Porzecanski: “Siete de cada 10 electores de la coalición aprueban al gobierno, lo que quiere decir que mantiene su base firme”

Rafael Porzecanski, director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Opción Consultores

Opción Consultores presentó el Monitor de Opinión Pública de mayo, que mostró que un 43% de los uruguayos aprueba la gestión del gobierno, mientras que un 31% la desaprueba. Según la consultora, esto reafirma el escenario de estabilidad que se ha venido repitiendo en los últimos 12 meses, con variaciones mínimas (como máximo de tres puntos), todas comprendidas dentro del margen de error. Para analizar los datos con una perspectiva histórica, nacional y regional, CRÓNICAS entrevistó al sociólogo Rafael Porzecanski, quien también profundizó en los movimientos coyunturales de cara al horizonte electoral a nivel del oficialismo y la oposición.


Según el último informe de opinión pública de Opción Consultores, ¿cómo definiría el estado actual de la aprobación de gestión del gobierno?

-Es un estado que tiene una brecha positiva, lo cual coloca al actual gobierno en una situación comparativamente favorable en dos perspectivas. Primero, en la perspectiva histórica frente a lo que es la propia evidencia de la sociedad uruguaya, posterior a la recuperación democrática. Se trata de un gobierno que se asemeja, que tiene puntos de comparación en su aprobación con la gestión de Mujica y la primera de Vázquez. Son gobiernos donde predominó siempre la brecha positiva de evaluación, eso es una buena noticia para el oficialismo. Por otro lado, en la perspectiva de la región, es un gobierno con niveles comparativamente bajos de desaprobación, esto en un contexto donde hay muchos presidentes en diferentes etapas de su mandato con déficits de aprobación. En definitiva, hay una situación de mucha estabilidad, donde en varios trimestres el rango de variaciones ha estado siempre por dentro del margen de error de la aprobación y la desaprobación.


Otro de los datos que queda claro en el informe es que hay una mirada sobre el gobierno muy determinada por lo que fueron los votos en las anteriores elecciones. ¿Esta tendencia nos puede marcar un escenario similar hacia las próximas?

-Desde el lado de los dos grandes bloques de electores y también desde el lado del sistema de partidos, hay muchas diferencias en las miradas de política pública según quién esté ejerciendo el mandato. En ese sentido, vemos que efectivamente esto también es una situación de muy alta estabilidad en los últimos trimestres. Aproximadamente siete de cada 10 electores de la coalición aprueban al gobierno, esto quiere decir que mantiene su base relativamente firme. Por otro lado, entre los frenteamplistas es muy baja la aprobación, es de un 10% y se ha mantenido así durante mucho tiempo. Luego de un comienzo donde hubo un porcentaje mayor de frenteamplistas que aprobaba al gobierno en el marco de la gestión de la pandemia, ahora es realmente un sector muy minoritario. Es importante para el oficialismo intentar mantener estos niveles de aprobación, pero para la oposición las buenas noticias serán las inversas. Por otra parte, es justamente la mirada del electorado con menos camiseta partidaria sobre la gestión del gobierno uno de los factores que condiciona.


Teniendo en cuenta que muchas veces se habla de tres estadios, luna de miel, declive y repunte, y en vista de que ya hace varios meses se sostiene la aprobación a pesar de algunos episodios sucedidos, ¿ve posible que este gobierno termine su mandato en situación de repunte?
-Es una posibilidad, sin dudas. Estos son ciclos que probabilísticamente tienen más chance de ocurrir, pero nada lo asegura. En el panorama actual va configurándose como cada vez más central la evolución de los indicadores económicos y la mirada de la población sobre la gestión del gobierno en esta materia. La aprobación de la gestión económica suele ser lo que más condiciona la mirada sobre la gestión de un país, salvo circunstancias excepcionales como la pandemia. Por lo tanto, hay que esperar, hay que ver cuáles son las medidas que toma el gobierno en el marco del año electoral, si va a ser un año con inauguración de obras públicas, fiscalmente un poquito más laxo; hay que estar atento a ese tipo de novedades y también a la misma marcha de la economía. Para el gobierno será mucho mejor noticia que 2024 sea un año robusto para el país en términos económicos y será un desafío grande si la economía muestra enlentecimiento o un carácter recesivo. En definitiva, hay que estar atento a los hechos, pero en términos generales, las aprobaciones tienden a subir. No sabemos qué es lo que va a ocurrir en este caso, ya que depende mucho de un conjunto de factores.


A partir de la importancia de la economía en la aprobación del gobierno y posteriormente en el voto, cabe referirse a la situación que se está viviendo en la frontera con Argentina como consecuencia de la diferencia cambiaria. Más allá de las medidas que se han anunciado, según algunos actores, estas siguen siendo insuficientes. ¿Esto puede tener algún impacto? ¿En qué medida?

