sectores, se destaca el crecimiento que tuvieron el Agro y la Industria en particular durante el primer semestre del año.
Por su parte, el Comercio, Restaurantes y hoteles, Transporte, Almacenamiento y comunicaciones, continúan atravesando una fase de crecimiento, también en gran medida explicada por el efecto rebote de un año 2021 más complejo al actual, así como el crecimiento en algunos rubros en particular en la segunda mitad del año, como lo ha sido la venta de electrodomésticos, indumentaria y viajes hacia el exterior -en especial hacia Argentina-.
De todas formas, está claro que entre los diferentes rubros que componen al sector Comercio y Servicios, la realidad durante este 2022 no ha sido igual para todos.
A modo de ejemplo, aquellos rubros que enfrentan una mayor competencia desde los países vecinos se han visto fuertemente impactados por la relación de precios desfavorable de nuestra economía. En este sentido, se destacan los rubros Materiales para la construcción, Ferreterías y pinturerías, Productos de cuidado personal, así como la venta en particular en minimercados.
El impacto negativo sobre el resultado de las ventas de dichos rubros no solo se traduce en un corrimiento del consumo hacia los países vecinos, sino también la venta informal que se produce en las principales avenidas comerciales y/o ferias vecinales, incluso a través de medios digitales. Otros rubros que también atraviesan una fase compleja de recuperación refiere a los servicios, y en particular los hoteles y los restaurantes, donde también el encarecimiento de la economía local los afecta en gran medida no solo por la llegada de menor cantidad de turistas, sino por el turismo que deciden realizar los uruguayos en destinos fuera del país, al ser más competitivos.
Por lo tanto, es posible establecer un sector Comercio y Servicios que si bien cerrará este año bajo una fase de crecimiento, de cara al año próximo está claro que se le estará agotando el efecto rebote de los momentos más complejos durante la pandemia y la salida de la misma.
Asimismo, se enfrenta a un mercado de trabajo que ha detenido fuertemente su velocidad de generar nuevas fuentes de trabajo, así como un nivel de salario real privado que si bien detuvo su caída en el presente año, aún se encuentra por debajo de los registros prepandemia.
Además, se deberá continuar enfrentando la competencia desde los países vecinos. Todos estos factores serán claves para que el sector logre crecer en los próximos años de manera genuina como resultado de mayores niveles de venta junto con mayores niveles de rentabilidad, que le permitan incrementar sus niveles de inversión, de fuentes de trabajo y mayores salarios.
¿Cuáles son los ejes de su gestión al frente de la CCSU?
Nuestra intención es continuar con el proceso de modernización de la Cámara y vincularnos desde un lugar de cercanía con quienes ya forman parte y la sociedad en su conjunto, partiendo desde el diálogo y la escucha, generando puentes de trabajo entre el sector privado y el público. Es por ello que reafirmamos nuestro compromiso de seguir promoviendo condiciones más favorables para el desarrollo general del comercio y los servicios en nuestro país.
Es importante hablar cara a cara, recorrer y estar cerca, en contacto con los centros comerciales de todo el país y los barrios de Montevideo. Este año estuvimos recorriendo departamentos fronterizos, porque entendíamos que era importante estar ahí viendo la situación que está atravesando el comercio en esa zona. Es una situación muy difícil, por eso es importante estar cerca para conocerlo de primera mano. Por más que lo puedan contar, no es lo mismo que verlo.
Por otro lado, definimos destacar y posicionar la imagen del empresario uruguayo, que ha sabido sortear situaciones muy complejas en el pasado. No nos olvidemos que tuvimos dos años muy difíciles para todo el comercio y el empresariado se ha comportado de forma excepcional, trabajando, entendiendo la problemática y colaborando con las autoridades para buscar soluciones.
Mirando al 2023, ¿cuáles son los desafíos que tiene por delante el sector –y sus distintos subsectores-, y cuáles los temas de preocupación?
Estamos frente a una situación compleja. Creemos que desde el punto de vista de la actividad el 2023 será un año más lento que el que tuvimos este año. Si bien se espera un crecimiento cercano al 2%, estamos viendo una actividad que está siendo muy impactada por distintas causas. Una de ellas es lo que está pasando con los países vecinos en particular, tal como se mencionó. Pero también, la pérdida de competitividad de la economía local hoy ya es generalizada con los principales socios comerciales tanto en lo que hace a bienes como a servicios. Con lo cual, el desafío para sortear esta situación es muy complejo.
Tenemos que ver cómo se va comportando el tipo de cambio, pero también cómo logramos mejorar nuestra competitividad más allá del comportamiento del valor del dólar y del comportamiento de los precios.
En ese sentido, desde la Cámara se continúa trabajando en avanzar hacía un funcionamiento más eficiente de las empresas, así como del sector público, identificando y trabajando en todas aquellas regulaciones, normativas, certificaciones, habilitaciones y permisos que generan perjuicios en términos de tiempos, costos y rentabilidad. Esos son elementos que no hacen más que incrementar el costo país y volvernos más caros frente al resto de los países.
Estamos hablando que el 2023 será un año de cautela y donde cada vez se hará más imperioso lograr avances hacia actividades económicas más competitivas, con una mirada de corto y largo plazo. Entendemos que dichos procesos deben ser más flexibles; cada vez más se requiere una rápida adaptación a los tiempos que estamos viviendo.
Al mismo tiempo, seguiremos insistiendo, planteando y trabajando junto a los departamentos fronterizos, tanto del lado de Brasil como de Argentina, para buscar soluciones que puedan, de alguna manera, paliar su difícil situación.
Por otro lado, para la Cámara es necesaria una reforma de la seguridad social, ya que la combinación de mejor calidad de vida y baja natalidad del país la hacen impostergable.
¿Qué opinión tiene de los últimos pasos dados por el gobierno en materia de inserción internacional? ¿Es optimista respecto al tema?
Estamos de acuerdo en que Uruguay tiene que salir y abrirse al mundo y negociar en las mejores condiciones que pueda, por supuesto contemplando los rubros que haya que atender. Hay que buscar los mecanismos para ofrecer los productos uruguayos con las mayores ventajas competitivas.
A todos los acuerdos que impliquen una apertura de nuestra economía le damos la bienvenida. Hay que comercializar nuestros bienes y servicios con todo el mundo: por la dimensión de nuestra economía, es muy importante que Uruguay abra sus fronteras. El abrir nuestra economía nos permite generar conocimiento, incorporar tecnología y generar intercambios tanto comerciales como culturales. La apertura comercial nos permite crecer como país y también crece nuestra sociedad.
¿Algo más para agregar?
Para la Cámara es importante destacar que el gran valor de nuestra actividad como institución son las personas; cada empresa, sin importar su tamaño, es llevada adelante por personas. Es por ello que, como gremial, valoramos el trabajo conjunto y entendemos a la Cámara como un espacio de encuentro. Esa es nuestra gran fortaleza para afrontar los desafíos y continuar impulsando el desarrollo de nuestro país. Por lo que esperamos continuar en ese camino y reforzar los ámbitos de diálogo e intercambio con las instituciones, comerciantes y empresas que vienen trabajando por nuestro sector.