Según Cortabarría, la nueva compra de Minerva dificultaría “tener un funcionamiento sano del mercado”

Algunas visiones sobre la polémica de la industria frigorífica

Las alarmas de los más diversos actores de la cadena cárnica uruguaya se encendieron como producto del anuncio de la compra por parte de Minerva Foods de tres frigoríficos de Marfrig. Tanto el porcentaje total que ocuparía la compañía compradora, como el margen de actividad que mantendría con sus más inmediatos competidores en el mercado, son cuestiones que, entre otras, cuestionó Patricio Cortabarría, presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU). Para analizar el escenario actual y los posibles condicionamientos futuros, CRÓNICAS conversó con el representante gremial, y además sumó la mirada académica del economista especializado en competencia, Leandro Zipitría.

Por Matías Kapek | @matias_kb

En el comienzo de la presente semana se anunció la compra por parte de Minerva Foods de tres frigoríficos de Marfrig. Dichas plantas representan aproximadamente el 18% del total de faena del país y están ubicadas en Colonia, Salto y San José.

El negocio entre las dos empresas brasileñas, líderes del mercado cárnico uruguayo, generó opiniones desde diversos ámbitos, aunque tal acción todavía se encuentra sujeta a la aprobación de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia. En el caso de concretarse la transacción, terminaría dando lugar a que la empresa compradora accediera al dominio de más del 40% de la industria.

La discusión sobre la competencia en el sector ya había estado en agenda a mediados de mes, cuando la mencionada comisión aprobó la compra por parte de Minerva Foods del frigorífico BPU, el cual pertenecía a NH Foods.

Zipitría, experto en competencia, comentó que en tal ocasión dicho órgano “no encontró elementos anticompetitivos” en lo que fue a su entender un estudio amplio del panorama del mercado. En este sentido, no fue hecha ninguna objeción competitiva ni fueron impuestas cláusulas estructurales.


El actual estado de la industria frigorífica

Ante la confirmación del movimiento, en principio era una incógnita lo que podría suceder a partir de ese momento por el hecho de que las empresas brasileñas Minerva y Marfrig tomaban el dominio de más del 50% del mercado. Consultado sobre las posibles consecuencias de este tipo de escalas, Zipitría señaló que todo depende de las características específicas de cada sector.

En este aspecto, el especialista destacó que una cuestión clave tiene que ver con la segmentación de mercado, en concreto, el hecho de que pueda existir una concentración en relación a exportación o a la venta hacia el mercado interno. Por el contrario, analizó el escenario de dificultad que se puede presentar en cuanto a la existencia o no de opciones para los proveedores, los productores y engordadores de ganado.
Tal vez allí es donde más se colocan las dudas por parte de la opinión pública, principalmente en lo relativo a la posibilidad de establecer una suerte de pactos para la fijación de precios a la baja, lo que en términos técnicos podría ser entendido como un escenario de “colusión”. En el contexto actual de la industria, si se confirmara tal práctica concertada, la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia podría aplicar una sanción, llegando a afectar incluso un 10% de la recaudación.

Consultado sobre el estado actual de la industria frigorífica, Patricio Cortabarría remarcó que a su entender hasta el reciente anuncio “había dos empresas en plena competencia, que solo compartían nacionalidad”. Haciendo referencia a Minerva y Marfrig, agregó que de acuerdo a los porcentajes que poseen hasta el momento cada una, en una situación de competencia, utilizan sus estrategias para hacerse con el ganado. En esta línea, advirtió que, de ahora en adelante, considerando la flamante compra, se abrirá la posibilidad de “un cambio radical” del escenario.

La nueva compra: sus posibles consecuencias

Cortabarría catalogó al reciente anuncio como “muy preocupante”. Según su visión, es un hecho muy complejo que una gran parte de la industria de la faena quede en manos de una sola empresa. Apuntó a que la gravedad del asunto no está solo en su porcentaje total, sino en la diferencia que podrá establecer con el resto de sus competidores.
En tal sentido, comentó que la compañía que seguirá a Minerva en capacidad de faena tendrá, de autorizarse la compra, un 30% menos. En esa línea, aseguró que las tres siguientes compañías con más capacidad de faena, incluso juntas, no alcanzarían a faenar la misma cantidad que Minerva.

El presidente gremial aseguró que este tipo de concentración es mala para la cadena productiva, que genera distorsión y que “va a hacer muy difícil tener un funcionamiento sano del mercado”.


El proceso de autorización

Más allá de los movimientos políticos y las opiniones, la aprobación o no de la compra dependerá del análisis técnico que realizará la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia. Durante el proceso, la compañía deberá justificar la fusión, demostrando las ganancias que en términos de eficiencia le da la concentración económica.

El ciclo de análisis podrá concluir con una autorización total, como fue el caso de la compra a BPU, con una no autorización, o en su defecto, con una autorización condicionada. En este último escenario se le podrá solicitar a la compañía desinversiones, según señaló Zipitría.

Cortabarría, luego de admitir que ARU no fue consultada durante el proceso de aprobación de la compra de BPU, aseveró que en esta oportunidad van a tratar de llevar su posición “a todos los lugares posibles”. Por el momento, ya se han puesto en contacto con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos. Según anunció Cortabarría y confirmó El País en las últimas horas, ARU también se reunió con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. Dentro de lo anunciado por el entrevistado, aún no ha trascendido el contacto con la ministra de Economía, Azucena Arbeleche.

Por último, el representante de la gremial descartó por el momento hacer público algún tipo de documento, aunque comentó que sí se está manejando por parte de la asociación un volumen de información al respecto del estado del mercado y las posibles consecuencias de esta compra.