En el marco de las XXXVIII Jornadas Anuales de Economía que organiza el Banco Central de Uruguay (BCU), su presidente, Diego Labat, dialogó con la prensa y afirmó que “la inflación está donde esperamos que esté” y abordó la inestabilidad de Argentina y los problemas de competitividad. Posteriormente, Ana Fostel brindó una conferencia sobre precios de activos e innovación financiera, en la que expuso los resultados de un estudio que ha llevado a cabo en el último tiempo al respecto.
Luego de haber presentado las Jornadas Académicas frente a una sala repleta de oyentes, Diego Labat brindó una conferencia de prensa en la que comenzó destacando que las jornadas cumplen con una tradición con 38 ediciones, que “aportan a la investigación económica y a generar información y teorías” sobre distintos temas que “hacen a las políticas públicas”.
Tras ser consultado al respecto, Labat afirmó que “hoy la inflación está donde esperamos que esté, con expectativas todavía fuera, pero confluyendo hacia el rango de inflación, o sea que estamos muy conformes con cómo viene evolucionando”. Agregó que desde el BCU son “muy positivos” y confesó que la proyección para dentro de 24 meses es que se encuentre “dentro del rango”.
“Hay una coyuntura internacional que analizamos, y por suerte ahora algunos impactos que tuvimos como la guerra de Ucrania y otros efectos que presionaron han ido disminuyendo, con lo cual hoy estamos donde queremos estar”, puntualizó.
Argentina y competitividad
En lo que respecta a Argentina, el titular del BCU dijo que el país vecino tiene “una serie de desequilibrios económicos”, pero que están en proceso de resolverse.
“Esperamos que en los próximos meses, con los distintos planes que se han planteado, empiece a encaminarse, y eso va a ayudar a mejorar las condiciones de la región”, comentó al respecto, y subrayó que no esperan “grandes sorpresas”.
Por otro lado, dijo que “tenemos un mercado de cambios donde el dólar flota y ese entendemos que es el mejor régimen para un país abierto y chico como Uruguay, que es el que ayuda a temperar cualquier shock positivo o negativo que podamos recibir de afuera”. Recalcó que su objetivo principal es la inflación y el BCU “vela por la estabilidad de la moneda nacional”.
Por último, referido a la competitividad, declaró que “hay que mirarla mucho más allá del tipo de cambio”, dado que hay “diversos factores” que influyen en este apartado y que, al respecto, el gobierno ha adoptado “una serie de medidas que han contribuido”.
“Uno de los factores que influye en la competitividad es la inflación baja, que es la que nos corresponde a nosotros, pero además se han hecho otro montón de medidas y hoy creo que la competitividad de Uruguay es correcta”, remató.
Los precios de activos y las innovaciones financieras bajo una perspectiva colateral
Ana Fostel, profesora e investigadora de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, y PhD de Economía por la Universidad de Yale, en la Sala Enrique V. Iglesias de la sede del BCU, abrió las Jornadas Económicas con su conferencia “Assets prices and financial innovation: a collateral perspective” (Precios de activos e innovación financiera: una perspectiva colateral).
El punto de partida de su exposición fue invitar a pensar en que todos los estudios financieros teóricos tradicionales trabajan “bajo el supuesto de que las promesas se cumplen”. Sin embargo, la clave está en que en los mercados financieros las promesas se rompen, porque la gente no paga, no cumple y no ahorra.
Históricamente, la humanidad se ha dado dos instituciones para hacer que la gente pague. Uno es el castigo y el otro es el colateral o las garantías, que son instituciones que cambian la forma en que los agentes interactúan en un mercado financiero.
La economista planteó la siguiente interrogante para delinear sus posteriores explicaciones: ¿Cómo el hecho de que algunos activos sean usados como colateral afecta las teorías de evaluación de activos tradicionales? El primer problema es el ejemplo de una hipoteca inmobiliaria, donde una casa vale determinado precio y en el equilibrio para la fijación de las tasas se deben determinar dos cosas: la tasa de interés de préstamo, el colateral y el nivel de apalancamiento. “La solución teórica brindada a este problema es considerar cada préstamo con un nivel de apalancamiento distinto, como un mercado distinto”, explicó Fostel, y utilizó la siguiente metáfora para ejemplificar: “Una manzana hoy, no es el mismo bien que una manzana mañana. Tienen precios distintos y hay un precio relativo que se determina en distintos mercados. Un préstamo, si está colateralizado de forma distinta, es un préstamo distinto con un distinto precio… Manera teórica de resolver el problema”. Para resolver esto, fue enfática en que la clave es pensar en todos los mercados para comerciar y focalizar en cuáles son los elegidos al final.
“Nosotros probamos que, bajo algunas condiciones, el único mercado elegido es donde se fijen niveles de apalancamiento que evitan el default, que es el caso de los mercados ricos de Estados Unidos. Esto lleva a que tenemos, por primera vez, una caracterización de los niveles de apalancamiento de los mercados financieros, que no depende del valor esperado del colateral, no depende de la volatilidad del colateral en el futuro, depende del peor caso del colateral mañana”. Es decir, que cuando los acreedores ven lo que puede pasar mal, se va empeorando, los márgenes se acortan, lo que se divide por la tasa de libre de riesgos.