Con el creciente uso que experimentaron las redes sociales, la popularidad de las criptomonedas y los grises que la regulación otorga, en los últimos años las estafas piramidales experimentaron un aumento en Uruguay y la región. Mediante promesas de una vida de lujos, y utilizando un esquema piramidal que se sostiene a base del ingreso constante y exponencial de personas, los estafadores mantienen un sistema piramidal que capta víctimas con un perfil marcado, según explicó un especialista en la materia.
Por Mateo Castells | @teocastells
Detrás del velo de las promesas de éxito, de la búsqueda de desarrollo personal y el crecimiento económico que, según los que promueven estas prácticas, es posible conseguir trabajando desde la comodidad del hogar y con un celular llevando adelante un negocio de network marketing, se esconde una estafa que es promovida a través de discursos de corte pentecostal.
Luego de que un evento que se iba a realizar en el Salón Azúl de la Intendencia de Montevideo se cancelara, tras las denuncias de un usuario anónimo identificado con el nickname “Tanque Shirley” de la red social Twitter, quien argumentaba que la empresa Multi D -que iba a llevar a cabo el evento- estaba conformada por estafadores piramidales, conviene traer a colación el entramado de estas estafas e indagar sobre su modus operandi.
¿Qué son las estafas piramidales?
En diálogo con CRÓNICAS, este especialista en la materia -quien solicitó proteger su identidad- explicó que las estafas piramidales se esconden detrás de aquellas empresas que dicen desarrollar determinada actividad –puede que sea inversión en oro o cursos de trading, por ejemplo-, pero tras esta excusa reside un esquema de pirámide que busca capitalizar su sistema a través del ingreso de personas, haciendo que el sistema no se financie a través de inversiones o actividades reales, sino que se sostenga mediante el dinero que circula.
El modus operandi consiste en que, quien está en la cima de la pirámide capte inversores y a su vez incentive a esos inversores a invitar a más personas, “convirtiendolos en estafadores”. De esta forma funciona el engranaje, pero cuando el sistema se queda sin liquidez y el ingreso de personas se cae, los últimos en invertir nunca reciben el monto prometido y la empresa desaparece.
“Entonces las personas, sin darse cuenta, empiezan a desarrollar la pirámide. La clave para saber si estamos frente a una estafa piramidal o una empresa que tiene un mercadeo en red, es ver cuanto te pagan por una cosa o por la otra, cuanto te pagan por vender el producto y cuanto te pagan por meter gente. Si por meter gente te pagan más dinero, están concentrados en que metas gente”, explicó el especialista.
La radiografía de estas estafas
Los líderes de estos grupos utilizan una discursiva marcada y de carácter pentecostal, buscando atraer a sus víctimas mediante promesas de ganar dinero invirtiendo desde la comodidad de su hogar y viviendo una vida de lujos y de alto consumo, para, de esta forma, obtener un desarrollo personal.
Esto lo hacen a través de sus redes sociales, donde se muestran vistiendo ropa de marca y un nivel de consumo de alto costo, llevando a cabo una estrategia que busca cautivar a las personas para introducirlas a su sistema con la promesa de enseñarles cómo hacerlo.
“Transforman gente normal en estafadores y en el medio lo hacen con toda una discursiva que es muy agresiva, con una mezcla de autoayuda y de superación, entonces también le van lavando el cerebro con una lógica de secta. Tienen formato sectarios, tienen líderes carismáticos como cualquier secta, tienen formas de vestirse y formas de hablarse, entre ellos se refieren como hermanos y cuando hablan de los grupos hablan de familia”, señaló el entrevistado.
Estas estafas apuntan a reclutar personas de entre 17 y 25 años y el perfil de las víctimas es el de una persona con problemas psicológicos, que busca tener sentido de pertenencia y con niveles de estudio bajos. A su vez, dentro de las personas que se han visto involucradas en estas estafas, según confesó la fuente consultada, se encuentran mujeres abusadas, personas de contextos socio-económicos complejos y exmilitares. Esto último se explica en el “espíritu de cuerpo” y de pertenencia, que se asocia al sesgo sectario de estos grupos.
Es así, que mediante espejos de colores, se aprovechan de una población con características de vulnerabilidad. “Si estas personas no se involucran en estos sistemas, trabajarían en el sector de servicios, porque no tienen formación ni un currículum que los sustente”.
Alertas del BCU ante denuncias y el ejemplo de EEUU para regular el problema
El especialista, quien ha realizado diversas investigaciones y ha denunciado prácticas de esta índole, contó que en 2022 fue contactado por la diputada Martina Casás, quien manifestó que regular estas estafas estaba dentro de sus “principales prioridades”.
Al momento, no existe un proyecto de ley formal presentado ni se ha puesto en discusión el tema en el ámbito parlamentario.
El Banco Central del Uruguay (BCU), ha advertido, por ejemplo, sobre las prácticas de Global Intergold y Be Factor, argumentando que son empresas que “convocan a invertir o ahorrar, prometiendo rentabilidades sobre la inversión, y que podrían involucrar operaciones fraudulentas basadas en esquemas piramidales, las cuales carecen de sustentabilidad financiera”, según se difundió en un comunicado el 14 de febrero de 2023. Las denuncias radicadas al BCU fueron realizadas por la fuente que CRÓNICAS consultó.
Por su parte, Estados Unidos cuenta con un registro de empresas de network marketing, donde hay profesionales que se encargan de determinar y estudiar los balances de las empresas que se presentan para registrarse en este segmento y, de esta forma, determinar si su modelo de negocios responde a un formato piramidal o si realmente es una empresa con network marketing.