La economía de Estados Unidos se vio amenazada tras la quiebra del banco Silicon Valley, algo que ocasionó incertidumbre y dudas a lo largo de todo el mundo. A raíz de esto, las alarmas se encendieron, augurando que lo acontecido en la crisis de 2008 podría repetirse. Sin embargo, expertos consultados por CRÓNICAS remarcaron las diferencias del escenario ocurrido hace 15 años, con los acontecimientos recientes.
La quiebra de un banco suele remontarnos a esas imágenes cinematográficas en las que, a las puertas de un edificio situado en el centro de una ciudad cosmopolita se desata el caos, vuelan papeles y hombres de traje, con el pelo engominado y un portafolio de cuero, caen azorados ante las pantallas que muestran los números rojos.
Pero lo que ocurrió en Estados Unidos esta semana, pese a que algunas de estas imágenes puedan haber tenido lugar, fue que el Silicon Valley Bank (SVB) quebró, siendo esta la quiebra bancaria más importante del país norteamericano desde la crisis de 2008.
El SVB trabajaba desde febrero de 1983 en el sector tecnológico y, tras un anuncio de la entidad en la que comunicaba que ampliaría su capital en pos de hacer frente a sus problemas financieros, una cantidad importante de sus clientes decidió retirar sus fondos del banco y, luego de 40 años de actividad, quebró.
Si bien antes del anuncio que desencadenó su bancarrota el banco intentó negociar su venta a otra entidad, no logró concretar un acuerdo y, tras vender un portafolio de US$ 21.000 millones de títulos financieros, lo que provocó una pérdida de aproximadamente US$ 1.800 millones, finalmente el banco perdió su liquidez y cerró, a pesar de las intervenciones del gobierno estadounidense.
Similitudes y diferencias con 2008
El ruido que generó este acontecimiento hizo que la memoria colectiva evocara lo ocurrido en setiembre de 2008, cuando el banco de inversión Lehman Brothers quebró, marcando el punto de inflexión en una crisis financiera que había comenzado en el mercado de las hipotecas subprime, o basura, y luego se extendió a todo el sistema financiero, desencadenando problemas severos para el país y luego en todo mundo.
Al entender de los especialistas que CRÓNICAS consultó, el accionar del gobierno de Joe Biden fue el correcto y, gracias a esto, fue posible evitar que muchos depósitos corporativos quedaran sin cobertura del seguro, principalmente teniendo en cuenta lo ocurrido hace 15 años.
Carlos Saccone, Head Wealth del banco HSBC Uruguay, declaró que lo que ocurrió esta semana “no tiene nada que ver con la quiebra de Lehman Brothers, que era un investment bank que estaba muy apalancado. Silicon Valley es un banco comercial que maneja clientes corporativos y el contexto es diferente también, porque lo que sucedió con Lehman es que se compraron muchos bonos del Tesoro, que con la suba de las tasas de interés, se desplomó su valor y que por la regulación no tenían obligación de registrar esas pérdidas de valor de mercado”.
En el caso del SVB, el riesgo de créditos no es lo que predominó, sino que lo acontecido se debe a un “descalce” que hay entre la duración de los activos y los pasivos del banco. Fueron tomados depósitos a la vista y parte de esos depósitos fueron colocados en bonos de largo plazo que, ante la caída de los mercados, generaron ese “descalce” y en la medida que esos depósitos eran reclamados, se desalinearon los activos y las obligaciones del banco.
Para Mateo Fernández, gerente de inversiones de Unión Capital AFAP, resulta complejo establecer si existe un riesgo de contagio inminente, tal cual ocurrió en 2008, debido a que “no está del todo claro cuáles son los vasos comunicantes con otros países”, pero sí es menester tener en cuenta que los bancos europeos se encuentran “estresados” ante lo acontecido.
Ambos especialistas coincidieron en que los gobiernos han actuado de forma “certera y rápida” y están predispuestos a acotar esta problemática, algo que no ocurrió en anteriores oportunidades y que las repercusiones, gracias a esto, serán menores.
¿Dónde queda la Fed?
La quiebra del SVB se ha enmarcado dentro de un impacto “material”, por lo que si se desacelera la economía, debería tener un impacto en los planes de la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
Pero, según explicó Fernández, la inflación seguiría siendo el objetivo primario de la Fed, aunque también se deberán tener en cuenta otros factores a raíz de lo acontecido. “La inflación siempre va a ser prioridad, porque de hecho está dentro del mandato de la Reserva Federal poner la inflación dentro de un rango razonable”, enfatizó el entrevistado.
Problemas en el banco Credit Suisse tensionan el sistema financiero europeo
Las tensiones sobre el sistema financiero que comenzaron en EEUU, enfrentan ahora un nuevo foco al otro lado del Atlántico, debido a la preocupación sobre la situación del banco Credit Suisse. No obstante, un informe elaborado por Inversiones SURA subraya que la situación de esta entidad “nada tiene que ver con los problemas enfrentados por las instituciones financieras regionales de EEUU”. Las razones de la caída del SVB están vinculadas a “un manejo de balance deficiente” en un contexto económico “más desafiante”, mientras que la situación del banco suizo se arrastra desde la caída del fondo de cobertura Archegos Capital, el cual habría colapsado a comienzos de 2021.
“La mayor exposición de Credit Suisse hacia esta última institución habría incrementado el temor de sus clientes respecto de los controles de riesgo que la institución suiza habría estado aplicando en dicho momento, situación que generó una migración de capitales hacia otras instituciones por parte de sus clientes”, explica el informe.
En función de estos acontecimientos, las acciones del banco suizo llegaron a retroceder incluso un 30% durante la jornada del miércoles.
En respuesta a esta situación, el Banco Nacional de Suiza (NSB, por su sigla en inglés) informó que Credit Suisse se encuentra bien capitalizado y que proveerá de liquidez en caso de ser necesario. Esta declaración logró contener parte de las caídas en las bolsas europeas.
De hecho, en un comunicado publicado ayer jueves, Credit Suisse anunció que tomará prestados hasta 50.000 millones de francos suizos (una cantidad similar en euros) del NSB “para fortalecer de forma preventiva su liquidez”, un modo de anticiparse y crear un cortafuegos que lo proteja en caso de que aumenten las retiradas de depósitos en medio de las dudas sobre su solvencia.