Un nuevo Informe Especial de Ceres señala que, sin modificar la cantidad de especies que ya se capturan en aguas uruguayas, la industria pesquera tiene capacidad de aumentar significativamente su producción. Esto sin generar daños en el ecosistema ni sobrepasar los límites establecidos sobre las toneladas que se pueden obtener.
Este estudio, denominado “Situación actual, perspectivas y oportunidades para el desarrollo de la industria pesquera”, fue presentado en la Antesala de la Cámara de Diputados por el director ejecutivo de CERES, Ignacio Munyo y comentado por los senadores Alejandro Sánchez (Frente Amplio) y Gustavo Penadés (Partido Nacional).
Según fuentes calificadas citadas en el informe de Ceres, para poder aumentar en Uruguay un 123% el potencial de pesca sin perjudicar al medioambiente es necesario realizar una serie de cambios y ajustes en los sistemas actuales.
Como uno de los grandes obstáculos, el estudio señala la burocracia de la Dinara a la hora de habilitar a los buques pesqueros a capturar otras especies. En la actualidad, si hay escasez de una especie y excedente de otro, los pesqueros no están habilitados a capturarlos y por lo tanto se pierden toneladas de otras variedades que también podrían ser comercializadas.
Por otra parte, Uruguay no cuenta con un barco de investigación activo constantemente, lo que significa que los pesqueros deben solicitar información a los vecinos argentinos para estar más orientados sobre las zafras de las especies y en definitiva, sobre en la labor diaria.
Asimismo, hoy se cuentan con 54 barcos habilitados que, además, tienen una antigüedad promedio que supera los 35 años, de acuerdo con los últimos datos proporcionados por Dinara, lo que también se vuelve un impedimento a la hora de conseguir resultados óptimos.
Por último, también es necesario prestar atención a los recursos humanos. Se estima que en la actualidad, algunos puestos de jerarquía -como el de los patrones de mar- tienen una edad promedio de 61 años (por encima de la edad mínima jubilatoria) y, además, quienes podrían sucederles no están capacitados, lo que implica contratar mano de obra en el exterior. En la misma línea, la conflictividad en el sector mantuvo parada la actividad durante 45 días en el 2021 lo que se traduce -según cálculos de Ceres- en pérdidas de 11.800 dólares por día sin actividad.
Acciones del gobierno
Durante la presentación del informe en el Palacio Legislativo, el senador nacionalista Gustavo Penadés aseguró que se está planificando la creación de un Instituto Nacional de la Pesca. “Vivimos diciendo que Uruguay vive de espalda al mar y poca cosa hacemos. Tenemos que girar sobre nuestros talones y ver, porque lo que no pescamos nosotros, viene alguien más y lo hace, llevándose nuestras riquezas”, expresó Penadés.
En la misma línea, el senador frenteamplista manifestó que “es evidente que tenemos un gran problema” y que la pesca no puede seguir siendo “la cenicienta de la producción” enfatizando en que es una obligación de Estado legislar e institucionalizar algunos aspectos del sector, teniendo en cuenta que la soberanía sobre el mar y, por tanto de los peces, es un bien público.