Las expectativas que tiene la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) para el segundo semestre de este año son poco auspiciosas. Entrevistado por CRÓNICAS, su presidente, Julio César Lestido, afirmó que se espera que se mantengan diversos riesgos tanto externos como internos. En ese sentido, nombró la diferencia cambiaria con Argentina como uno de los principales desafíos a enfrentar. Por otro lado, explicó por qué entiende que en el contexto actual no será fácil lograr una mejora de la competitividad.
En lo que refiere al comportamiento del sector comercio y servicios para el segundo semestre del año, Lestido consideró que aún permanecerán presentes diferentes riesgos tanto desde fuentes externas como locales, que condicionarán los resultados de la actividad económica durante los próximos meses.
Asimismo, desde el punto de vista del consumidor, en particular en relación al comportamiento del consumo privado, sostuvo que, si bien la confianza del consumidor se ha recuperado durante los primeros meses del año 2023 en relación a los períodos previos, esta ha sido en base a una mejora de la predisposición a la compra de bienes durables y no a partir de una mejora de los indicadores sobre la situación económica, “los cuales serían más genuinos y sustentarán aumentos del consumo más generalizados y no tanto en bienes cuyo precio está relacionado a la evolución del tipo de cambio”, opinó.
Asimismo, dijo que los resultados en términos de las decisiones de consumo de los hogares, no necesariamente redundarán en un incremento en las ventas de bienes y servicios a nivel local, ni en aumentos en la recaudación tributaria, dado que gran parte de dicho consumo de bienes y servicios continuará desviándose hacia el exterior y en particular hacia Argentina, así como en el mercado informal (consumo de mercadería que ingresa al país de contrabando), en tanto las diferencias de precios relativos no muestren una reversión en el corto plazo.
Por el contrario, durante el presente año y gran parte del año 2024, de acuerdo con Lestido, es posible esperar que Argentina continúe atravesando una fase de abaratamiento y al mismo tiempo Uruguay permanezca caro en la región y el mundo, generando que “la situación de frontera se transforme en un problema estructural que impacte a toda la economía” y, en particular, en lo que hace al sector del comercio minorista y los servicios.
Al mismo tiempo, explicó que el país atraviesa desafíos claves en materia de su agenda de política económica focalizados en la recomposición fiscal y salarial, lo cual, según su visión, reduce el margen para cumplir con las metas inflacionarias previstas para los próximos meses y al mismo tiempo lograr incrementos en los niveles de competitividad.