El nivel de precios en la economía uruguaya prácticamente no tuvo variación en términos globales durante el mes de mayo, lo que implicó un descenso del dato anualizado, según la información difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con este descenso, la inflación anualizada retoma una tendencia a la baja que había comenzado en octubre de 2022 y que se cortó parcialmente en abril. En particular, se destacaron en el mes los descensos de frutas y verduras, que permitieron compensar las subas de otras divisiones.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) se mantuvo estable durante el mes de mayo, al registrar una muy leve baja de 0,01% respecto a abril, lo que constituye una cifra muy por debajo de las expectativas del mercado, que esperaba un 0,5% de aumento, según la mediana de las expectativas del Banco Central del Uruguay (BCU). El dato fue incluso inferior al de la proyección más optimista de los expertos e instituciones consultados en mayo, que esperaban una inflación mensual de 0,2%.
En el acumulado del año la inflación alcanza una suba de 4,26%, mientras que medida en términos anualizados bajó a 7,1%, desde el 7,61% al que había cerrado en el año móvil cerrado a abril. De esta forma, la inflación anualizada retoma una tendencia a la baja que había comenzado en octubre de 2022 y que se cortó parcialmente en el mes de abril, cuando el dato anualizado subió de 7,33% a 7,61%.
Por su parte, la inflación tendencial o subyacente que el INE comenzó a medir desde finales de 2022, y que excluye los precios de frutas y verduras frescas, y combustibles, tuvo un aumento de 0,3% en el mes de mayo. A través del dato subyacente se busca tener “una mejor aproximación de la inflación de largo plazo”.
Cítricos y verdes
La estabilidad de los precios en el mes de mayo estuvo determinada mayormente por el descenso que registró la división Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, que mostró una caída de 0,54% en el mes, incidiendo a la baja del indicador general en 0,15 puntos porcentuales (pp.). En particular, se destacaron las bajas de 7,67% en los precios de las frutas (especialmente limones, naranjas y mandarinas), de 4,78% en hortalizas, tubérculos y legumbres (donde se destacaron las bajas en lechugas, espinacas y acelgas), y de 1,3% en aceites y grasas. Estos descensos, más que compensaron las subas de la carne y sus derivados (+1,04%) y la leche, productos lácteos y huevos (0,91%).
Otras divisiones que incidieron a la baja del IPC, aunque con menor peso, fueron “Recreación, cultura y deporte”, “Mobiliario, enseres domésticos y demás artículos regulares de los hogares”, “Información y comunicación”, “Transporte”, y “Cuidado personal, protección social y bienes diversos”.
Por último, se destacaron por su incidencia al alza sobre el nivel de precios las divisiones “Seguros y servicios financieros” (+0,99%), “Restaurantes y servicios de alojamiento” (+0,43%) y “Vivienda” (+0,28%), que impactaron sobre el IPC en 0,06 pp, 0,04 pp y 0,04% pp, respectivamente.
El informe elaborado por el INE detalla que en el caso de la división “Vivienda” se destacó el aumento de precios de los alquileres (+0,48%), tributos domiciliarios (+4,27%) y suministro de gas por cañería (+10,93%), mientras que en “Seguros y servicios financieros” resaltó la suba de precios en la cuota de seguros integrales de salud privados (+3,68%), cuota de emergencia médica móvil (+1,24%), seguro de auto (0,95%) y pagos por servicios bancarios y de casas bancarias (+0,44%).