El presidente de la Cámara de Industrias, Washington Corallo, aseguró convenir con el Ministerio de Industria al momento de tomar con prudencia la firma de un acuerdo comercial con China, a fin de preservar el empleo nacional en la rama. En la semana, Corallo se reunió con la ministra de Industria, Carolina Cosse, con el fin de buscar mejoras a la competitividad. “Hay buena intención de parte del Ministerio, pero a veces se chocan contra la realidad del país y los costos de producción”, sostuvo.
Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez
El apoyo incondicional a un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) con China comienza a desvanecerse. Tanto desde el gobierno como de la actividad privada, algunas voces empiezan a mostrarse cautelosas ante los posibles impactos que podría acarrear liberalizar el comercio con el gigante asiático.
Según informó El Observador el 31 de enero, en una de las reuniones del Consejo de Ministros realizadas en la Estancia de Anchorena, en Colonia, entre los documentos que presentó el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa se encontraba el informe de Cancillería con la compilación de impactos sectoriales que podrían provocar un posible TLC con la segunda economía mundial.
El informe presentado por el canciller incluía las posturas de los ministerios de Economía, Industria y Ganadería, Agricultura y Pesca, y dejó una conclusión inequívoca: el Ministerio de Relaciones Exteriores es el único que se encolumna de manera incondicional con la idea de sellar un acuerdo con el gigante asiático, dijeron dos fuentes del Poder Ejecutivo a El Observador.
Los reparos del Ministerio de Industria se basan en que el acuerdo bilateral con la segunda economía más importante del planeta no contribuirá a salvar 35 mil puestos de trabajo. Para el MIEM el mejor camino es el de la reconversión, es decir: que cuando una empresa deje de ser competitiva se transforme para desembarcar en un sector en el que tenga mejores posibilidades.
En tanto, el Ministerio de Economía y Finanzas condicionó su visión positiva para la concreción del TLC a la anuencia de Brasil, en una posición muy similar a la que transmitió el gobierno chino en los últimos días, según dijo el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, al semanario Búsqueda.
En diálogo con CRÓNICAS, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Washington Corallo, expresó que desde la gremial empresarial prefieren utilizar el término “acuerdo comercial” al de “tratado de libre comercio” al igual que el MIEM. “Nos hemos reunido con la Comisión de Comercio Exterior, no solo por el acuerdo con China sino por cualquier otro acuerdo, a la vez que se está coordinando con todas las gremiales de la Cámara para saber cómo podría afectarnos”, sostuvo Corallo.
Según se estima desde la CIU, se estará trabajando al menos hasta junio, para tener resultados sobre los posibles impactos de este tipo de acuerdos comerciales. “Vamos a ver cuáles son los sectores que podrían verse afectados en la capacidad de expandir sus mercados”, agregó.
Para el presidente de la CIU, no es fácil aceptar cualquier acuerdo comercial, “hay mucha industria uruguaya y nosotros no queremos que se pierdan más puestos de trabajo uruguayo, queremos que los puestos se respeten, es lógico que no vamos a hacer ni misiles nucleares ni portaaviones, pero hay sectores en los que Uruguay está en condiciones de competir, solo requiere buscar el margen adecuado para tener costos razonables”, sostiene.
Tanto la CIU como el MIEM sostienen que este tipo de acuerdos deben ser tomados con cautela: “Somos partícipes y partidarios de todo tipo de acuerdos en la medida que a la industria uruguaya se le dé garantías para competir en similares condiciones”, resumió Corallo.
Hay esfuerzo, no hay respuestas
El miércoles una delegación de la CIU se reunió con la ministra de Industria, Carolina Cosse. Allí, según dijo Corallo, se discutió sobre competitividad, y reuniones que mantuvo la ministra con empresas que se encuentran en problemas. Además, la CIU presentó su preocupación por el costo país y las tarifas energéticas. En este sentido “la ministra está trabajando en bajar los valores brutos de producción, de hecho se está trabajando en un decreto”, adelantó el presidente de la gremial. Se trató de la primera reunión del año de una serie de encuentros de trabajo que mantendrán empresarios con el gobierno. “Desde la Cámara buscamos aportar lo que podemos a la industria uruguaya”, destacó Corallo.
“Debo reconocer que hay buena intención de parte del Ministerio, de la ministra y la gente que lo acompaña. El tema es que a veces esas buenas intenciones chocan contra la realidad del país y contra los costos que se le transmiten a las empresas, que a veces el Ministerio de Industria, a pesar de sus esfuerzos no logra contrarrestar. El cambio de la matriz de impuestos que tuvimos a principios de año, los cambios en el costo de la energía y el combustible pueden dificultar el acceso a los mercados que estamos buscando”, sostuvo el presidente de la CIU.
Tendrán que cumplir
Corallo fue uno de los empresarios que acompañó a la misión oficial a Finlandia en la última gira por Europa del presidente Tabaré Vázquez. “El viaje fue una buena oportunidad, creo que no solo pudiera venir a invertir UPM sino que también alguna empresa finlandesa más, sobre todo en el área de productos forestales que podría estar interesada para instalarse en Uruguay y aprovechar las ventajas del Mercosur”, sostuvo Corallo. Para eso, agregó el titular de la CIU, es necesario que Uruguay se prepare para ser un país competitivo que genere condiciones “para que cualquier inversión que llegue encuentre atractivo a Uruguay no solo en términos de competitividad sino también de relacionamiento laboral y todo lo que ello conlleva”.
“A estos viajes Uruguay siempre lleva lo mejor que puede presentar. Me parece que hay buenos ministros, hay buen discurso, pero también creo necesario bajarlo a la práctica y que la gente cuando uno escuche una presentación encuentre que Uruguay es realmente lo que se está presentando”, aseguró. De esta manera, sostiene Corallo, se puede evitar que alguna empresa se encuentre con que el ambiente laboral no es el mejor. “Todo es cuestión de sentarse a conversar y ver las ventajas y debilidades que tiene Uruguay. Siempre fui positivo en todos los viajes, pero está bueno, ya que a viajamos con el PIT-CNT que se sienta un futuro respaldo a todo lo que se realice en el país, con la voluntad de que esto que se habla, se pueda cumplir y llevar a la práctica. Por supuesto que todo es perfectible”, concluyó.