Aunque varios de los miembros de la Fed se mostraban proclives a acelerar las subas de las tasas de interés, los quiebres bancarios que sacudieron a los mercados en marzo, llevaron a adoptar una decisión más conservadora. Asimismo, hay dudas respecto al camino que se tomará en la próxima reunión de mayo, ya que hay quienes creen que se podría congelar el ciclo de subas.
La crisis originada tras la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank, tan solo unos días antes de la reunión de marzo, llevaron a las autoridades de la Reserva Federal (Fed) estadounidense a revisar sus perspectivas y a adoptar una posición de mayor cautela.
De acuerdo a las minutas (actas) de la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés), los altos cargos del banco central frenaron su intención de acelerar las subas de las tasas de interés, tras los colapsos bancarios que sacudieron los mercados el mes pasado, y enfatizaron que permanecerían atentos a la posibilidad de que una crisis crediticia desacelere aún más la economía.
En el documento se señala que varios miembros habían planteado volver a acelerar las subas y elevar la tasa de interés en 50 puntos básicos (pb), pero las dudas sobre el impacto que tendría sobre la banca provocaron la marcha atrás. Finalmente, se optó por un leve aumento de 25 pb.
Las actas respaldan los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante su conferencia de prensa posterior a la reunión, de que la decisión de aumentar las tasas fue ampliamente apoyada por sus compañeros. Todos los altos cargos respaldaron la medida.
Las actas de la reunión también evidencian que los directivos no estaban totalmente comprometidos con realizar otro movimiento en mayo y que hay dudas sobre si congelar ya el ciclo de subas.
En ese sentido, será clave evaluar los datos sobre cómo la crisis bancaria afecta a la economía.
Las autoridades “enfatizaron la necesidad de mantener la flexibilidad y la opcionalidad para determinar la postura adecuada de la política monetaria dada la perspectiva económica altamente incierta”, señalan las minutas.
Endurecimiento del crédito
La mayor incertidumbre se ubica en cómo responderían las entidades ante la quiebra del SVB, señalando que “las condiciones para los créditos, excluyendo los precios, se endurecieron en varios mercados”. Es decir, que algunas entidades empezaron a pedir más garantías, reducir los plazos de pago o paralizar los préstamos a deudores de menor calidad. “El volumen del mercado de fondos federales”, donde los bancos se prestan dinero a la tasa fijada por el banco central, “se redujo inicialmente de forma brusca porque los Bancos Federales de Préstamos para la Vivienda tuvieron que reducir sus préstamos ante la demanda de dinero de los bancos regionales” que los forman. Una señal de que muchos bancos dieron la voz de alerta y dejaron de prestar dinero en el mercado interbancario, para incrementar sus reservas en caso de que la emergencia se extendiera.
Aun así, la Fed no ha notado una caída en la creación de préstamos para la mayoría de empresas y hogares, que “se ha mantenido sólida en general”. Pero advierte que los datos concretos sobre la situación tras la caída de SVB son aún demasiado escasos como para declarar que la amenaza ya ha pasado. “La incertidumbre es mucho mayor que en la anterior reunión”, dijeron.