El presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Jerome Powell, puso en duda la hoja de ruta trazada por el organismo en diciembre, y aseguró que “es probable que el nivel final de las tasas de interés sea más alto de lo anticipado anteriormente» dado la fortaleza de la economía. Si bien la inflación bajó levemente, los precios no se moderaron al ritmo esperado, lo que abre la puerta para un mayor endurecimiento de la política monetaria, y por más tiempo que el previsto.
Desde hace tiempo, los mercados financieros venían especulando con la posibilidad de que la Fed se salteara su hoja de ruta marcada en diciembre, para apuntar a un endurecimiento mayor de su política monetaria, y así contener las presiones inflacionarias. Ahora fue el presidente de la Fed quien confirmó que “es probable que el nivel final de las tasas de interés sea más alto de lo anticipado anteriormente» dada la fortaleza de la economía de EEUU.
En la hoja de ruta del banco central estadounidense se preveía que las tasas cerraran el año 2023 en el entorno del 5% al 5,25%. Además los miembros de la Fed apuntaban a unos niveles siempre superiores al 4% en 2024 y la mayoría de ellos afirmaban que se mantendrían por encima del 3% en 2025. Solo un “halcón solitario” afirmaba que la Fed necesitaba unos tipos al 5,5%. Sin embargo, la mayoría coincidía en que el techo estaba en las cifras de 2023, una marca que ahora está en entredicho.
En su intervención el pasado mes de febrero, Powell optó por celebrar que la inflación estaba cayendo, destacando las medidas que habían tomado hasta entonces. No obstante, el presidente de la Fed reconoció que los precios no se habían moderado hasta el ritmo que esperaban, y abrió la puerta para endurecer un poco más la política monetaria si los datos mostraban una inflación resistente a la baja.
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Esta puerta abierta fue aprovechada por algunos miembros más “hawkish”, término que viene de halcón, y hace referencia a quienes promueven una política monetaria más dura, en contraposición a los “dovish”, o palomas, que buscan una política más blanda. Los “hawkish” de la Fed creen que, efectivamente, los datos están siendo mucho peores de lo que esperaban.
El primero en disparar fue Neel Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis, que apostó por subir las tasas hasta el entorno del 5,25%-5,5%, 25 puntos básicos más que lo trazado en la hoja de ruta. A él se sumó John Williams, presidente de la Fed de Nueva York.
Sin embargo, algunos “dovish” también creen que «habrá que subir las tasas de interés hasta un rango de entre el 5% y el 5,25% y dejarlos ahí hasta bien entrado 2024», como Raphael Bostic, de la Fed de Atlanta. Además, rechazó de plano la expectativa de que empezara a haber recortes a finales de este mismo año.
De momento, lo que parece claro es que en la próxima reunión la Fed pondrá sobre la mesa una suba de medio punto, llevándola a ese rango de 5%-5,25%, como sugirió Powell, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, y de San Luis, James Bullard.