El pasado lunes, la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) difundió un comunicado donde explica la situación actual del intercambio industrial entre Uruguay y Argentina, las dificultades que obstaculizan los negocios y dos posibles soluciones: adherirse al Sistema de Pagos en Moneda Local, un sistema para miembros del Mercosur, y reactivar su Consejo Industrial, un conglomerado entre las cúpulas de las gremiales industriales presentes en cada país miembro.
Entrevistado por CRÓNICAS, el presidente de la CIU, Fernando Pache, dijo que la institución detectó -tras un “monitoreo” hecho en relación al comercio con Argentina- que, luego de la pandemia y especialmente en el último año, Uruguay tuvo un “despegue muy importante” en donde se duplicó la cantidad de ventas en productos tradicionales enviados al país vecino. El ejecutivo destacó dos productos principales que ocupan grandes porcentajes en esas cifras: la soja y la energía.
Sin embargo, y como contracara, también confirmaron que muchos socios provenientes desde diferentes asociaciones gremiales son incapaces de “proyectar sus productos” a futuro, esencialmente por las exigencias del SIRA, un “sistema de control de cada importador argentino” que determina no solo si está habilitado o no para importar, sino también las condiciones de pago a su proveedor en el exterior, actualmente con plazos de seis meses.
Esto no afecta a las grandes compañías, que encontraron “el camino de financiar en seis meses lo que argentina les impone”, y por lo tanto no modifica sustancialmente “los números macro”, pero las pequeñas y medianas empresas “ni piensan en el inicio de una negociación puesto que ya saben que no van a tener condiciones de cobrar en un periodo tan largo de pago”, ejemplificó.
Así, “no hay certezas de que las operaciones se puedan concretar”, afirmó Pache, y agregó que las mercaderías llegan a los límites de sus periodos de calidad óptima o los proveedores no pueden permitirse la espera.
De esta manera, buscan poner en vigencia una herramienta existente desde hace varios años, el pago en moneda local. El proceso sería el siguiente: al argentino se le factura en pesos uruguayos, deposita en el banco la cantidad indicada, pero en pesos argentinos, y el productor uruguayo lo recibe en su propia moneda. Así, según el presidente de la cámara, “no estaríamos ni hablando de plazos ni de SIRA, sería una operativa que no requiere dólar y por lo tanto Argentina no debería accionar el sistema de cobertura que tiene para controlar la salida de dólares”.
Volver a la acción
Otro afán es volver a poner en funcionamiento el Consejo Industrial del Mercosur, que “tiene años” y cuya función es asegurar un diálogo constante sobre “las necesidades directas no de cada gobierno, sino de las industrias en cada país”. Hoy, por el estado político del Mercosur y la salida de varios directivos que abandonaron sus cargos, está inactivo.
Apuesta por la apertura internacional, sin abandonar el Mercosur
Pache sostuvo que están totalmente a favor de la apertura con terceros países y el mundo en cuanto a comercio exterior. No creen en la salida del Mercosur, puesto que la “suma entre Argentina y Brasil en el comercio industrial con el Uruguay supera el 60% de clientes”. Lo deseable, de acuerdo a su visión, es que “la relación multilateral entre los países del Mercosur se mantenga y que de alguna manera permanezca y crezca. Peleados no vamos a lograr nada”.