Ignacio Paz, gerente de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU), comentó las cifras que desde la institución divulgaron sobre la actividad del sector en diciembre. En retrospectiva, durante 2022 se vendieron más de 55.000 unidades, consolidándose así un año de éxito en el rubro, el mejor desde 2017.
Fueron exactamente 55.056 unidades las comercializadas en el correr del año pasado. De esa cifra total, más de 36.000 corresponden a autos de pasajeros y SUV, mientras que el resto de las categorías presentaron cifras menores aunque mantienen una tendencia estable: fueron 163 minibuses, 15.043 utilitarios, 2.776 camiones y 54 ómnibus.
En lo que respecta a las marcas, Chevrolet, Suzuki y Hyundai –en ese orden– ocuparon el podio de las más vendidas entre los vehículos de pasajeros.
En diálogo con CRÓNICAS, Paz puntualizó que no solo “hubo una suba del 6,5%” en ventas respecto a 2021, sino que también se superaron ampliamente las cifras que dejó 2020, año fuertemente golpeado por la pandemia, donde solamente se comercializaron 36.000 unidades. Este año “es de destacar” y se posiciona como el mejor entre los últimos cinco, desde 2017.
Son varios los factores que identificó el ejecutivo de ACAU y que, en su opinión, inciden en los resultados de 2022. Por supuesto que la coyuntura mundial condiciona el ámbito comercial, como ya lo demostraron la pandemia y la guerra en Europa, y es por eso que la baja del dólar colaboró con el sector, puesto que se trata de “una economía 100% dolarizada, donde todo se expresa en dólares”, y este año la divisa bajó en un 10,5%.
La confianza del consumidor también es determinante. Paz señaló que durante 2022 los uruguayos se ubicaron en la franja denominada como “moderado optimismo”, lo que quiere decir que hay una cierta predisposición a tomar decisiones sobre la compra de bienes disfrutables, como lo son los vehículos.
Por último, reparó en la situación económica del país. El representante de ACAU mencionó que el “récord de exportaciones y de proyectos de inversión extranjera, la baja del desempleo y una inflación moderada” fueron, en su conjunto, una serie de elementos que colaboraron con la suba de la calidad de vida en el país y, por ende, fomentaron el desarrollo del negocio automotor, “logrando una seguridad en la gente que se anima a hacer el gasto”.
Obstáculos y perspectivas
Al ser consultado por la contracara del tema, es decir, las dificultades y barreras que enfrenta el sector para aspirar a un incremento en las ventas, Paz aclaró que –en esencia– son los mismos factores que lo impulsan. “Si anuncian que el dólar va a subir, eso ya crea un primer obstáculo”, enfatizó. También reparó en algo que definió como “las reglas del juego”: Al modificarse la tributación de los vehículos y hacerla más pesada, por ejemplo, se notaría un impacto en el mercado. Sea que suba o baje la carga fiscal, este resulta ser un factor de suma importancia.
En pocas palabras, para 2023 se espera un “año parecido, quizá inclusive un poco mejor”, siempre y cuando la economía se mantenga en ascenso, el dólar estable y no se modifiquen “las reglas de juego”, esta vez no pensadas desde la carga impositiva sino en referencia a “elementos extraños, situaciones ajenas que afecten”, como la guerra en Ucrania y la pandemia en 2020. “Mientras el país siga caminando como lo está haciendo, siempre va a haber crecimiento”, concluyó.
El futuro no requiere combustible, necesita cargador
Para Ignacio Paz, los autos eléctricos son una “tendencia mundial”, que en Uruguay se encuentra viviendo una “etapa incipiente”. Como ejemplo de lo anterior citó el caso de Noruega, una nación “productora de petróleo, pero donde hoy el 80% de sus ventas son de autos eléctricos”. En tanto, la demanda de autos eléctricos en Uruguay “no llega a un 2% de las ventas totales”, pero el desarrollo es hacia arriba; es decir, las ventas se multiplican exponencialmente.
En 2019 se vendieron 166 vehículos, en 2020 unos 300 y, finalmente, en 2021 y 2022 se comercializaron 600 y 1.050 unidades respectivamente. Con esta tendencia lo que se puede esperar es que continúe por “el camino de incorporar más vehículos”, puesto que Uruguay, según Paz, “está pronto” en materia de “generación de electricidad, con un 98% de energías renovables” y “en infraestructura”. También lo está en cuanto a fiscalización, y la lectura que hace de esto es que la política de Estado favorece la adquisición de este tipo de vehículos con algunos beneficios y exoneraciones.
Además, el gerente aprueba la gestión de UTE en esta línea, que ha “trabajado muy bien”, y citó los 23 cargadores rápidos anunciados por Silvia Emaldi, presidenta del ente energético, a instalarse en el correr de este verano en la costa, el litoral y el eje de la ruta 5, lo que completará un total de más de 300 cargadores distribuidos en el territorio nacional. Esto equivale a un punto de carga cada 50 kilómetros.