Tras el inicio del 2023 y con la industria en pleno funcionamiento luego de que la pandemia haya quedado atrás, CRÓNICAS consultó a la secretaria ejecutiva de la Cámara Industrial de Alimentos del Uruguay (Ciali), Virginia Morales, respecto de la situación actual del sector, quien manifestó su preocupación por la realidad que los comerciantes padecen, principalmente en el litoral. Por otro lado, brindó detalles al respecto de la problemática que atraviesa la cadena de supermercados Ta-Ta.
El primer aspecto a tener en cuenta para comprender la situación actual es que, durante la pandemia, por el cierre de fronteras y las medidas tomadas por el gobierno para repeler la emergencia sanitaria por el covid-19, el sector de alimentos había experimentado un notorio crecimiento en las ventas, teniendo en cuenta que la diferencia cambiaria con Argentina es un factor que condiciona fuertemente a esta industria.
Pero una vez que la reapertura de fronteras fue un hecho y la libre circulación de personas comenzó a darse de forma normal, el rubro tuvo una caída abrupta en las ventas debido a los productos de menor precio que los consumidores adquieren del lado argentino, aprovechando el beneficio económico que la diferencia cambiaria les brinda.
Por su parte, la Ley de Octógonos trajo consigo nuevas fiscalizaciones para el sector de alimentos y, desde que entró en vigencia el Decreto 34/021, el Ministerio de Salud Pública ha llevado a cabo rigurosos controles y ha fiscalizado reiteradamente a través del Área de Defensa del Consumidor, tanto en las góndolas como en el ámbito del comercio electrónico.
Morales expresó que las empresas asociadas están cumpliendo con la normativa de etiquetado y trabajaron en el tema desde mucho antes de que saliera el decreto original.
A su vez, manifestó su preocupación en cuanto al ingreso de productos “más baratos” por la frontera, no solamente por su influencia en la caída de las ventas y el desempleo, sino también por lo que refiere a las normativas de etiquetado de productos.
Según la secretaria ejecutiva, la institución apela a que, al igual que sus empresas afiliadas, que cumplen con toda la normativa de etiquetado que se aplica a los alimentos, se exija lo mismo a las importaciones de los productos, que cumplan con los controles del LATU y con las normas nacionales.
La problemática de Ta-Ta
La cadena de supermercados está atravesando una situación compleja. Tras un comunicado genérico que fue enviado a todos sus proveedores, en el que se manifestaba la necesidad de actualizar a partir del 1º de febrero la tasa logística en un 9% sobre la tarifa acordada, la cámara ha estado trabajando en el asunto, luego de que varias empresas afiliadas hicieran llegar la información del ajuste en la tasa por parte de Ta-Ta. Sin embargo, aún no se ha avanzado en obtener un panorama más amplio respecto de esta situación, aclaró Morales.
“En cuanto al incumplimiento de obligaciones, lo que supimos es que estaba ligado con el tema de la frontera, que con la caída de las ventas llevó a un retraso en el mismo”, afirmó la entrevistada, y agregó que las dificultades que padecen las fronteras afectan no solamente a las cadenas que tienen locales allí instalados sino a todo el comercio.