-Es una buena pregunta y se necesita realizar estudios específicos en la frontera para ver cuál es la responsabilización del gobierno al respecto. Es un fenómeno que, según los economistas tienden a coincidir, es muy difícil de enfrentar, porque es un shock externo negativo. Evidentemente impacta en el mal humor ciudadano y es una muy mala noticia para el comercio y la población del litoral, fundamentalmente, en aquellos lugares donde los uruguayos pueden realizar sus compras cruzando fácilmente la frontera. Pero reitero, hay que saber si hay responsabilización y en qué nivel de las políticas implementadas por el gobierno.


Luego de una reunión, hace dos semanas, el Partido Independiente (PI) y el Partido Colorado (PC) anunciaron la iniciativa de que los partidos que integran la coalición de gobierno se presenten a las elecciones departamentales bajo el mismo lema. ¿Qué lectura hace y qué potencialidad le ve a esta propuesta?

-Esta iniciativa sin dudas refleja los intereses de los socios del Partido Nacional (PN) en el gobierno, es claro que justamente el PI y el PC tienen dificultades de competencia. En este contexto, se ven perjudicados por la competencia en modo separado, entonces, es normal que empujen hacia la conformación de acuerdos departamentales. Habrá que ver cuáles son los intereses del PN y, en ese sentido, no son intereses homogéneos en los departamentos. Hay departamentos en los que el PN es el partido predominante y tiende a tener una competencia interna muy fuerte. Pasó, por ejemplo, en el departamento de Treinta y Tres, y pasó también en el departamento de Cerro Largo. En ese tipo de departamentos donde el dominio se da con mucha claridad, tienen menos incentivos a generar una alianza de este tipo. De todas formas, hay que estar atentos y ver cuáles son los resultados de la negociación. No es una negociación tan simple, pero uno no descarta que efectivamente se pueda generar algún tipo de acuerdo electoral general para las elecciones departamentales.


La crisis del agua y la opinión pública


-¿Qué daño puede tener el problema de la sequía y sus consecuencias en la opinión pública sobre el gobierno?

-Es difícil saberlo. Está claro que es un tema que ha impactado en la sociedad uruguaya y que ha generado una modificación muy significativa en el consumo del agua en el área metropolitana. Habría que ver si hay una responsabilización del gobierno actual en ese sentido o si la población percibe que acá están en jugo otros factores. Me refiero a lo que puede ser la sequía, por ejemplo, o un problema más en un modo global, que no se supo atender a tiempo. No se puede poner en duda que es un tema que a la población le preocupa, de hecho, aparece en esta medición como uno de los problemas más importantes que el país está enfrentando en la actualidad.


La interna frenteamplista “polarizada” y la posible tercera candidatura

-En la interna del Frente Amplio (FA) han tenido lugar algunos movimientos, pero sin dudas el más relevante es que el Partido Comunista (PCU) anunció que finalmente apoyará a Cosse. ¿Cómo queda ahora configurada esta interna política?

-Entendemos que, sin dudas, esta es una muy buena noticia para Cosse. El apoyo del PCU significa el apoyo de un partido con un volumen electoral interesante y con un aparato y una militancia muy potente. A esto se le suma una tendencia importante a participar en las elecciones internas, las cuales son de carácter voluntario. Desde antes veíamos una interna que se venía polarizando y esto no hace más que afianzar este fenómeno.

-Teniendo en cuenta todo esto, ¿la interna del FA se empareja?

-Hasta aquí hemos visto un liderazgo leve de Yamandú Orsi, pero el escenario es absolutamente competitivo. El apoyo del PCU es una noticia que favorece a Cosse y que le da un toque más de incertidumbre a un escenario que desde antes ya se vislumbraba como competitivo. Por lo tanto, en la interna frentista queda muchísima tela por cortar y lo que uno tendría que decir es que hay una situación de relativa paridad y polarización entre los dos intendentes metropolitanos. Esto le coloca un desafío a cualquier otro competidor tentativo de marcar su posicionamiento, porque a mayor valorización, mayor incentivo para el electorado de votar al ganador.

-Otro de los movimientos tuvo que ver con que Asamblea Uruguay decidió impulsar la candidatura del senador Mario Bergara. En este escenario, ¿qué tan complejo puede ser su posicionamiento?

-Todo esto puede ser un desafío para el posicionamiento de Bergara, hay que ver si logra al menos parcialmente romper esta creciente polarización. Si lo logra, podrá incluso marcar un volumen interesante de votación que lo posicione rumbo a las elecciones de octubre. Porque como decimos siempre, las internas se pueden jugar por diferentes razones, puede ser para ganarlas efectivamente y ser la figura presidencial de la fuerza política, pero también se puede jugar para marcar una votación interesante y posicionarse como agrupación o líder de cara a las elecciones parlamentarias.