Empresas de telecomunicaciones, tecnología e industria audiovisual debatieron con el fin de incluir a 200 millones de latinoamericanos a la economía digital.
En el marco de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional, con el apoyo del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), representantes de gobiernos, organismos internacionales y empresas se reunieron en el Wilson Center, en Washington. La convocatoria fue realizada por este último, con el apoyo de Asiet (Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones) y el patrocinio de Vrio Corp, compañía que viene liderando el debate para reducir la brecha digital.
El objetivo de esta instancia fue definir propuestas concretas para los gobiernos de la región, que permitan avanzar hacia una regulación moderna e inteligente que incentive las inversiones. A través de esto se busca acelerar el ingreso de millones de personas a la economía digital.
Asimismo, durante este encuentro, el BID anunció su colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en un proyecto titulado ‘Mapa de infraestructura digital’, que tendrá como finalidad ser soporte informativo y promover a través de datos y métricas información de valor para que las inversiones tengan un impacto económico y social en la región.
En la reunión hubo pleno consenso en que la digitalización está transformando a las economías del mundo a una velocidad inusitada y la región corre riesgos de quedar relegada, a raíz de la falta de incentivos, los marcos regulatorios antiguos, las complicaciones burocráticas y la alta carga impositiva sobre el sector.
Los puntos de acuerdo para la acción en alianzas con los gobiernos de la región que permitan trabajar más intensamente en el despliegue de conectividad fueron denominados bajo el título “Tomando acción: Alianzas público-privadas para la inclusión digital en América Latina y el Caribe”.
Los ítems para la acción sobre los que se discutió se relacionan principalmente con el desarrollo de una regulación moderna, liviana y flexible, la promoción del despliegue de infraestructura digital, la adecuación de las políticas y prácticas de gestión del espectro radioeléctrico, la reducción de las cargas tributarias y eliminación de asimetrías e ineficiencias en el marco fiscal, y la promoción de asociaciones público-privadas para el desarrollo de capacidades y habilidades para el entorno de la economía digital.